Un acuerdo anticrisis
El problema de las crisis bancarias es que, en muchas ocasiones, traspasan las fronteras sin perdir autorizaci¨®n. A medida que las entidades son m¨¢s grandes, afectan a m¨¢s pa¨ªses. Por eso, en 1988 el sistema financiero internacional estableci¨® unas normas m¨ªnimas de capital que todas las entidades del mundo desarrollado deb¨ªan cumplir para frenar estas situaciones. Este acuerdo, que no evit¨® crisis posteriores aunque s¨ª las minimiz¨®, reforzaba la solvencia, correg¨ªa los riesgos excesivos y equilibraba las condiciones de competencia entre los bancos. Lo m¨¢s notorio fue que establec¨ªa un m¨ªnimo de capital del 8% sobre los activos de la entidad.
El negocio financiero continu¨® complic¨¢ndose m¨¢s y m¨¢s. As¨ª, en 1999, se plantea la reforma del acuerdo para corregir las carencias anteriores. Las discusiones han durado casi seis a?os y, el pr¨®ximo s¨¢bado, en la ciudad suiza de Basilea, sede del Banco Internacional de Pagos, se presentar¨¢ el texto b¨¢sico del acuerdo, sobre el que caben matizaciones. Se aplicar¨¢ en diciembre de 2006 para los sistemas m¨¢s comunes y en 2007 para los m¨¢s avanzados.
La novedad m¨¢s importante del nuevo marco regulatorio, apoyado en tres pilares, es que el requerimiento de capital no ser¨¢ uniforme, sino adaptado al tipo de negocio y de actividad. As¨ª, habr¨¢ un riesgo de cr¨¦dito, otro de mercado y otro operacional. El segundo pilar es que el supervisor de cada pa¨ªs podr¨¢ determinar el cumplimiento de capital y provisiones y, por ¨²ltimo, se estimula la transparencia con el mercado, para que ¨¦ste conozca el modelo de riesgo de cada entidad.
Este sistema premia (con menores exigencias) a las entidades con mejores sistemas internos de medici¨®n del riesgo y que cuenten con series hist¨®ricas m¨¢s largas, porque se entiende que, como la econom¨ªa es c¨ªclica, el conocimiento del pasado es muy relevante para la actividad diaria. No obstante, el supervisor ser¨¢ exigente a la hora de validar los sistemas internos de medici¨®n de riesgos, el denominado sistema avanzado. En Espa?a es posible que s¨®lo est¨¦ al alcance de las cinco grandes entidades financieras, los tres bancos y las dos cajas.
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