Robots para el 'Hubble'
La NASA decidir¨¢ este a?o si encarga una misi¨®n rob¨®tica para alargar la vida del telescopio
La NASA est¨¢ en camino de convencerse de que es posible enviar robots a efectuar todas las labores de reparaci¨®n y modernizaci¨®n del telescopio espacial Hubble necesarias para evitar su muerte prematura, all¨¢ por 2007. Tras una primera prospecci¨®n informal, el director de la agencia espacial estadounidense, Sean O?Keefe, decidi¨® a principios de este mes abrir un plazo para la presentaci¨®n formal de soluciones rob¨®ticas, plazo que termina el pr¨®ximo 16 de julio.
Queda poco tiempo si se quiere tener lista una misi¨®n rob¨®tica para 2007 y tambi¨¦n hace falta mucho dinero. Seg¨²n O? Keefe, "¨¦ste es el primer paso de un largo proceso para desarrollar las mejores opciones para salvar al Hubble. Tenemos poco tiempo para asegurar una misi¨®n de servicio para finales de 2007; pero tenemos que actuar deprisa para explorar completamente este enfoque".
Esto ya es un cambio notable respecto a su postura a principios de este a?o, cuando anunci¨® que los astronautas no volver¨ªan nunca m¨¢s al Hubble, que han reparado cuatro veces desde 1990, por motivos de seguridad. Ese anuncio fue consecuencia directa del accidente del Columbia el a?o pasado, en el que murieron sus siete tripulantes, que ha llevado a una completa revisi¨®n de las condiciones de seguridad en los vuelos de transbordadores. Las reacciones fueron tan fuertes en Estados Unidos y, en menor medida, en Europa, que tiene una participaci¨®n en el telescopio, que se empez¨® a buscar una salida.
El planteamiento actual es evaluar la posibilidad de que se lleve a cabo una misi¨®n rob¨®tica (un cohete tirar¨ªa un m¨®dulo autom¨¢tico equipado con todo lo necesario) y que durante esta misi¨®n se acople al telescopio un m¨®dulo de propulsi¨®n que permita dirigirlo para su ca¨ªda segura sobre el oc¨¦ano o auparlo a una ¨®rbita de aparcamiento. Este ser¨ªa el principal objetivo de la misi¨®n, ya que la NASA se ha comprometido a que el Hubble no suponga un peligro tras terminar su vida ¨²til. Adem¨¢s, se pretende que los robots se encarguen de cambiar las bater¨ªas y los gir¨®scopos y, posiblemente, de instalar los nuevos instrumentos de observaci¨®n, ya preparados, para mejorar su capacidad de visi¨®n.
La decisi¨®n no se tomar¨¢ a la ligera. La Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos ha formado un comit¨¦, dirigido por Louis Lanzerotti, para investigar las diversas maneras de reparar el Hubble, sin excluir que al final vayan astronautas en un transbordador, como estaba previsto antes del accidente del Columbia para junio de 2006.
Wayne Hale, director adjunto del programa del transbordador espacial, se mostr¨® partidario a principios de este mes, al declarar ante este comit¨¦, de mantener el plan previsto, aunque teniendo en cuenta las recomendaciones de seguridad del comit¨¦ de investigaci¨®n del accidente del Columbia. Esto supondr¨ªa mandar un transbordador, con cuatro especialistas que pudieran efectuar paseos espaciales y dos que manejaran el brazo rob¨®tico, y mantener preparado en tierra para su lanzamiento inmediato otro transbordador con una tripulaci¨®n m¨ªnima que pudiera ir a rescatar a la primera si se comprobara que su veh¨ªculo hab¨ªa sufrido da?os en el lanzamiento, como le sucedi¨® al Columbia.
Varias importantes empresas espaciales est¨¢n trabajando contra reloj para definir ante la NASA sus propuestas de una misi¨®n rob¨®tica para reparar el Hubble. Entre ellas est¨¢n Lockheed Martin, la empresa que fue la contratista principal del Hubble, y Ball Aerospace. Sin embargo, algunos expertos de la NASA se han mostrado partidarios de utilizar un robot canadiense, de la misma empresa que construy¨® los brazos rob¨®ticos de los transbordadores y de la Estaci¨®n Espacial Internacional, por ser la ¨²nica que tiene experiencia de funcionamiento en el espacio. El coste de la misi¨®n se elevar¨ªa al menos a 500 millones de d¨®lares (413 millones de euros) y probablemente llegar¨ªa a casi los 1.000 millones de d¨®lares (826 millones de euros).
De todo lo que habr¨ªa que hacer en el Hubble la instalaci¨®n de nuevos instrumentos ser¨ªa lo m¨¢s dif¨ªcil y, por tanto, lo que corre mayor riesgo de no hacerse. Habr¨ªa que instalar una c¨¢mara nueva y un espectr¨®grafo de radiaci¨®n ultravioleta. La c¨¢mara, del tama?o de un piano, est¨¢ dise?ada para deslizarse en su sitio desde fuera. Sin embargo, el espectr¨®grafo debe instalarse en un compartimento cerrado cuya apertura y cierre present¨® problemas en misiones anteriores.
Algunos de los astr¨®nomos que se reunieron en mayo en la sede cient¨ªfica del telescopio espacial para pensar en su futuro mostraron preocupaci¨®n por esta operaci¨®n, informa The New York Times. Si las puertas del compartimento no se pudieran cerrar, el telescopio no podr¨ªa funcionar. Otros replicaron que los robots tienen mucho m¨¢s tiempo para hacer sus tareas que los astronautas y son dirigidos desde tierra, por lo que el riesgo es m¨ªnimo.
El Hubble fue puesto en ¨®rbita en 1990, pero su espejo principal estaba mal hecho, por lo que la primera misi¨®n de reparaci¨®n tuvo que arreglar este desaguisado. Desde entonces, el telescopio ha abierto nuevas fronteras en la astronom¨ªa, en campos como la ciencia planetaria y la evoluci¨®n del universo, y se ha convertido en el instrumento cient¨ªfico m¨¢s popular del mundo. Ha sido utilizado para obtener las im¨¢genes m¨¢s espectaculares del universo profundo y tambi¨¦n para confirmar, a trav¨¦s de supernovas, la existencia de una extra?a energ¨ªa oscura que est¨¢ acelerando la expansi¨®n del universo. La mejora de su capacidad de observaci¨®n en ultravioleta es algo que los astr¨®nomos esperan con la ilusi¨®n de que lleve a nuevos descubrimientos.
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