El parque de la discordia

Las excavadoras comenzar¨¢n pr¨®ximamente a mover la tierra de la vieja cabecera del cauce del Turia para construir el nuevo jard¨ªn zool¨®gico y de atracciones de Valencia. Arrancar¨¢ as¨ª un proyecto, el Parque de Cabecera, sobre el que planean las denuncias del PSPV de supuestas irregularidades y favoritismos del equipo de gobierno del PP hacia Rain Forest Valencia, SL, que gan¨® por 50 a?os la concesi¨®n. La adjudicaci¨®n y tramitaci¨®n del expediente "es un traje hecho a la medida" de Rain Forest y le permite abrir un centro comercial no previsto, asegura la concejal socialista Carmina del R¨ªo. "La adjudicaci¨®n es perfectamente legal", replica el teniente de alcalde, Alfonso Grau. En boca de ambos, la concesionaria, dirigida por Jos¨¦ Maldonado, que afirma que abrir¨¢ "un magn¨ªfico zool¨®gico y parque de atracciones".

El PSPV critica un centro comercial que para el PP es parte de un parque de ocio

Al concurso s¨®lo se present¨® Rain Forest, a la que se adjudic¨® el contrato el 22 de noviembre de 2001, con un coste de 38,03 millones de euros para abrir el zool¨®gico o Bioparque (9,5 hect¨¢reas), un parque de atracciones (5,5 hect¨¢reas) y un aparcamiento de 1.000 plazas. A partir de ah¨ª, el proyecto ha vivido una tortuosa tramitaci¨®n, ha incrementado su inversi¨®n (a cargo de la empresa) hasta los 56 millones y suma un fuerte retraso sobre la primera fecha de apertura, en marzo de 2005. La zona verde reservada para trasladar el zoo de Viveros y dar espacio fijo a los feriantes -que no tendr¨¢n cabida, se quejan los socialistas-, s¨®lo alberga ahora las obras del bosque fluvial del Ayuntamiento.

"Llevamos dise?ando el parque dos a?os y medio 25 personas, y el resultado va a ser espectacular", sostiene Maldonado, que defiende que su empresa "se est¨¢ arriesgando con un proyecto de alta calidad" y no le est¨¢n "regalando nada". El responsable de Rain Forest Valencia apenas ha intervenido en la pol¨¦mica. Fuentes conocedoras del proyecto consideran que la empresa se ha visto envuelta en "una guerra pol¨ªtica" en la que el Ayuntamiento no habr¨ªa arropado suficientemente su propia apuesta. "Un zool¨®gico no se improvisa y me gustar¨ªa que se respondiera a la pregunta de qui¨¦n lo puede hacer", afirma Maldonado. En su opini¨®n, Rain Forest es "la ¨²nica empresa en Espa?a" especializada en el dise?o de un zool¨®gico moderno y con capacidad de gestionar ese espacio, que da "condiciones ¨®ptimas para los animales" y recrea sus h¨¢bitats "con gran detalle".

Maldonado responde as¨ª a las dudas socialistas sobre la adjudicaci¨®n, ya que el PP vari¨® el pliego de condiciones original para que pudiera presentarse una empresa sin la calificaci¨®n de contratista de obras. Rain Forest s¨®lo cumpli¨® entonces los requisitos, resalta el PSPV, que alega que la ley no permite a la firma subcontratar m¨¢s del 50% de la obra.

Llama la atenci¨®n del PSPV el hecho de que Rain Forest Valencia, SL, se inscribiera en el registro mercantil cinco d¨ªas antes de la apertura de plicas del concurso, y que presentara certificados de Hacienda y la Seguridad Social de sus firmas madre, Rain Forest, SA, y Rain Forest Dise?o, "lo que no se deber¨ªa haber permitido". El PSPV tambi¨¦n ha cuestionado la solvencia de la empresa, "objeto de una m¨¢s que indulgente fiscalizaci¨®n" por parte del Consistorio, que corre a su juicio el peligro de perder el control sobre un suelo que es p¨²blico. Destaca, adem¨¢s, que Rain Forest pag¨® con retraso la fianza por el contrato, present¨® un aval a ¨²ltima hora y necesit¨® autorizaci¨®n para hipotecar la concesi¨®n a fin de lograr pr¨¦stamos.

Maldonado explica que no todos los socios de Rain Forest, SA, participan en el proyecto de Valencia, por lo que se cre¨® una nueva empresa que tiene "un capital social de 8,4 millones de euros". A?ade que es una "pr¨¢ctica habitual" pedir avales o hipotecar la concesi¨®n. "Tambi¨¦n lo hemos hecho en nuestro zoo de Fuengirola y pagamos religiosamente", dice. Aunque no desvela qui¨¦nes son sus socios valencianos, fuentes del entorno de la firma indican que participan un constructor de Gandia y un empresario ligado al negocio de la comida r¨¢pida.

Del R¨ªo tambi¨¦n denuncia que el PP ha despejado el camino para que la empresa no tenga que asumir el alto sobrecoste del desv¨ªo del colector norte, que pagar¨¢ la Generalitat, y tampoco ve claro que el canon del 1% de los ingresos que percibir¨¢ el Ayuntamiento incluya los beneficios de la explotaci¨®n del centro comercial. El PSPV sostiene que este centro comercial supera la edificabilidad del plan general, incumple el uso recreativo asignado a la zona y es ajeno al proyecto original, convertido as¨ª en un "parque de negocio" sobre suelo expropiado por "inter¨¦s p¨²blico". La zona comercial, contra la que recurrir¨¢ en los tribunales, ocupar¨¢ 37.000 metros cuadrados y costar¨¢ 17,8 del total de 56 millones de euros.

Grau rechaza cualquier incumplimiento y afirma que s¨®lo habr¨¢ negocios habituales en un parque de ocio. Rain Forest, por contra, admite que la zona comercial ha crecido con la concreci¨®n del proyecto, y la ve necesaria como "polo de atracci¨®n hacia esa parte de la ciudad". "Queremos crear una zona de ocio integrada, con un conjunto basado en la naturaleza y su conocimiento", se?ala Maldonado. Su carta de presentaci¨®n es el zoo de Fuengirola, que abri¨® en junio de 2001, y donde a la vista del visitante flamingos y cocodrilos comparten una misma playa en realidad separada por un cristal colocado bajo un puente, o los lemures se mezclan con ant¨ªlopes en un mismo espacio. El dise?o es "b¨¢sico" para hacer "imperceptible" la separaci¨®n de espectador y animales, rodeados de vegetaci¨®n o rocas modeladas a semejanza de su entorno. "La gente ver¨¢ trozos de naturaleza en los que intentamos que los animales act¨²en como en su entorno natural", dice Maldonado, que resalta su adscripci¨®n a los programas europeos de especies amenazadas, por los que Fuengirola alberga tres gorilas cedidos por el zool¨®gico holand¨¦s de Rotterdam. El zoo ocupa una hect¨¢rea, mientras que en Valencia deber¨¢ hacer frente a 10 para reproducir los h¨¢bitats de Madagascar, el ?frica ecuatorial y la sabana eti¨®pica. El PSPV, sin objeciones importantes a este dise?o, mantiene sus cr¨ªticas a la tramitaci¨®n del proyecto y rechaza la zona comercial.