La derrota de las grandes Ligas

Ya han desaparecido de la competici¨®n Espa?a, Italia, Alemania, Inglaterra y Francia, los pa¨ªses con las cinco Ligas m¨¢s disputadas y duras de Europa y probablemente del mundo. ?Qu¨¦ ha podido suceder? Hay un factor claro que es el cansancio, no s¨®lo por el mayor n¨²mero de partidos, sino tambi¨¦n por la dificultad para conseguir puntos en esos campeonatos. Las fuerzas han llegado muy justas y los jugadores son incapaces de realizar el sobreesfuerzo que requiere esta competici¨®n. Un estudio reciente de este peri¨®dico revelaba que la Liga espa?ola hab¨ªa sido la m¨¢s disputada del continente, tanto por la diferencia entre los primeros como por el elevado n¨²mero de puntos obtenidos por los ¨²ltimos. En las Ligas de otros pa¨ªses, como Portugal y Grecia, la vida es m¨¢s tranquila. Y el nivel f¨ªsico que han mostrado es una de las claves de sus buenos resultados.

- Cambio de estilo en Holanda. El sistema de Holanda es muy semejante al del Bar?a de este curso, con tres hombres, Cocu, Davids y Seedorf, centrados en la l¨ªnea de creaci¨®n. Contra Suecia, Advocaat vari¨® el sistema tras la sustituci¨®n de Davids por Heitinga. Pas¨® a jugar con tres centrales y, lo que es m¨¢s importante, vari¨® el estilo de juego. A partir de ese momento, prescindi¨® bastante del centro del campo, donde se vio a un agotado Cocu, y busc¨® el pase largo a Robben y Van Nistelrooy. Con el cambio de s¨®lo un hombre, Holanda vari¨® toda su concepci¨®n sobre el modo de elaborar el juego.

- El aire fresco de Robben. Es un jugador diferente a los dem¨¢s. Encara al adversario con soltura, regatea y centra. Tiene velocidad y, si es necesario, frena y vuelve a arrancar. Da pases de gol y hasta tuvo la suerte de marcar el penalti decisivo contra Suecia. En el Deportivo ya lo sufrimos en la Liga de Campeones cuando jugamos contra el PSV Eindhoven. Es un jugador que despierta grandes expectativas.

- Disciplina sueca. A Suecia es tan dif¨ªcil ganarle que se fue del campeonato sin perder. Los suecos corren y presionan mucho en el mediocampo y se despliegan muy bien en el ataque con dos hombres muy complementarios, Larsson e Ibrahimovic, que a¨²nan calidad y gol. La presencia de centrales r¨¢pidos como Mellberg y Jakobsson les permite adelantar la defensa y todo el equipo es muy veloz en su repliegue. Contra Holanda lleg¨® a la pr¨®rroga en mejores condiciones f¨ªsicas y, al final, pudo ganar.

- Decadencia francesa. Francia ha perdido velocidad en las transiciones. Algunos de sus jugadores han madurado en exceso por la edad y el equipo no tiene la salida desde atr¨¢s que le daban algunos ya retirados, como Blanc o el propio Deschamps. Ahora les sustituyen en esa funci¨®n Thuram y Silvestre, que no tienen con la pelota un criterio tan claro y que, adem¨¢s, en sus equipos juegan de laterales. Todo eso obliga a Zidane y Pires a recibir el bal¨®n desde posiciones m¨¢s retrasadas y s¨®lo la velocidad de Henry es capaz de sorprender al rival antes de darle tiempo a replegarse. Encima, a Trezeguet se le apag¨® el olfato del gol.

- El ejemplo heleno. Grecia juega en bloque y con marcajes combinados: al hombre, en zona o mixtos, seg¨²n las partes del campo. Atr¨¢s, las operaciones las dirige Dellas, el hombre libre. Tiene jugadores fuertes, de sacrificio y brega constante, sobre todo en el centro del campo. Ah¨ª reside su equilibrio.

- Formas de defender. Tras el r¨¢pido gol de Owen contra Portugal, Inglaterra retras¨® su defensa hasta situarse a pocos metros del portero, James, con el peligro de que un remate cercano fuese inevitable. Y as¨ª acab¨® sucediendo con el cabezazo de Postiga que dio el empate a los portugueses. Inglaterra confiaba mucho en el juego a¨¦reo de los centrales, Terry y Campbell, quienes, tras la entrada de Postiga, se encontraron con un segundo delantero al que atender. Hay dos formas de defender: fi¨¢ndote del poder¨ªo a¨¦reo de los centrales o presionando mucho en las bandas para cortar las posibilidades de que el rival centre. En el primer gol portugu¨¦s, Beckham permiti¨® que Sim?o centrase con comodidad confiado en que los centrales despejar¨ªan.

- Olfato de entrenador. Lo que decide para los aficionados si un entrenador acierta o no con los cambios es el resultado que hayan ofrecido. Contra Inglaterra, Scolari ampli¨® el frente de ataque con Sim?o, que reemplaz¨® a un medio de contenci¨®n, Costinha. Cuando necesitaba un rematador, recurri¨® a Postiga en sustituci¨®n de un Figo que estaba conduciendo la pelota en exceso por el centro y parec¨ªa cansado. El jugador no lo acept¨® muy bien, pero el cambio fue eficaz. ?Por qu¨¦ Scolari prefiri¨® a Postiga y no a Pauleta, titular en los dos partidos anteriores? Probablemente, porque Postiga, que juega en el Tottenham, conoc¨ªa mejor a los rivales. Y quiz¨¢ tambi¨¦n porque su olfato de entrenador hab¨ªa percibido el des¨¢nimo en Pauleta por su suplencia.