Fulano De Tal
Cuando Fulano De Tal se apoy¨® en la barra del chiringuito de la playa, no pas¨® desapercibido para el se?or Yolev¨ª, reconocedor de tipos de profesi¨®n, que enseguida se acerc¨® a ¨¦l y le dijo: "Oiga, le he reconocido". El se?or De Tal reaccion¨® con cierta aprensi¨®n: "?S¨ª? ?Y c¨®mo es posible, si yo no le he visto en mi vida?"
El se?or Yolev¨ª entorn¨® los ojos: "Hombre, para eso me pagan. En cuanto ha entrado, he sabido que era usted". El se?or Fulano De Tal replic¨®, bastante molesto: "Pues yo a usted no le conozco de nada". El otro insisti¨®: "Caballero, est¨¢ usted hablando con un profesional. Ni aunque se cortase la cabeza lograr¨ªa enga?arme. Es usted, no lo niegue".
"?Maldito fisonomista!", exclam¨® el segundo, y prosigui¨®: "Si es verdad que me conoce, ?puede decirme de qu¨¦?" Yolev¨ª se limit¨® a responder: "De toda la vida". La afirmaci¨®n cay¨® como un mazazo sobre el reconocido, que protest¨®: "Pero, ?no puede dejar de ir por ah¨ª reconociendo a la gente? ?No se da cuenta de que puede molestar a alguien? ?Ser un an¨®nimo es un derecho! ?D¨¦jeme vivir! ?Quiero ser un perfecto desconocido!"
Yolev¨ª le dio unas palmaditas en el hombro para calmarle: "No se ponga tenso, le he dicho solamente que es usted. ?Acaso no es cierto?" Fulano sucumbi¨®: "S¨ª, es cierto, soy yo. Eso no puedo negarlo. Me ha pillado. A veces es duro de aceptar".
Tras esta reflexi¨®n sombr¨ªa, Fulano De Tal plant¨® cara al reconocedor con energ¨ªas renovadas: "A pesar de todo, ?no se da cuenta de que estamos en verano? ?No sabe usted que en verano hay que tomarse unas vacaciones? ?No cree que a lo suyo se le podr¨ªa tachar de exceso de celo? ?Por estas fechas la gente empieza a relajarse! ?Los pol¨ªticos, los jueces, los futbolistas, incluso los gafes se toman unos cuantos d¨ªas de fiesta! ?No cree que, a pesar de haberme reconocido, podr¨ªa haber disimulado y hacer como si no me conociese de nada?"
El otro respondi¨® mec¨¢nicamente: "El m¨ªo, caballero, es un trabajo a tiempo total. Y deber¨ªa estarme usted agradecido: que alguien le reconozca en traje de ba?o es un signo de distinci¨®n, casi un atributo de poder. ?Muchos fulanos como usted desear¨ªan que alguien les reconociese de vez en cuando! H¨¢game caso: cuando alguien le reconozca, reaccione con espont¨¢nea simpat¨ªa, como si usted reconociese tambi¨¦n a su reconocedor".
Fulano De Tal se rindi¨® a la evidencia, invit¨® a una cerveza a su reconocedor y se march¨® a continuaci¨®n del chiringuito, no sin antes declarar: "S¨ª, s¨ª. Ahora creo que empiezo a acordarme de usted".
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