Proyecto de hero¨ªna: una victoria terap¨¦utica

Seis a?os de espera era un punto de partida complicado, pero despu¨¦s de m¨¢s de ocho meses de arduo trabajo con nuestros pacientes, encontramos que el medicamento hero¨ªna puede ser una nueva alternativa para el tratamiento de los heroin¨®manos que fracasan en anteriores tratamientos. Varias cosas est¨¢n contribuyendo a esta victoria parcial: la salud f¨ªsica de nuestros pacientes del grupo de hero¨ªna mejora m¨¢s de cuatro veces m¨¢s que la de los del grupo de metadona, la salud mental mejora casi el doble, el riesgo de contagiarse con el VIH es casi cuatro veces menor y la actividad delictiva se reduce m¨¢s del doble. Un resultado esperanzador a estas alturas del partido.

Y con ello, otros quieren entrar en este innovador y saludable partido: en Catalu?a, con la hero¨ªna oral, est¨¢n empezando en la liga iniciada en Andaluc¨ªa. Por otra parte, el Parlamento vasco ha acordado por unanimidad de todas las fuerzas pol¨ªticas instar al Gobierno central a que apruebe la dispensaci¨®n de la hero¨ªna como medicamento a aquellos toxic¨®manos que no hayan respondido a programas con metadona o libres de drogas. Y adem¨¢s, uno de los ¨¢rbitros, la Junta Internacional de Fiscalizaci¨®n de Estupefacientes (JIFE), de las Naciones Unidas, dedicada a las drogas, que hasta ahora no pitaba a favor nuestro, acaba de emitir un informe en el que ha aceptado por primera vez la administraci¨®n de tratamientos de sustituci¨®n y mantenimiento si se hace, como es en nuestro caso, de conformidad con la pr¨¢ctica m¨¦dica adecuada.

La salud de los pacientes tratados con hero¨ªna mejora cuatro veces m¨¢s que la de los tratados con metadona

Estamos, por tanto, en buena disposici¨®n para abordar con ¨¦xito el encuentro que permita ganar a la droga hero¨ªna y sus aliados (el VIH, la hepatitis, la jeringuilla mal usada, el cond¨®n sin abrir...). Es verdad que jugamos con un equipo muy diezmado, algunos y algunas nos han dejado en estos seis a?os, otros est¨¢n en la c¨¢rcel, mientras que el estado de salud de personas aspirantes a jugar con nosotros les ha impedido entrar en este saludable partido.

Estamos en la segunda parte y ya ha pasado casi la mitad del tiempo de la misma, pero el arranque del equipo ha sido espectacular y la ilusi¨®n de todos y todas permite pensar en el ¨¦xito del partido.

Antes de empezar el encuentro, los participantes dec¨ªan cosas as¨ª: "Me veo como alguien que tir¨® la toalla hace tiempo y que ya no espera nada de la vida". Hablaban de obsesiones por el dinero y los picos: "Mi obsesi¨®n es conseguir el dinero cada d¨ªa para ponerme mis picos". De necesidades y sentimientos: "No se dan cuenta de que, adem¨¢s de droga, necesitamos calor, buen trato y respeto". Tambi¨¦n hablaban de animales y l¨¢grimas: "Aunque muchos piensen que actuamos como animales, tambi¨¦n sentimos, sufrimos y lloramos como todo el mundo". De todo lo que tienen perdido: "El problema, adem¨¢s de necesitar una droga, es que lo tenemos todo perdido: amigos, familia, hijos, trabajo, un mont¨®n de juicios pendientes". O de los pocos ¨¢nimos que llevan encima: "?Con qu¨¦ ¨¢nimo puedes plantearte cambiar la vida?". Todos y todas discut¨ªan sobre las razones para vivir: "La vida que llevamos nos deja pocas razones para tener un motivo por el que vivir". De tormentos: "La vida ya es s¨®lo un tormento". De muerte: "Yo s¨¦ que muchos piensan que mejor estar¨ªamos muertos". De formas de ser vistos: "Si ¨¦stos conocieran qu¨¦ est¨¢ pasando cualquiera de nosotros, seguro que cambiar¨ªan su forma de vernos". E incluso de felicidad: "Ser feliz no es s¨®lo tener la droga que necesitas, es sentirte respetado y tratado como todo el mundo".

Estos sentimientos previos al inicio de un partido no suelen ser buenos presagios, pero en este encuentro los esfuerzos de todos y cada uno de los profesionales est¨¢n haciendo posible el remonte porque desde los primeros d¨ªas todo es visto como distinto: "Es distinto a los otros intentos que he hecho hasta ahora". O creen que esta vez es de verdad: "Sabes que al final de rellenar un mont¨®n de papeles puede, de verdad, cambiar tu vida". Que el infierno puede irse lejos: "Este proyecto nos puede sacar del infierno". Y puede entrar la esperanza gracias a una sustancia que ha cambiado de signo: "Hero¨ªna en el hospital. ?Qui¨¦n me lo iba a decir? Espero poder entrar porque s¨¦ que mi vida va a dar un giro total". Todo en definitiva en busca de una ilusi¨®n: "Mi ilusi¨®n es poder ser como una persona normal, que no necesita robar, ni entrar en la c¨¢rcel, ni buscarse problemas, y sobre todo poder llegar a levantarme y no ver s¨®lo droga".

Pero en estos meses en los que estamos remontando las malas jugadas que nos ha hecho esa hero¨ªna sucia, mezclada con cualquier cosa, tomada para saciar necesidades de cualquier forma, hemos trabajado y seguimos haci¨¦ndolo con una sustancia limpia, pura, un medicamento tra¨ªdo desde un laboratorio escoc¨¦s, tratado con los mejores m¨¦todos y con avances cient¨ªficos llenos de ayudas. "Lo bueno en el centro es que te ayudan en lo que necesitas, no en lo m¨¢s f¨¢cil". De recuerdos por los que no pueden estar en el partido: "Si algo as¨ª hubiera existido hace 10 a?os, ?cu¨¢ntos de mis amigos podr¨ªan estar hoy aqu¨ª!". De cambios inesperados: "Todav¨ªa no me puedo creer c¨®mo mi vida ha podido cambiar tanto en tan poco tiempo". De sentirse tratados como personas: "Podemos ser toxic¨®manos, pero no tontos. ?sta es una de las diferencias de c¨®mo se nos trata (en el Pepsa), a diferencia de c¨®mo se nos ha tratado siempre". De mejoras alucinantes: "Lo mejor es que hasta la gente que me rodea est¨¢ alucinada". De dejar la delincuencia: "Esta experiencia evitar¨¢ los delitos que decenas de polic¨ªas no podr¨ªan ni pensar en solucionar nunca". Y sobre todo de empezar una nueva vida: "Aqu¨ª no s¨®lo te dan un medicamento, te ayudan a enderezar tu vida si quieres".

Pero a pesar de tan buenos presagios, hay aspectos a¨²n sin conocer: ?c¨®mo va a terminar el partido?, ?qu¨¦ pasar¨¢ al final del mismo?; dudas que resolver, dudas tratadas siempre bajo el m¨¢ximo rigor cient¨ªfico a las que esperamos encontrar pronto las respuestas adecuadas, las alternativas posibles (la de la hero¨ªna inyectada o la oral ahora o m¨¢s tarde ya veremos) para que los participantes encuentren su mejor vida.

Y con estos ¨¢nimos el partido seguro que lo ganaremos, ellos y ellas, y sus madres, y sus amigos, y sus hijos, y... Ellos y ellas, y los que en el futuro podr¨¢n beneficiarse de proyectos como ¨¦ste, se merecen esta posible victoria terap¨¦utica.

Andr¨¦s Estrada es promotor del ensayo cl¨ªnico Pepsa (Programa de Prescripci¨®n Experimental de Estupefacientes de Andaluc¨ªa) y director general para las Drogodependencias de la Junta de Andaluc¨ªa; Joan Carles March, investigador principal del Pepsa, de la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica; Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez, coordinador General del Pepsa, y Francisco Carrasco, director cl¨ªnico del Pepsa, pertenecen a la Fundaci¨®n Andaluza de Drogodependencias.