Un joven se quema a lo bonzo ante su novia y la madre de ¨¦sta

Un joven de 25 a?os falleci¨® ayer en la localidad navarra de Doneztebe tras rociarse con gasolina y prenderse fuego en presencia de su novia y de la madre de ¨¦sta, que resultaron heridas. La noche anterior, el suicida, H¨¦ctor Reguera Tranche, hab¨ªa mantenido una fuerte discusi¨®n con su novia, Eider Otxandorena, de 18 a?os. La joven es arrendataria, junto a su madre, Margarita Martiarena, de 44 a?os, del bar-restaurante del club de jubilados de la localidad, de apenas 1.500 habitantes y situada a 50 kil¨®metros al norte de Pamplona.

Los hechos se produjeron sobre las 14.45, seg¨²n confirm¨® la Delegaci¨®n del Gobierno en Navarra. El joven entr¨® en el local, en la planta baja de la calle Santa Luc¨ªa, 5, y se roci¨® el cuerpo con el contenido de una garrafa de gasolina que llevaba. Acto seguido se prendi¨® fuego. Las llamas alcanzaron el bid¨®n de gasolina y se produjo una fuerte explosi¨®n y un incendio que dej¨® reducido a escombros el local.

El bar se hallaba vac¨ªo en ese momento. Ambas mujeres resultaron con m¨²ltiples quemaduras en manos y cara, cortes y otras heridas de las que recibieron asistencia en el hospital Virgen del Camino, de Pamplona. Su estado no reviste gravedad.

La madre fue la primera en salir del bar atravesando las llamas. Seg¨²n varios testigos, fue ella misma quien avis¨® de lo ocurrido a SOS-Navarra desde una cabina telef¨®nica situada junto al club de jubilados. Antes incluso de que llegaran las asistencias m¨¦dicas y los bomberos, un vecino entr¨® al local y logr¨® sacar a la calle el cuerpo de Reguera.

El joven muri¨® antes de que el helic¨®ptero de la Polic¨ªa Foral desplazado a Doneztebe pudiese evacuarlo. Su cad¨¢ver permaneci¨® todo el d¨ªa en el campo de f¨²tbol del colegio de la localidad, ¨²nico lugar donde pod¨ªa aterrizar el helic¨®ptero. El juez orden¨® que no se moviera el cuerpo mientras segu¨ªa la investigaci¨®n.

Vecinos de Doneztebe se?alaron que, durante buena parte de la ma?ana, Reguero, domiciliado en la misma localidad, se dedic¨® a recorrer a gran velocidad las estrechas calles de su casco viejo conduciendo temerariamente su veh¨ªculo, un viejo Volkswagen Golf, y llamando la atenci¨®n de los viandantes. En un bar compr¨® tres bocadillos y luego adquiri¨® la garrafa de gasolina en una estaci¨®n de servicio cercana.

Tras aparcar en una plazoleta pr¨®xima al hogar del jubilado, entr¨® con la garrafa en el local. Algunos testigos se?alaron que en el bar-restaurante se hallaba en el momento de los hechos un ni?o de siete a?os, sobrino de Margarita Martiarena, que presenci¨® el suicidio y tuvo que ser atendido por un equipo de psic¨®logos dado su estado de nervios.