Zapatero con el Papa
?ltimas informaciones llegadas de los palacios vaticanos se?alan que en la ma?ana de ayer el papa Juan Pablo II, durante la audiencia con el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, le habr¨ªa reprochado la pol¨ªtica del Ejecutivo socialista en materia de ampliaci¨®n de los supuestos admitidos del aborto y de legalizaci¨®n de las uniones de homosexuales, que conforme al programa electoral del PSOE se equiparar¨ªan al matrimonio. Alg¨²n vaticanista apuesta porque tambi¨¦n saldr¨ªa a relucir en ese encuentro la asignatura de religi¨®n, su obligatoriedad y su valor acad¨¦mico, que acaban de regresar a la casilla de partida tras el real decreto con el que se han detenido los calendarios y los itinerarios para la aplicaci¨®n de la LOCE. Pero como Dios no abandona nunca a un buen laicista se habr¨¢n manifestado durante el encuentro acuerdos plenos sobre otros asuntos relevantes, empezando por la cuesti¨®n de Irak.
Recordemos c¨®mo estos asuntos, que tanta solicitud y paternal preocupaci¨®n despiertan en el anciano pont¨ªfice, est¨¢n entregados, por lo que se refiere a sus efectos civiles y penales, a los legisladores elegidos en los comicios. Son ellos quienes, cuando los proyectos de ley correspondientes sean enviados por el Gobierno al Congreso de los Diputados para su debida tramitaci¨®n reglamentaria tanto en la Comisi¨®n como en el Pleno y despu¨¦s en el Senado, tendr¨¢n la oportunidad de presentar enmiendas y votar su adopci¨®n o su rechazo. En todo caso, cualquiera que sea el tenor de las leyes resultantes, los fieles cristianos est¨¢n instruidos de antemano sobre los mandamientos de la Ley de Dios y de la Iglesia y saben que, si bien en su condici¨®n de ciudadanos se miden respecto a las normas legales vigentes, como miembros de la Iglesia deben estar en comuni¨®n con el criterio de sus pastores para poner a salvo sus almas y evitar la condenaci¨®n eterna al fuego del infierno. Las otras condenas, las meramente terrenales, corresponde imponerlas a los poderes civiles a trav¨¦s de los tribunales ordinarios de Justicia y quedan fuera de la potestad de los pr¨ªncipes de la Iglesia. O sea, que ni el mero cumplimiento de las leyes civiles es garant¨ªa de salvaci¨®n celestial ni el desacuerdo con los criterios de la jerarqu¨ªa cat¨®lica arrastra por s¨ª mismo reserva de plaza en los establecimientos calificados de la Direcci¨®n General de Prisiones.
Mientras, es interesante observar c¨®mo, seg¨²n recog¨ªa el diario Abc de ayer, el arzobispo de Toledo, Antonio Ca?izares, tachaba el domingo de "verdaderas infamias" las noticias que alud¨ªan a un pacto secreto entre la Iglesia y el Gobierno para que reinara un buen clima en la audiencia papal y desaparecieran reproches como los dirigidos a nuestro nuevo embajador, Jorge Dezcallar, cuando presentaba sus credenciales. L¨¢stima que nos quedemos sin saber la fuente de las infamias ni conocer detalles de ese pacto secreto equivalente para monse?or a un chantaje, dado que "la Iglesia ni se vende, ni se compra, ni se supedita a inter¨¦s econ¨®mico alguno para dejar de anunciar el Evangelio, porque es pobre y vivir¨¢ pobre, pero es independiente y enteramente libre".
Enseguida Ca?izares barruntaba continuidad para la bronca del Vaticano a los socialistas y se?alaba que "por eso no dejar¨¢ de criticar aquellos asuntos que ponga en marcha el Gobierno y est¨¦n en contra de su doctrina". O sea, que nada de Iglesia del silencio, situaci¨®n imposible de imaginar con una Cope en l¨ªnea, verdadera m¨¢quina de insidias y eficaz sembradora de odios cainitas de la que Ca?izares y la Conferencia Episcopal, como propietaria del invento, nada tiene que reprocharse. Cuesti¨®n distinta es que seg¨²n Hacienda s¨®lo el 33% de los contribuyentes marque la casilla del IRPF que destina a la Iglesia cat¨®lica el 0,52% de la cuota, que esas aportaciones sumen 90 millones de euros, que se haya rebasado el periodo en el cual el Estado se compromet¨ªa a a?adir una cantidad complementaria, si la suma de las voluntariedades fuera insuficiente, que de las arcas p¨²blicas sigan saliendo cada a?o otros 48 millones de euros y que los hermanos en el episcopado de monse?or Ca?izares quieran seguir recibi¨¦ndolos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Juan Pablo II
- Opini¨®n
- Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero
- Viajes oficiales
- Conferencia Episcopal Espa?ola
- Ciudad del Vaticano
- Pol¨ªtica exterior
- Presidencia Gobierno
- Iglesia Cat¨®lica espa?ola
- Obispos
- Contactos oficiales
- Pol¨ªtica social
- Europa occidental
- Europa
- Eventos
- Clero
- Iglesia cat¨®lica
- Relaciones exteriores
- Administraci¨®n Estado
- Espa?a
- Cristianismo
- Administraci¨®n p¨²blica
- Religi¨®n
- Sociedad