Charisteas hace de Henry
Los griegos demuestran que son algo m¨¢s que guerrilleros, mientras que los franceses no encuentran a sus figuras
Grecia no se limit¨® a meterse en su trinchera y desactivar a Francia. Adem¨¢s, Charisteas o Zagorakis demostraron que s¨ª, que saben tocar la pelota con orden y sentido, no s¨®lo golpearla lejos de su portero.
- Charisteas. Se movi¨® mucho y siempre con una idea da?ina para Francia. Marc¨® un espl¨¦ndido gol y tuvo varias oportunidades m¨¢s. Peligroso y r¨¢pido en el ¨¢rea. Ayud¨® a sus centrocampistas a tapar las subidas de Lizarazu.
- Nikolaidis. El ex delantero del Atl¨¦tico se dedic¨® a lo suyo, o sea, a incordiar a los centrales y a retener ag¨®nicamente, en ocasiones por los suelos, el bal¨®n hasta que llega alg¨²n compa?ero. Fue el primer jugador del partido en disparar a puerta.
- Karagounis. Habilidoso y con criterio. No pierde la paciencia al ver el cuero sobrepasar su cabeza y aprovecha muy bien las pocas ocasiones en las que conecta con Basinas y con Zagorakis en el eje. Entra muy bien desde la segunda l¨ªnea al remate y tiene instinto para adivinar el rechace.
- Zagorakis. Elimin¨® el eje franc¨¦s. Desesper¨® a Makelele hasta el punto de que ¨¦ste le clav¨® los tacos en una jugada que le pas¨® inadvertida al ¨¢rbitro. No se limit¨® a defender. Tambi¨¦n lanz¨® los contragolpes con acierto. Fue el gran protagonista del gol griego: un gran control, un sombrero magn¨ªfico a Lizarazu y un centro con cartab¨®n a Charisteas.
- Zidane. Empez¨® en el centro y apenas toc¨® el bal¨®n. Se desplaz¨® a la banda izquierda y tampoco tuvo el menor protagonismo. Acab¨® de organizador. Fall¨® pases f¨¢ciles y qued¨® engullido por la fogosidad griega. Tuvo que retrasarse mucho para entrar en contacto con la pelota y eso agrand¨® la distancia entre l¨ªneas.
- Makelele y Dacourt. Intrascendentes en el ataque e incapaces de imponer respeto en la defensa. Espectadores de los rondos de Basinas, Zagorakis y Karagounis. Fueron los principales responsables del abismo.
- Henry. Apareci¨® poco y, aun as¨ª, fue el jugador que m¨¢s veces dispar¨®: un cabezazo suyo a cinco minutos del final a punto estuvo de ser el empate. Sufri¨® un marcaje casi individual de Seitaridis. Muy aislado en punta, dio la impresi¨®n de que era el ¨²nico delantero de Francia. Y... no, tambi¨¦n estaba Trezeguet.
- Trezeguet. No toc¨® el bal¨®n. Nunca. Ni siquiera lleg¨® a conectar un cabezazo dentro del ¨¢rea en el segundo tiempo: Kapsis le quit¨® el bal¨®n de la cabeza.
- Gallas. Lastr¨® la banda derecha. Nunca se adapt¨® al lateral y oblig¨® al cambio de banda de Pires al poco de comenzar el encuentro.
- Lizarazu. Un s¨ªntoma de los problemas de Francia. Fue su jugador que m¨¢s tuvo el bal¨®n. El ¨²nico que no sufri¨® una vigilancia estrecha. Intent¨® todo tipo de jugadas individuales infructuosas. Tambi¨¦n puso algunos centros desde la l¨ªnea de fondo. Se trag¨® el sombrero que le hizo Zagorakis en el gol griego.
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