La imparable industria del virus mutante
Las compa?¨ªas de antivirus tratan de prevenir los ataques inform¨¢ticos ante la decadencia de su negocio principal
El 2003 es ya tristemente c¨¦lebre por ser el a?o con m¨¢s virus inform¨¢ticos de la historia. El mercado que trata de detenerlos, el de los antivirus, crece a doble d¨ªgito desde hace 15 a?os, pero los organismos que deben ser protegidos se preguntan por qu¨¦ su seguridad est¨¢ m¨¢s amenazada que nunca si cada vez invierten m¨¢s dinero en reforzarla. ?Son in¨²tiles los antivirus? Este producto est¨¢ por todas partes: un 91% de las empresas espa?olas los utiliza. Pero las compa?¨ªas explican que los nuevos virus son ya tan inteligentes que se distribuyen antes que las vacunas. Por eso, est¨¢n modificando su negocio hacia la prevenci¨®n. Es hora. Microsoft tiene intenci¨®n de competir con ellos.
El 91% de las empresas espa?olas tiene un programa antivirus en su servidor. Pero los ataques son cada vez m¨¢s veloces y devastadores
Un adolescente de Minnesota, de 18 a?os de edad, cre¨® el verano pasado un virus inform¨¢tico llamado MSBlast.B y logr¨® infectar 7.000 ordenadores en tan s¨®lo 24 horas. Enfrente ten¨ªa una gigantesca industria que mueve m¨¢s de 100.000 millones de d¨®lares al a?o, pero que fue incapaz de detenerle. Los casos de ataques de virus y piratas, fallos de programas, robos de informaci¨®n, suplantaci¨®n de la personalidad o espionaje electr¨®nico son cada vez m¨¢s peligrosos, y abundantes: el n¨²mero de incidentes relacionados con la seguridad inform¨¢tica se ha multiplicado por 60 desde 1995, seg¨²n datos del CERT, el centro de seguridad de Internet estadounidense.
?Qu¨¦ est¨¢ ocurriendo? ?Por qu¨¦ los problemas de seguridad no s¨®lo no desaparecen con el tiempo, sino que aumentan? No es por falta de medios. Las empresas de todo el mundo se gastaron en seguridad inform¨¢tica el 5% de sus presupuestos de tecnolog¨ªa en 2001. Y en 2004 invertir¨¢n el doble, un 10%, seg¨²n datos de la consultora tecnol¨®gica IDC. Combatir esta plaga, que ya constituye la m¨¢s peligrosa enfermedad electr¨®nica del siglo XXI, es, por eso, un buen negocio. La venta de soluciones de seguridad inform¨¢tica aumenta entre un 10% al a?o -seg¨²n Merrill Lynch- y un 18% -seg¨²n IDC-.
La madre de todas las plagas es el virus. Seg¨²n explica Marcos G¨®mez, director del Centro de Alerta Antivirus espa?ol (CAT), cada d¨ªa se detectan unos 20 o 30 nuevos pat¨®genos. Y en este momento hay 76.000 de ellos circulando por la Red, dice Panda Software. Por eso, la estrella de los sistemas de seguridad tecnol¨®gica es el producto que trata de detener la propagaci¨®n de esos programas y de limpiar sus efectos, el antivirus. El 91% de las empresas espa?olas lo ha instalado en sus servidores, y el 89% lo tiene tambi¨¦n en los ordenadores de sus empleados, seg¨²n datos del Grupo Penteo.
EE UU, Jap¨®n y Espa?a
Las estadounidenses Symantec, su compatriota Network Associates y la japonesa Trend Micro se reparten este mercado, aunque en Espa?a el l¨ªder es Panda Software. Todas ellas han vivido hasta hace poco, y de manera casi exclusiva, de la venta de los antivirus. Y han vivido bien. Si se toma como ejemplo la marcha financiera de Symantec, que tiene un 13% del mercado europeo de software de antivirus -lo que le convierte en l¨ªder, seg¨²n IDC-, sus acciones se han cuadriplicado desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, y sus ingresos, que en 1999 fueron de 632 millones de d¨®lares, crecieron hasta 1.870 millones en 2004.
Pero el mercado se est¨¢ estrechando peligrosamente, por varios motivos. Para empezar, hay quien cree que el antivirus, en este momento, ya no sirve. "No resuelve los problemas a los que nos enfrentamos hoy en d¨ªa. Este mercado est¨¢ inmerso en una permanente huida hacia delante". Carlos Jim¨¦nez es especialista en seguridad inform¨¢tica desde que creara, hace 15 a?os, la compa?¨ªa de antivirus Anyware, que luego vendi¨® a la multinacional Network Associates. Ahora, como presidente de Secuware, asesora a organismos como el CNI (Centro Nacional de Inteligencia). "El antivirus", razona Pedro Bustamante, director de estrategia internacional de la espa?ola Panda Software, "es la forma m¨¢s efectiva de detectar y eliminar los virus conocidos. El problema es que muchos de los ataques, ahora mismo, son desconocidos".
Todas estas compa?¨ªas invierten cifras de dos d¨ªgitos en I+D, han puesto en marcha sondas que localizan los virus, cuentan con laboratorios situados en bunkers secretos para analizar los pat¨®genos y desarrollar una vacuna, pagan a personal especializado que trabaja 24 horas al d¨ªa y todos los d¨ªas del a?o... Sin embargo, y a pesar de la sofisticaci¨®n de los sistemas de an¨¢lisis, los ataques son provocados -en muchos casos- por j¨®venes que apenas llegan a la mayor¨ªa de edad, y son cada vez m¨¢s devastadores.
Seg¨²n Network Associates, cuando un virus infecta a una empresa, recuperarse le cuesta una media de 5.000 euros.
Complejos y vulnerables
Las compa?¨ªas de antivirus dicen entender la frustraci¨®n de los usuariosm pero, a?aden, los tiempos han cambiado. Y los ataques, tambi¨¦n. Los sistemas son cada vez m¨¢s complejos, pero tambi¨¦n m¨¢s vulnerables. Las redes est¨¢n tan interconectadas que los virus circulan cada vez a mayor velocidad, y contagian a muchos m¨¢s usuarios. Adem¨¢s, "cada vez hay m¨¢s formas de llegar a un ordenador", explica Ignacio Su¨¢rez, especialista en prevenci¨®n de intrusiones de Network Associates. La popularizaci¨®n del acceso a Internet por ADSL (que supone que un PC est¨¦ conectado de forma permanente a Internet) o por redes inal¨¢mbricas wi-fi facilita la propagaci¨®n. Como explica Pedro Bustamante, de Panda, los virus que antes tardaban uno o dos d¨ªas en distribuirse ahora lo hacen en menos de una hora. Ya no hay tiempo material de identificarlos, crear una vacuna y distribuirla. En realidad, ya no hay tiempo para nada.
Hay otro problema. Los ataques son cada vez m¨¢s sofisticados. Las empresas ya no hablan de virus, sino de c¨®digos maliciosos, multiformes, repletos de funciones, y capaces de mutar por s¨ª mismos y escapar a las vacunas. "Hablamos de hackers autom¨¢ticos y peque?itos, es decir, piratas inform¨¢ticos robot", dice Ignacio Su¨¢rez. La cuesti¨®n es que, antes de virus como el Nimda o el Blaster, estos pat¨®genos electr¨®nicos precisaban de la intervenci¨®n humana -como hacer un clic en el archivo adjunto de un correo- para contagiar a otro ordenador. Ya no es necesario. Los virus funcionan solos; es una lucha de un ordenador contra otro ordenador. Ya no hacen da?o a un PC. Su objetivo ahora es colapsar la Red.
"Las amenazas ya no son simples intrusiones", resume Joaqu¨ªn Reixa, director general de Symantec para Espa?a y Portugal. "Ahora, un virus te infecta, se reproduce y luego puede sustituir tu personalidad enviando correos a tu lista de direcciones", contin¨²a Reixa.
Esta impotencia ante la sofisticaci¨®n de los ataques ha provocado que las compa?¨ªas afectadas por ellos, como Microsoft o SCO, hayan recurrido a los cazarrecompensas para detener a los cibercriminales. As¨ª se detuvo al joven de Minnesota que cre¨® el MSBlast.B, Jeffrey Lee Parson. El dinero est¨¢ logrando lo que los antivirus y la ley no pueden conseguir.
El problema del antivirus no reside s¨®lo en la concepci¨®n del producto; es que es un negocio complejo. No hay l¨ªderes claros que lo dominen. "Hay decenas de fabricantes, que venden una miriada de productos, con muchos mensajes, que adem¨¢s son divergentes", confirma IDC. En Europa Occidental (ver cuadro) no hay ning¨²n fabricante con m¨¢s de un 15% del mercado. Es, adem¨¢s, un negocio c¨ªclico, porque las compa?¨ªas suelen cambiar de proveedor cada dos o tres a?os, cuando creen comprobar que el anterior no funciona. Seg¨²n una encuesta mundial de Deloitte Touche a empresas de todo el mundo, un 83% dijeron que hab¨ªan tenido problemas de seguridad inform¨¢tica en el primer trimestre de este a?o, frente al 39% del mismo periodo de 2003.
El papel de Microsoft
Un ¨²ltimo problema es pr¨¢ctico y tiene nombre propio: Microsoft. Ha comprado la compa?¨ªa rumana GeCad, y esta semana se ha rumoreado que podr¨ªa estar interesada en Network Associates, algo que ambas han negado. Sea como sea, si Microsoft decide entrar de lleno en este negocio, el mercado se va a complicar mucho para los vendedores independientes. "Una vez que Microsoft compita en el mercado del antivirus para PC, como seguro que har¨¢, un alto porcentaje de los usuarios de Windows lo comprar¨¢n", asegura Graham Titteringon, analista de la consultora inglesa Ovum. "No hay que ser muy listo", confirma Reixa, de Symantec, "para deducir que esto nos afectar¨ªa".
Por todos estos motivos, las empresas de antivirus quieren ser algo m¨¢s. Quieren reaccionar antes de que un c¨®digo malicioso se publique, ser "el prosegur de los ordenadores", dice Santiago Roncero, director comercial de Trend Micro. Vigilar, avisar y detener. Y si se mete la pata, limpiar.
El objetivo es reducir la venta de simples productos antivirus y aumentar las de detecci¨®n de intrusos, y seguridad en los tel¨¦fonos m¨®viles y en las redes. Symantec asegura que los antivirus suponen ya s¨®lo el 20% de su negocio y, de hecho, acaba de comprar Brightmail, una compa?¨ªa especializada en frenar el correo electr¨®nico basura. Es la misma pol¨ªtica de Network Associates, que en el ¨²ltimo a?o y medio ha vendido y comprado empresas para desarrollar toda una pol¨ªtica de prevenci¨®n de intrusiones. La japonesa Trend Micro, mientras, ha llegado a un acuerdo con Cisco, fabricante de equipos de redes, para cortar el problema antes de que llegue a los ordenadores. Y Panda va a anunciar en unos meses una nueva tecnolog¨ªa, llamada True Prevent -"aut¨¦ntica prevenci¨®n"- que va a modificar toda su estrategia, de la venta de antivirus a la "detecci¨®n", explica.
Empresas de todo el mundo esperan, mientras, el pr¨®ximo gran ataque inform¨¢tico sin saber de d¨®nde provendr¨¢, si podr¨¢n solucionarlo y lo que tendr¨¢n que pagar por hacerlo. Llevar¨¢ tiempo comprobar si la evoluci¨®n de las tecnolog¨ªas reactivas (antivirus) a las proactivas (detecci¨®n) conseguir¨¢ terminar con las amenazas. Pero, como dice un ejecutivo del sector del software: "Tenemos que hacer algo para que ese coste no sea imputable a nuestra ineficacia".
Una polilla en el ordenador o los riesgos de la vida real
Los hackers lo llaman "ingenier¨ªa social" y consiste, b¨¢sicamente, en explotar los fallos de seguridad f¨ªsicos de una compa?¨ªa para despu¨¦s atacar los virtuales. No es una idea muy sofisticada, ni novedosa. Los primeros problemas en sistemas electr¨®nicos de los que se tiene noticia se remontan a 1945, cuando una ingeniera de la Marina estadounidense descubri¨® que su ordenador estaba paralizado porque una polilla se hab¨ªa colado en el interior. Desde entonces, a los agujeros de seguridad de los sistema se les llama bugs (bichos).
Ordenadores mal apagados, contrase?as de acceso a la red que se repiten constantemente o que son f¨¢ciles de averiguar y, en general, excesiva confianza en todos los mensajes que se reciben por el ordenador son algunos de los principales riesgos de la seguridad en la actualidad. "?Por qu¨¦ creemos ciegamente en la inform¨¢tica?", se pregunta Carlos Jim¨¦nez, de Secuware. Una de las formas m¨¢s sencillas de crear problemas es enviar un correo que contiene un hoax o enga?o: se explica a los amigos que hay un virus circulando muy da?ino y que, para saber si el PC est¨¢ infectado, hay que buscar un determinado archivo y borrarlo de inmediato. En realidad, el virus es el mensaje porque ese fichero es esencial para el funcionamiento del ordenador.
Los expertos creen tambi¨¦n que gran parte de los problemas de seguridad inform¨¢tica se derivan de algo del mal uso del papel. Jos¨¦ Helguero, director general de Helas, una consultora especializada en protecci¨®n de datos, explica que muchos escapes de informaci¨®n provienen de papeles que se imprimen o fotocopian y nunca se reocogen, o se tiran a la papelera conteniendo informaci¨®n confidencial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.