"Mi hijo es seropositivo porque alguien olvid¨® un papel"
Una madre que contagi¨® el sida a su beb¨¦ recurre al Supremo por el error de un hospital que olvid¨® decirle que ten¨ªa el virus
Tiene 34 a?os y dos hijos. El primero se contagi¨® de sida porque en el Hospital General de Alicante el an¨¢lisis que detect¨® en la gestaci¨®n que era seropositiva no le fue comunicado, no se incorpor¨® al historial m¨¦dico ni fue trasladado al centro de especialidades. No sali¨® del laboratorio. Tres a?os despu¨¦s, en los controles rutinarios del segundo embarazo, descubre su contagio y el de su primer hijo, desde entonces medicado diariamente.
El error que favoreci¨® la transmisi¨®n del virus de la madre al hijo ser¨¢ compensado con 20.000 euros. As¨ª lo ha fijado una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV). La madre, que responde a las iniciales E. G. R., cree que "el juez no ha tenido sensibilidad para medir c¨®mo un error ha mermado la calidad de vida de un ni?o que pudo ser sano y no lo es porque alguien se equivoc¨®". El recurso al Tribunal Supremo est¨¢ en marcha.
Dice que la vida de su hijo no tiene precio, pero que no tira la toalla porque es una vida distinta "porque alguien se equivoc¨®, y no fueron sus padres". "Si pudiera hablar con el juez le preguntar¨ªa si tiene hijos, sobrinos o nietos y si puede hacerse una idea de lo que supone descubrir tres a?os despu¨¦s de haber dado a luz que eres portadora del sida, que los m¨¦dicos lo sab¨ªan, que se pudo haber evitado el contagio y no se hizo", dice esta madre.
Su hijo, dice, est¨¢ atado desde los tres a?os a un tratamiento antiviral porque pensaban que ten¨ªa una alergia. "La indemnizaci¨®n, que el Tribunal Supremo fij¨®, en un caso en el que tambi¨¦n hubo un error de comunicaci¨®n, en 421.000 euros, es una manera, para m¨ª, de asegurar que no le faltar¨¢ de nada aunque yo falte", explica la madre.
La mujer relata c¨®mo se enter¨® de que era seropositiva y lo que eso supuso para su vida. Fue durante su segundo embarazo, en 1997: "Fui al m¨¦dico cuando estaba de dos meses y remiti¨® al hospital General la anal¨ªtica habitual. Del laboratorio del hospital le comunicaron que todo estaba correcto pero que, evidentemente, como ya hab¨ªa sido confirmado en 1993, yo era portadora del sida. La matrona me llam¨® y me lo dijo. Entonces cre¨ª volverme loca. No entend¨ªa nada. Sal¨ª de la consulta y corr¨ª a buscar a mi marido. En aquel momento s¨®lo se me pas¨® por la cabeza que ¨¦l hab¨ªa estado con otra mujer. Pero eso result¨® demasiado simple. Sus an¨¢lisis dieron negativo pero los del ni?o, que ten¨ªa tres a?itos, dieron positivo".
La madre explica que lo que est¨¢ claro, y as¨ª lo recoge la sentencia, es que cuando ingres¨® el 8 de febrero de 1993 en el hospital General de Alicante porque estaba embarazada y ten¨ªa una hemorragia le hicieron todo tipo de an¨¢lisis, entre ellos el del VIH, y el 11 de aquel mes dio positivo.
Adem¨¢s, recuerda esta madre, el d¨ªa 16 de ese mismo mes volvi¨® a dar positivo en la prueba de confirmaci¨®n y el 18 le dieron el alta sin decirle absolutamente nada, seg¨²n afirma. "Tuve un embarazo normal, di a luz, le di de mamar a mi hijo durante casi un a?o, tuve una operaci¨®n en un ovario posteriormente, en el mismo hospital, y nunca nadie me dijo nada. Viv¨ª tres a?os en la m¨¢s absoluta ignorancia de lo que me pasaba a m¨ª y de lo que le pasaba a mi hijo".
?C¨®mo supone que se produjo su contagio? "No est¨¢ probado porque falta documentaci¨®n. Se supone, y la sentencia tambi¨¦n lo recoge, que fue en alguna de las transfusiones que me hicieron antes del primer embarazo, cuando tuve un accidente de moto y un aborto".
La vida de su hijo cambi¨® radicalmente desde que supo que era seropositivo. "El tratamiento le obliga a tomar al menos cinco pastillas diarias. Tuvimos que decirle que ten¨ªa una alergia muy fuerte y que si no se tomaba las pastillas le dar¨ªan ahogos. Hemos tenido que educarle con mucho cuidado en la prudencia de que avise siempre que se d¨¦ un golpe o se haga un rasgu?o en el colegio, que no juegue con elementos de higiene personal de otros ni?os", explica la madre. "En el colegio nos han ayudado mucho y ¨¦l es un ni?o muy sensato, muy obediente. El problema es que empieza a hacer preguntas que no s¨¦ c¨®mo contestar", a?ade con preocupaci¨®n."Quiere saber por qu¨¦ tiene tomar una medicina que no toman los dem¨¢s".
Enfrentarse a ello le da miedo. Durante un a?o y medio ha tenido p¨¢nico, crisis de ansiedad y agorafobia. "Tengo otro hijo, naci¨® bien porque supe qu¨¦ pasaba, no se contagi¨® porque supe las precauciones. El mayor no tuvo esa oportunidad porque alguien olvid¨® dar curso a un papel".
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