Las llaves de una vejez tranquila
El Ayuntamiento de Sabadell entrega 101 viviendas de protecci¨®n oficial destinadas a personas mayores
Uno est¨¢ acostumbrado, en estos actos pol¨ªtico-festivos que suelen celebrarse en las entregas de llaves de pisos de protecci¨®n oficial, a ver a j¨®venes de entre 20 y 35 a?os con una sonrisa de oreja a oreja porque al fin van a tener vivienda propia. Ayer, en Sabadell, hab¨ªa tambi¨¦n mucha felicidad, pero la mediana de edad de los agraciados superaba los 70 a?os. Eran los nuevos inquilinos de un complejo de 101 viviendas de alquiler bautizado como Sant Oleguer. Y si en una entrega de llaves lo que se respira normalmente es euforia ante una vida al fin independiente de los padres, ayer lo que demostraban los propietarios de los nuevos pisos era sobre todo sosiego.
Es el caso de Francesc Genesc¨¤, de 76 a?os, y Angelina Albereda, de 72. Como la mayor¨ªa de los que van a ser sus vecinos, estos ancianos pueden valerse por s¨ª mismos. Sin la ayuda de su hijo no pod¨ªan pagar el alquiler de su anterior vivienda. "Ha sido como si nos hubiera tocado la loter¨ªa, con la pensi¨®n que recibimos tampoco hubi¨¦ramos podido pagar una residencia". Angelina repasaba ayer su nuevo hogar con los ojos de un ama de casa experta y comentaba que seguro que el arquitecto que lo ha ideado no era mujer, por como ha dise?ado la cocina. Pese a todo, asegura que ahora respira tranquila, va a poder pagar un alquiler y llegar a fin de mes.
Ramon Bernal y Teresa Buils regresaron a Espa?a cuando "se arreglaron las cosas" -tras la muerte de Franco-. El suyo fue un exilio dif¨ªcil que empez¨® en Francia, donde Ramon, teniente del ej¨¦rcito republicano, fue detenido y deportado a Alemania. Despu¨¦s cruzaron el Atl¨¢ntico y vivieron en Argentina y Brasil. Su ¨²ltima casa, como siempre de alquiler, estaba en un barrio de calles empinadas, la Serra de Camar¨®. "Mi marido est¨¢ enfermo y yo soy la que tengo que llevar la casa, aqu¨ª es todo llano y vivo cerca de la familia", explica Teresa. En el otro barrio, lleg¨® un momento "en el que no pod¨ªa m¨¢s, ten¨ªa que salir a comprar y no pod¨ªa andar por las calles cuesta arriba". Poder acceder a la vivienda de alquiler es, asegura Teresa, "la soluci¨®n a nuestra vejez". Adem¨¢s, a?ade esta mujer que nunca deja de sonre¨ªr, y m¨¢s ayer porque era su aniversario de bodas, "aqu¨ª ser¨¦ libre e independiente porque una residencia tiene que ser muy triste".
Lo que m¨¢s valora Manolo Rodr¨ªguez, de 73 a?os, es "la independencia", aunque tambi¨¦n gozar¨¢ de ayuda. "Hasta ahora me las he tenido que apa?ar solo", asegura. Manolo lleva m¨¢s de 17 a?os cuidando de su mujer, que tiene Alzheimer. "Est¨¢ toda r¨ªgida y tengo que darle de comer con una sonda". Tambi¨¦n est¨¢ a su cargo una sobrina de 37 a?os a la que un accidente de tr¨¢fico conden¨® a una silla de ruedas. Los tres ahora se van a vivir al piso de Sant Oleguer.
A Ramon Bria, otro de los nuevos vecinos del edificio, le encanta escribir poes¨ªas. Tiene 89 a?os y hasta hace poco su vida era una mudanza tras otra, de casa de un hijo a la de otro. Hace un a?o conoci¨® a Antonia ?lvarez, de 76 a?os. Se enamoraron, pero la ¨²nica opci¨®n que ten¨ªan era la residencia donde hasta el d¨ªa de ayer viv¨ªan. Al fin van a poder "vivir juntos e independientes".
Mar¨ªa Dolores V¨¢zquez, de 75 a?os, viv¨ªa hasta hace poco en un piso de alquiler "en muy malas condiciones, sin calefacci¨®n, ni ascensor ni gas ciudad". "Ten¨ªa que ser una vivienda temporal, pero mis hijos murieron y he pasado 37 a?os viviendo ah¨ª como he podido", explica. Un piso destartalado y, sin embargo, caro por la pensi¨®n que cobra. "El nuevo lo tendr¨¦ que amueblar", aunque afirma que se las apa?ar¨¢ "con cuatro sillas, mesa, lavadora y la tele".
Mar¨ªa Dolores se ha quitado un peso de encima. "Los ¨²ltimos a?os que me quedan van a ser tranquilos y c¨®modos, he ganado una tranquilidad que antes no ten¨ªa, tampoco podr¨ªa vivir en una residencia, sin hijos ni hermanos; nadie me vendr¨ªa a ver para darme un abrazo los fines de semana".
Un proyecto innovador
El alcalde de Sabadell, el socialista Manuel Bustos, lo ha bautizado como "un proyecto innovador que es una referencia para toda Catalu?a". Se trata de un complejo de 101 viviendas de alquiler de protecci¨®n oficial, no tuteladas pero con un Centro de Asistencia Primaria (CAP) en la planta baja, adem¨¢s de servicios de restaurante y bar, salas de lectura, juegos e inform¨¢tica. En total el Ayuntamiento ha invertido 7,5 millones de euros en este complejo que destina 6.922 metros cuadrados para viviendas, 1.415 para servicios y 1.505 para el CAP.
Los pisos son de 40 metros cuadrados, y tienen una habitaci¨®n, un comedor, ba?o adaptado, cocina y un balc¨®n. Hay tambi¨¦n un total de seis pisos destinados a personas mayores con hijos discapacitados o personas dependientes. El alquiler es de 300 euros al mes, incluye los gastos de luz, agua y gas y un servicio de limpieza al mes. Tener m¨¢s de 65 a?os y poder valerse por s¨ª mismo eran los requisitos que exig¨ªa el Ayuntamiento para optar a estas viviendas, que disponen tambi¨¦n de conserjer¨ªa, teleasistencia, comida a domicilio y limpieza del hogar.
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