Los avisos de la amenaza terrorista de origen islamista

La comisi¨®n de investigaci¨®n del 11-M intentar¨¢ conocer, entre otras cuestiones, si hubo imprevisi¨®n pol¨ªtica en el combate contra el terrorismo de origen islamista antes de los atentados en los trenes de Madrid.

Los diputados pretenden analizar los informes elaborados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y del Centro Nacional de Inteligencia para saber si se pod¨ªa haber hecho m¨¢s y mejor en la lucha contra el terrorismo internacional.

El Gobierno deber¨¢ responder si desclasifica los informes del CNI solicitados por el Congreso de los Diputados. El presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero tan s¨®lo puso la seguridad del Estado como l¨ªmite para entregar los documentos que solicitan los diputados. Algunos de los informes que se solicitan ya alertaron sobre la amenaza terrorista. Lo que sigue resume el contenido de esos informes que ahora pretenden analizar en profundidad los diputados que forman parte de la comisi¨®n de investigaci¨®n del 11-M.

Desde 1999 la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n de la polic¨ªa reflej¨® en diversos estudios que Espa?a estaba sirviendo como refugio y apoyo log¨ªstico a activistas de numerosos grupos radicales islamistas.

Las primeras evidencias de aquellas alertas saltaron en junio de 2001, cuando la polic¨ªa detuvo en Alicante al argelino Mohamed Bensakhria, lugarteniente de Osama Bin Laden y miembro del comando Meliani, un grupo desarticulado en Alemania que pretend¨ªa atentar contra el Parlamento Europeo en Estrasburgo.

Despu¨¦s del atentado del 11 de septiembre, los servicios de informaci¨®n espa?oles conocieron que el egipcio Mohamed Atta, jefe del comando terrorista del 11-S, y el yemen¨ª Ramzi Binalshibh, coordinador de los atentados, se hab¨ªan reunido en Tarragona entre el 8 y 19 de julio de 2001 para acordar los ¨²ltimos detalles del ataque a las Torres Gemelas y al Pent¨¢gono, que provoc¨® m¨¢s de 3.000 muertos.

El 13 de noviembre de 2001, la polic¨ªa espa?ola logr¨® desarticular la c¨¦lula de Al Qaeda que investigaba desde 1995 por orden del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garz¨®n. Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, de 39 a?os, su presunto dirigente, casado con una espa?ola, manten¨ªa estrechos v¨ªnculos con los miembros de la c¨¦lula de Hamburgo que ejecutaron el 11-S.

D¨ªas antes del 11-S, la polic¨ªa grab¨® una conversaci¨®n de Barakat con un tal Shakur que le anunci¨® que "hab¨ªan entrado en el campo de la aviaci¨®n" y que ten¨ªan un objetivo. A medida que avanz¨® la investigaci¨®n se descubrieron m¨¢s relaciones entre los detenidos en Espa?a y los autores del atentado contra las Torres Gemelas y el Pent¨¢gono.

A la intervenci¨®n policial de 2001 siguieron las de 2002 y 2003 contra diversas c¨¦lulas de Al Qaeda, en su mayor¨ªa presuntos miembros del Grupo Salafista para la Predicaci¨®n y el Combate (GSPC), una escisi¨®n del GIA argelino.

Durante una reuni¨®n de Europol celebrada el 4 de junio de 2002 en Bruselas, los responsables policiales emitieron un informe confidencial: "La principal pregunta no es si habr¨¢ otro ataque, sino qui¨¦n lo har¨¢, cu¨¢ndo, c¨®mo y contra qu¨¦ objetivo". Los expertos se?alaron que el riesgo a los pa¨ªses de la UE hab¨ªa descendido "por la fuerte reacci¨®n" tras los ataques del 11-S, "las operaciones policiales desarrolladas en Europa, el bloqueo de cuentas corrientes sospechosas de financiar a Al Qaeda, la liberaci¨®n de Afganist¨¢n y desaparici¨®n de los campos de entrenamiento terrorista, y la muerte y captura de algunos militantes".

"No obstante, la amenaza todav¨ªa es alta en la Uni¨®n Europa". El mayor nivel de riesgo apuntaba al Reino Unido. En el cap¨ªtulo referente a Espa?a se destac¨® que tras la detenci¨®n de la c¨¦lula de Barakat, en noviembre de 2001, "el nivel de amenaza ha descendido considerablemente". "De todas formas, hay otras investigaciones abiertas para detectar la existencia en nuestro pa¨ªs de nuevos grupos de Al Qaeda. Los viajes de Mohamed Atta y de Ramzi Binalshibh (...) est¨¢n siendo investigados. Estamos todav¨ªa alerta ante cualquier clase de respuesta terrorista de organizaciones vinculadas a Osama Bin Laden", se?alaba el documento, aprobado por los ministros del Interior de los Quince. Ese informe se?alaba que las actividades desarrolladas por los grupos radicales islamistas en Espa?a se centraban en "la infraestructura, reclutamiento, apoyo log¨ªstico y financiaci¨®n, y en el uso de Espa?a como pa¨ªs de tr¨¢nsito para los activistas que viajan desde el norte de ?frica hacia otros pa¨ªses o viceversa".

El 25 de junio de 2002 la subdirecci¨®n de operaciones de la Guardia Civil envi¨® una nota a todas las unidades del cuerpo para informar de la posibilidad de un atentado terrorista por parte de un grupo islamista: "Noticias sin confirmar alertan sobre la posibilidad de un atentado terrorista de la organizaci¨®n Al Qaeda en territorio nacional. En consecuencia, disponga que se intensifiquen las medidas de protecci¨®n, en especial de objetivos relacionados con intereses de EE UU e Israel (embajadas, consulados, bases militares, empresas multinacionales, etc.)".

La Unidad Central de Informaci¨®n Exterior de la polic¨ªa, especializada en terrorismo islamista, remiti¨® un informe confidencial a los servicios de inteligencia de Europa y Estados Unidos en el que se aseguraba que Al Qaeda preparaba una acci¨®n terrorista "espectacular" en fechas pr¨®ximas al primer aniversario del 11-S. La fuente, seg¨²n uno de los responsables de esta unidad, era una persona pr¨®xima a Osama Bin Laden. La informaci¨®n se obtuvo en agosto de 2002.

El 16 de mayo de 2003, 14 terroristas suicidas, radicales islamistas, perpetraron varios atentados en Casablanca (Marruecos) en los que murieron 45 personas. Uno de sus objetivos fue la Casa de Espa?a, en la que murieron cuatro ciudadanos espa?oles.

Un mes m¨¢s tarde la Unidad Central Especial de la Guardia Civil, dedicada a combatir el terrorismo islamista, elabor¨® un informe en el que anunci¨® "la dimensi¨®n grave" de una amenaza de atentado en Espa?a. El documento analizaba el atentado de Casablanca y se?alaba que la proximidad geogr¨¢fica del ataque terrorista afectaba "claramente" a Espa?a. El hecho de que se atentara contra la Casa de Espa?a y la numerosa poblaci¨®n de inmigrantes marroqu¨ªes en suelo espa?ol apoyaban esta evaluaci¨®n de amenaza. "Consideramos que la valoraci¨®n de la amenaza era importante y que pod¨ªamos vivir aqu¨ª una situaci¨®n operativa parecida a la de Casablanca".

Pese a la existencia de informes similares redactados por la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n de la polic¨ªa, la entonces ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, neg¨® que el atentado contra la Casa de Espa?a fuera un ataque contra intereses espa?oles.

Los expertos de Europol elaboraron un informe el 22 de diciembre de 2003 en el que se?alaron que la guerra de Irak se hab¨ªa convertido "en un riesgo adicional para Espa?a" por su apoyo incondicional a la intervenci¨®n militar.

En septiembre de 2003 fue detenido Tayseer Alouny, el corresponsal de la cadena Al Yazira, por su presunta vinculaci¨®n con Al Qaeda. "Habr¨¢ consecuencias para Espa?a, habr¨¢ manifestaciones en el mundo ¨¢rabe y llamamientos para boicotear el turismo y los productos espa?oles", declar¨® el corresponsal de Al Yazira en Madrid. Alouny estaba siendo investigado por el juez Garz¨®n desde 1995. Fue el ¨²nico periodista occidental al que los talibanes permitieron seguir en Kabul (Afganist¨¢n) durante la guerra.

En septiembre de 2003, el juez Baltasar Garz¨®n proces¨® a Imad Eddin Barakat y a otras 35 personas, entre ellas a Osama Bin Laden, para el que decret¨® una orden de b¨²squeda y captura. El magistrado acus¨® a varios de los procesados de cooperar en la preparaci¨®n del 11-S y a?adi¨®: "La acci¨®n del terrorismo de Al Qaeda incluye a todo occidente y, por tanto, a Espa?a".

El 19 de octubre de 2003 Osama Bin Laden amenaz¨® a Espa?a en un v¨ªdeo distribuido por la cadena Al Yazira: "Nos reservamos el derecho de responder, en el momento y lugar oportunos, contra todos los pa¨ªses que participan en esta guerra injusta, en particular Gran Breta?a, Espa?a, Australia, Polonia, Jap¨®n e Italia". Era la primera vez que el dirigente de Al Qaeda citaba a Espa?a como uno de sus objetivos.

En noviembre de 2003 varios comandos de Al Qaeda volvieron a actuar. Dos sinagogas de Estambul (Turqu¨ªa), el consulado brit¨¢nico y la sede del banco brit¨¢nico HSBC fueron atacados con coches bomba que dejaron m¨¢s de 50 muertos.

A ra¨ªz de aquel suceso, la Unidad Central Especial de la Guardia Civil redact¨® otro informe sobre el riesgo para Espa?a. "No hab¨ªa ning¨²n elemento nuevo para decir que la amenaza hab¨ªa cambiado", asegura uno de sus autores. Los oficiales de este servicio hicieron posteriormente nuevos informes, aunque reconocen que nunca advirtieron de que el ataque fuera inminente.

Admiten que carec¨ªan de datos concretos sobre el objetivo, la fecha o la identidad de los posibles autores. Tras los atentados de Estambul, la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n de la polic¨ªa redact¨® informes gen¨¦ricos sobre la posibilidad de un atentado de Al Qaeda en Espa?a.

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) elabor¨® en 2003 varios informes en los que vinculaba el protagonismo de Espa?a en la guerra de Irak con el aumento del riesgo de atentados por parte de grupos integristas isl¨¢micos.

- 27 de octubre de 2003. En esta nota se advert¨ªa de que hab¨ªa que tomar "en serio" las amenazas contra Espa?a vertidas por el m¨¢ximo l¨ªder de Al Qaeda, Osama Bin Laden. El CNI hac¨ªa en ese informe una "evaluaci¨®n de la amenaza" que supon¨ªa para la seguridad nacional el terrorismo islamista.

Los expertos del centro de inteligencia llegaron a la conclusi¨®n de que la amenaza deb¨ªa tomarse en serio, incluso si posteriores an¨¢lisis demostrasen que la voz de la cinta difundida por la cadena qatar¨ª no correspond¨ªa a Bin Laden.

La raz¨®n era que el llamamiento del l¨ªder de Al Qaeda se consideraba aut¨¦ntico entre los radicales islamistas y cualquiera pod¨ªa ejecutar su dictado aunque no recibiera una orden expresa, lo que no resulta necesario en la nebulosa de grupos, sin estructura jer¨¢rquica, que utilizan la marca terrorista islamista.

El servicio secreto constat¨® la existencia de una creciente hostilidad hacia Espa?a en la opini¨®n p¨²blica ¨¢rabe. El informe del 27 de octubre alud¨ªa a la celebraci¨®n en Madrid de la Cumbre de Donantes para la Reconstrucci¨®n de Irak, los d¨ªas 23 y 24 de ese mismo mes, como otro acontecimiento que hab¨ªa colocado a Espa?a en el primer plano. Y mencionaba la detenci¨®n, el 5 de septiembre en Granada, del corresponsal de Al Yazira Tayseer Alouny, que entrevist¨® a Bin Laden durante la guerra de Afganist¨¢n, y cuyo encarcelamiento en Espa?a por orden del juez Baltasar Garz¨®n tuvo un amplio eco en los medios de comunicaci¨®n ¨¢rabes.

El informe del CNI subrayaba la presencia en Espa?a de varios grupos de radicales islamistas que pod¨ªan actuar como "c¨¦lulas durmientes" y activarse en cualquier momento para cometer atentados terroristas.

La investigaci¨®n de la matanza del 11-M en Madrid confirmar¨ªa medio a?o m¨¢s tarde uno de los aspectos m¨¢s sorprendentes que inclu¨ªa la nota elaborada por el servicio de inteligencia espa?ol: la conexi¨®n entre radicales islamistas y elementos vinculados a la delincuencia com¨²n. El informe del CNI tambi¨¦n constataba que las bombas del 16 de mayo de 2003 en Casablanca (Marruecos) no s¨®lo hab¨ªan tenido entre sus objetivos la Casa de Espa?a, sino que la posterior represi¨®n de la polic¨ªa marroqu¨ª hab¨ªa provocado una fuga hacia territorio espa?ol, en busca de refugio, de individuos relacionados con el integrismo islamista, lo que constitu¨ªa un riesgo adicional.

El CNI sigui¨® los pasos de algunos de ellos, especialmente en Ceuta y Melilla, donde ten¨ªa mayor experiencia y facilidad de penetraci¨®n el servicio secreto espa?ol. Todos estos elementos llevaron al CNI a concluir en su informe que exist¨ªa un riesgo serio de atentado islamista en un plazo de tiempo no muy largo.

Aunque entre los objetivos probables de los terroristas el CNI apuntaba a las tropas espa?olas en Irak o intereses espa?oles en pa¨ªses ¨¢rabes, no descartaba atentados en territorio espa?ol. El documento mostraba especial preocupaci¨®n por la seguridad de las aeronaves de Estado, quiz¨¢ porque se redact¨® pocos d¨ªas despu¨¦s del viaje que, entre el 19 y el 23 de octubre, realizaron los Reyes a Siria y varios emiratos del golfo P¨¦rsico.

A pesar de que el centro de inteligencia, como demuestran esas informaciones que elabor¨®, era consciente de la amenaza creciente que el terrorismo islamista supon¨ªa para Espa?a, sus expertos no la reconocieron cuando se materializ¨® el 11 de marzo de 2004 en Madrid.

La nota informativa del CNI fechada a las 15.51 de aquel d¨ªa, que el Gobierno en funciones del PP desclasific¨® el 18 de marzo, daba por "casi segura" la autor¨ªa de ETA en los ataques contra los trenes de cercan¨ªas.

La nota desclasificada por el Gobierno y redactada por el CNI el jueves 11 de marzo se?alaba: "Se considera casi seguro que la organizaci¨®n terrorista ETA es la autora de estos atentados".

Entre otras circunstancias que avalaban esta afirmaci¨®n, el CNI citaba que ETA "ten¨ªa intenci¨®n de hacerse presente en la campa?a electoral por medio de la realizaci¨®n de atentados terroristas en Madrid para demostrar su capacidad operativa y por el impacto medi¨¢tico y propagand¨ªstico que consiguen" y el hecho de que "el procedimiento" utilizado por los terroristas era "el que ETA ha empleado en buena parte de las acciones que ha realizado o intentado en los ¨²ltimos a?os". El CNI recordaba en este sentido "la intenci¨®n de ETA de volar el tren Madrid-Ir¨²n las pasadas Navidades mediante maletas bomba".

Este reportaje ha sido elaborado con informaciones de Miguel Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Mar¨ªa Irujo.