La rutina ol¨ªmpica
La nadadora Mar¨ªa Pel¨¢ez, clasificada para Atenas, ha competido en todos los Juegos desde que con 14 a?os debut¨® en Barcelona
La mariposista malague?a Mar¨ªa Pel¨¢ez no sabe lo que es seguir por televisi¨®n unos Juegos Ol¨ªmpicos. No ha faltado a ninguna cita ol¨ªmpica desde que en 1992 debut¨® en los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona. Entonces ten¨ªa 14 a?os y era la m¨¢s joven del equipo espa?ol. Ahora tiene 26 y, reci¨¦n clasificada para Atenas, asegura que podr¨ªa seguir hasta Pek¨ªn, en 2008. S¨®lo la tenista Arantxa S¨¢nchez Vicario, que debut¨® en Se¨²l 88, la iguala en participaciones aunque, como recuerda Pel¨¢ez, en Se¨²l el tenis era deporte de exhibici¨®n.
"De los Juegos de Se¨²l no recuerdo ni verlos por televisi¨®n", asegura Pel¨¢ez en su casa de M¨¢laga. Acaba de entrenarse, como casi siempre. Viste un pantal¨®n de ch¨¢ndal, una camiseta azul del equipo espa?ol, unas chanclas sobre su pie (de la talla 38) y se toca las u?as mientras habla, segura y sonriente a la vez.
A los Juegos de Barcelona lleg¨® casi sin propon¨¦rselo. Hab¨ªa comenzado a entrenar en serio un a?o antes y acudi¨® a la cita "como la ni?a que va a un parque de atracciones". Ten¨ªa 14 a?os y cuenta que no pod¨ªa creer que entrenarse en la misma piscina que Matt Biondi o Mart¨ªn L¨®pez Zubero. Qued¨® decimoquinta en los 200 metros mariposa. Afirma que all¨ª recogi¨® "toda la ilusi¨®n por la nataci¨®n".
En Atlanta 96, nad¨® los 100 y los 200 metros mariposa. Qued¨® decimonovena y und¨¦cima. "El ambiente era distinto al de Barcelona, muy comercial. La competici¨®n era muy fr¨ªa salvo para los estadounidenses", recuerda Pel¨¢ez, que se ha convertido en la persona a la que los j¨®venes del equipo preguntan sus dudas sobre los Juegos.
En 1997 toc¨® el cielo al ganar una medalla de oro en los 200 metros mariposa en los Campeonatos de Europa de Sevilla con una marca de 2m. 10,25s. Los Juegos de Sydney 2000 fueron "muy espectaculares" aunque no demasiado buenos en lo deportivo: qued¨® en el puesto 25 en los 200 metros mariposa y en el 29 en los 100 metros mariposa.
La carrera de Pel¨¢ez parec¨ªa entonces cuesta abajo. "Un bloqueo mental" se adue?o de ella y los resultados comenzaron a ser cada vez m¨¢s discretos. En 2001 y 2002 ni acudi¨® a los campeonatos m¨¢s importantes. Pese al baj¨®n, no pens¨® en retirarse, sino que busc¨® refugio en Italia, en Verona, "por romper con algo" para salir del bache.
Pel¨¢ez lamenta la falta de apoyo que hay en Espa?a hacia los nadadores cuando dejan de ser una promesa: "De los 28 ol¨ªmpicos de Sydney, quedan pocos en activo. No lo han dejado por falta de ganas, sino porque se han tenido que plantear si quer¨ªan comer o nadar". La vida deportiva de un nadador se ha alargado hasta despu¨¦s de los 30 a?os, pero no en Espa?a.
La mariposista, formada en M¨¢laga, asegura que siempre supo que superar¨ªa el bache. "Entrenaba bien, estaba bien f¨ªsica y an¨ªmicamente pero el d¨ªa de la carrera fallaba. El problema era yo". El problema se solucion¨® con trabajo, sin milagros, sin saber c¨®mo, con m¨¢s t¨¦cnica. "En Italia entren¨® con la selecci¨®n italiana y he aprendido a nadar en carrera los 200 metros. Antes me tiraba a la piscina y mi objetivo era nadar lo m¨¢s r¨¢pido posible. Ahora nado seg¨²n lo entrenado".
Seg¨²n lo entrenado consigui¨® la m¨ªnima que exige la Federaci¨®n Internacional de Nataci¨®n para los Juegos de Atenas, pero no la que pide la Federaci¨®n Espa?ola, m¨¢s exigente. En el ¨²ltimo momento, el seleccionador espa?ol, Carlos Subirana, la incluy¨® en el equipo para los 200 metros mariposa "por sus ¨²ltimos registros".
Pel¨¢ez niega que sea favoritismo: "Lo anormal hubiera sido no llevarme. Ten¨ªa la m¨ªnima internacional y hab¨ªa plaza". En Atenas espera llegar a la final. "La primera ronda es por la ma?ana y estoy nadando bien a esa hora. Luego espero caer en una semifinal r¨¢pida y clasificarme por tiempos. Estar¨¦ en la final si bajo de 2m 10s". El r¨¦cord del mundo est¨¢ en 2m 05,78s. Cuando hace cuentas, a Pel¨¢ez parece que se le iluminan los ojos. La rutina de acudir a los Juegos a¨²n le ilusiona.
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