Bill Viola defiende que la c¨¢mara de v¨ªdeo permite al artista "mostrar cosas invisibles"
El creador neoyorquino explica que el medio que utiliza es "una experiencia espiritual"
El videoartista Bill Viola (Nueva York, 1951), educado en la doctrina episcopaliana, cercano al budismo y a la filosof¨ªa zen, afirma que desde ni?o siente que hay algo m¨¢s all¨¢ de la comprensi¨®n humana bajo la superficie. La c¨¢mara de v¨ªdeo, asegura, permite captar esa espiritualidad y "mostrar cosas invisibles", como pretende con las cuatro videoinstalaciones que presenta en la exposici¨®n Bill Viola: temporalidad y trascendencia, que ayer visit¨® en el Museo Guggenheim Bilbao. Viola entiende que la creatividad pura no existe y se declara heredero de la historia del arte.
Viola cree que la c¨¢mara de v¨ªdeo muestra cosas m¨¢s profundas e invisibles porque permite guardar el tiempo. "Los v¨ªdeos ense?an la ausencia de las cosas y el paso del tiempo que no volver¨¢. Considero que es una experiencia espiritual", explica. "Es tambi¨¦n la memoria frente a la percepci¨®n".
En la conversaci¨®n con Viola surgen los nombres de Giotto, Miguel ?ngel, Zurbar¨¢n y Murillo, entre otros maestros de la historia del arte. Con los artistas renacentistas comparte la perspectiva que le ofrecen las lentes de su c¨¢mara de v¨ªdeo y con los barrocos espa?oles su inter¨¦s por plasmar una vida interior, indica. "No existe diferencia entre lo que hac¨ªan los artistas del siglo XV y lo que se hace hoy, es una tradici¨®n que contin¨²a", prosigue. "Ocurre que la historia del arte no est¨¢ escrita por artistas y nos hablan de movimientos y de grandes obras. Yo estoy interesado en la pr¨¢ctica individual, en lo que no se sabe de los artistas".
El videoartista estadounidense reclama la obra de los autores anteriores. "El pasado est¨¢ vivo", a?ade. "En la historia hay momentos de cambio, en los que aparecen artistas radicales, que podr¨ªamos comparar con los freaks de los ordenadores, y que no gustaban a los autores precedentes, como el momento que vivimos".
Viola da la bienvenida a todas las influencias que llegan del exterior. Forman una larga lista que abarca su familia, sus profesores, sus colaboradores y sus lecturas, entre otras los versos de san Juan de la Cruz. "Es una ilusi¨®n pensar en que existe el artista aislado. La creatividad pura no existe. En el mundo de la infomaci¨®n estamos todos incluidos, pero debemos ser cr¨ªticos y elegir aquello que nos influencia. La elecci¨®n es propia e individual", apunta.
Pionero en la utilizaci¨®n art¨ªstica del v¨ªdeo, siguiendo el camino abierto por el coreano Nam June Paik, Viola pron¨®stica un futuro prometedor para el medio gracias a la constante renovaci¨®n tecnol¨®gica y la libertad que los equipos m¨¢s ligeros y baratos aportan. "Las im¨¢genes ya no son creadas por la luz, sino por un sistema de medici¨®n", explica. "Ya no es el ojo el que est¨¢ creando los efectos visuales, sino la mano. Todo lo que est¨¢ en nuestra imaginaci¨®n puede ser transferido y obtener as¨ª im¨¢genes que est¨¢n basadas en nuestros sentimientos y pensamientos".
Viola prepara ahora una escenograf¨ªa para el montaje de la ¨®pera Tristan e Isolda, de Wagner, que Peter Sellars presentar¨¢ en versi¨®n concierto en Los ?ngeles antes de su estreno en abril de 2005 en la ?pera de la Bastilla, en Par¨ªs. Las im¨¢genes se proyectar¨¢n en el escenario a lo largo de las cuatro horas y media de duraci¨®n de la obra creando "un espacio simb¨®lico" animado por la habilidad de la partitura de Wagner para "trasmitir las emociones de los personajes".
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