Hablemos de 'mobbing'
Hab¨ªa un programa hace a?os, cuando el sexo era pr¨¢cticamente tab¨², que se titulaba Hablemos de sexo. Pues bien, tal vez debiera haber uno hoy d¨ªa que se titulara Hablemos de 'mobbing'.
A ra¨ªz de haber sido un tema estrella de las Jornadas Intercongresos de la Sociedad Espa?ola de Medicina y Seguridad del Trabajo que se han celebrado en Madrid, el mobbing, o acoso en el trabajo, vuelve a saltar a los medios de comunicaci¨®n. Me alegra, porque por desgracia parece que s¨®lo se presta atenci¨®n a aquello que "suena" lo suficiente.
Tristemente, el mobbing si no se publicita parece no existir, y las v¨ªctimas se sienten solas porque realmente lo est¨¢n, y mal vistas, encima. Estorban, son un s¨ªmbolo ineludible de la mala gesti¨®n en recursos humanos y otras carencias gerenciales y eso, lejos de reconocerse empresarialmente, se quiere tapar, por lo que se ayuda al acosador o acosadora a meter a la v¨ªctima en el armario o a que salga por la puerta de atr¨¢s sin que nadie se entere, mientras al causante o se le apoya o se le echa una reprimenda "t¨¦cnica" para que sume y siga. Y aqu¨ª paz y despu¨¦s gloria.
Como persona que ha tenido la gran fortuna de salir del pozo donde te sumerge el acoso psicol¨®gico laboral, s¨®lo quiero dejar en estas l¨ªneas una puerta abierta a la esperanza a quienes las lean y est¨¦n ahora inmersos en toda la negrura y tristura con la que te ba?a el d¨ªa a d¨ªa de las situaciones impl¨ªcitas en el mobbing. Se sale de ello. Con mucho esfuerzo, pero se sale, y se recupera el cari?o hacia uno mismo y la persona renace fortalecida. A partir de ah¨ª nada de lo que venga del acosador o acosadora ni de su entorno sorprende, porque es lo esperable y ya no puede da?arte. ?nimo pues, de todo coraz¨®n. Es comprensible y absolutamente normal, por tanto, que para un acosador este escrito sea papel mojado, pero no escribo para este tipo de gente, sino para quienes las sufren y, por ello, enferman; y tambi¨¦n escribo para quienes desde cualquier ¨¢mbito podemos hacer algo por evitarlo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.