Estrenarse en el atasco

?Qu¨¦ siente uno si le dejan a las siete de la ma?ana en medio de la madrile?a plaza de Cibeles y le dicen "hala, controle usted los coches que vienen"? "Pues nada", explica Jorge Arenas; "un poco de nervios cuando se piensa en si no se va a hacer del todo bien". Arenas, de 29 a?os, es uno de los 148 agentes de movilidad que ayer se estrenaron en las calles de la capital con un cometido: sustituir paulatinamente a los polic¨ªas municipales a la hora de regular el tr¨¢fico en cruces dif¨ªciles.

A finales de a?o, si las previsiones del Ayuntamiento se cumplen, la Polic¨ªa Municipal dejar¨¢ de encargarse de muchas labores relacionadas con la circulaci¨®n con el fin de ganar efectivos para luchar contra la delincuencia.

Los nuevos vigilantes, sin pistola, vestidos con uniforme moderno azul oscuro, chaleco amarillo-reflectante y gorra beisbolera estilo I?aki S¨¢ez, se apostaron en cruces neur¨¢lgicos de la capital: plaza de Cibeles, Puerta del Sol, esquina de las calles de Alcal¨¢ y Goya...

Todos hab¨ªan recibido clases te¨®ricas de regulaci¨®n de tr¨¢fico. Claro que no es lo mismo ver un embotellamiento en una pizarra que verlo abalanzarse sobre uno en medio de una glorieta. Para que el choque entre la teor¨ªa y la realidad no resultara demasiado impactante, todos estos aspirantes a guardias estuvieron acompa?ados ayer -y lo estar¨¢n durante un mes- por polic¨ªas municipales veteranos. "Nos indican d¨®nde apostarnos, c¨®mo movernos, nos ense?an trucos sobre los lugares concretos", explica Arenas. El principal problema, seg¨²n este agente, es que los automovilistas "obedezcan". "Los polic¨ªas que est¨¢n con nosotros nos ense?an a parar los coches con decisi¨®n, sin titubear".

Un automovilista, Federico Su¨¢rez, de 45 a?os, que ayer circulaba cerca de Cibeles, comentaba lo mismo desde otro punto de vista: "Hombre, lo malo es que creo que no les van a hacer caso. Si en esta ciudad no se obedece ni a los polic¨ªas que llevan pistola... ?Imag¨ªnese a ¨¦stos que van con gorrita!".

Los nuevos vigilantes estar¨¢n un mes acompa?ados de polic¨ªas. Despu¨¦s, volar¨¢n solos. "Entonces nos enteraremos si valemos para esto o no", comenta Ra¨²l Aza?a, de 31 a?os, tambi¨¦n apostado en el cruce de Cibeles. La fecha no es casual. Hoy, los ni?os reciben las vacaciones; desaparecen, por tanto, los autobuses escolares, y eso incide de forma positiva en la circulaci¨®n. Despu¨¦s, a medida que el verano avance, las calles se ir¨¢n vaciando y la tarea de estos guardias ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil.

La intenci¨®n del equipo de la Concejal¨ªa de Seguridad y Servicios a la Comunidad, a cuyo mando se encuentra el concejal Pedro Calvo, del PP, es que estos agentes se enfrenten a las calles, a modo de experimento, hasta finales de a?o. A partir de entonces, los definitivos agentes de movilidad -700 funcionarios elegidos mediante oposici¨®n- se har¨¢n due?os de la regulaci¨®n de tr¨¢fico. Los 148 que ya lo hacen, funcionarios interinos, excedentes de las oposiciones a Polic¨ªa Municipal, tambi¨¦n deber¨¢n presentarse a las oposiciones y aprobarlas para obtener su plaza fija.

La idea de sustituir a los polic¨ªas municipales por agentes desarmados para regular el tr¨¢fico no ha sido bien acogida por la oposici¨®n. El concejal socialista ?scar Iglesias asegur¨® la semana pasada que la medida no es positiva porque "cuando un polic¨ªa realiza funciones de tr¨¢fico, al mismo tiempo est¨¢ evitando que se cometan delitos con su presencia o combati¨¦ndolos". Julio Misiego, de IU, declar¨® tambi¨¦n que es preocupante el hecho de que los nuevos agentes "no tengan competencias en materia de seguridad cuando se van a encargar de regular un tema que genera tantos conflictos como la seguridad vial".

La Uni¨®n Nacional de Jefes y Directivos de Polic¨ªa Local (Unijepol) augur¨® que el nuevo sistema "traer¨¢ m¨¢s confusi¨®n al ya demasiado confuso panorama policial espa?ol" y afirm¨® que "funcionarios de escaso nivel se ocupan de atender un problema complejo".

Ayer, el d¨ªa se sald¨® sin complicaciones. Los alumnos dieron su primera clase sobre el terreno sin que la ciudad sufriera m¨¢s atascos de lo normal. Arenas y Aza?a, al terminar su jornada, a la una de la tarde, parec¨ªan contentos y satisfechos. ?Qu¨¦ empuja a alguien, adem¨¢s del sueldo (1.200 euros al mes), a especializarse en regular atascos? "El sentirse polic¨ªa. Siempre quisimos sentirnos polic¨ªas", dicen los dos, casi al un¨ªsono, orgullosos.