Los exportadores ganan
Los semifinalistas cuentan con 51 futbolistas en clubes de otros pa¨ªses y contrastan su brillo con el fiasco de selecciones con apenas emigrantes
Existe una palabra en italiano, mammone, que sirve para designar al hijo que va cumpliendo a?os y se resiste a abandonar la casa de los padres. Vive bien y no le falta el dinero. Forma parte esencial de la cultura italiana y tambi¨¦n de la espa?ola. Extrapolados al f¨²tbol, los mammoni ser¨ªan los futbolistas que se niegan a fichar por un club extranjero porque se encuentran muy a gusto en su propio pa¨ªs, donde perciben salarios millonarios. Es decir, Espa?a, Italia, Alemania e Inglaterra, cuatro grandes naciones que han sido arrumbadas de la fase final de la Eurocopa. Justo lo contrario de las cuatro semifinalistas, que cuentan con 51 futbolistas fuera de sus fronteras. Son pa¨ªses que exportan mucho e importan poco. Sus chicos han aprendido idiomas, culturas, distintas maneras de entender el juego, y han regresado a sus selecciones para triunfar. Los que m¨¢s seleccionados tienen en otras ligas son los checos (18), seguidos de los holandeses (17) y, empatados, de los griegos y los portugueses (8). Son, en suma, gente de mundo con el gen de la competitividad m¨¢s desarrollado. Y que con su marcha permiten dar salida en sus pa¨ªses a nuevos j¨®venes con talento. El efecto positivo es doble. Es el cruce de culturas del que habla el t¨¦cnico del M¨®naco, Didier Deschamps, que consider¨® clave su paso por el calcio para convertirse en el capit¨¢n que llev¨® a Francia a conquistar la Copa del Mundo de 1998 y la Eurocopa de 2000.
En Espa?a, s¨®lo uno de los 23 seleccionados por I?aki S¨¢ez prob¨® fortuna en otras competiciones: Morientes, a quien le fue muy bien en el M¨®naco. Otro que emigr¨® entre l¨¢grimas al Chelsea fue Reyes, excluido a ¨²ltima hora por S¨¢ez. Parece como si actuar en el exterior fuera un defecto m¨¢s que una virtud, de tan encantada como est¨¢ la Liga espa?ola de haberse conocido. Lo mismo sucede en Inglaterra, donde Rooney es ya Roonaldo, y en Italia, donde Totti es un fen¨®meno sin precedentes. Sin embargo, el ¨²nico t¨ªtulo de Espa?a, la Eurocopa de 1964, se logr¨® con el liderazgo de Luis Su¨¢rez, que llevaba tres a?os en el calcio, donde gan¨® con el Inter dos Copas de Europa: en 1964 al Madrid y en 1965 al Benfica.
Peor es el ejemplo italiano: ni uno solo de los internacionales de Trapattoni act¨²a fuera del calcio. Los azzurri han sido verdaderos mammoni. Lo mismo que los brit¨¢nicos. Tradicionalmente encerrada en s¨ª misma, Inglaterra ha abierto sus fronteras a la entrada de futbolistas en cascada, pero apenas ha dejado salir a los suyos: s¨®lo Hargreaves, que lleg¨® a Alemania a los 16 a?os y pertenece al Bayern, y Beckham, en su aventura comercial en el Madrid. Tambi¨¦n dos es el cupo de alemanes que han atravesado sus confines: el portero Lehman, en el Arsenal, y el medio Hamann, en el Liverpool.
Tras los partidos, es curioso pasarse por las ruedas de entrevistas de los jugadores y comprobar c¨®mo espa?oles, italianos, alemanes e ingleses s¨®lo hablan en su lengua materna. No les pregunten en otra que huyen despavoridos. En cambio, los checos est¨¢n familiarizados con el alem¨¢n y el ingl¨¦s; los holandeses con el castellano, el catal¨¢n y el ingl¨¦s; los griegos con el italiano y el ingl¨¦s; y los portugueses, con un poco de todo. Figo, por ejemplo, responde indistintamente en espa?ol, ingl¨¦s y portugu¨¦s.
- Rep¨²blica Checa. El futbolista checo que se queda en casa es la excepci¨®n que confirma la regla. Puede que sea debido a que todav¨ªa no ha sido descubierto o a todo lo contrario (Poborsky ha regresado al Sparta de Praga despu¨¦s de un amplio periplo). O puede que como Heinz, una de las revelaciones del torneo, no cuajara en Alemania por su mala relaci¨®n en el Hamburgo con el entrenador, el ex valencianista Kurt Jara. Y por eso volvi¨® al Banik Ostrava. Nedved lleg¨® hace ocho a?os al Lazio antes de fichar por el Juventus, que pag¨® 41 millones de euros. Koller peregrin¨® por B¨¦lgica (Lokeren y Anderlecht) para ganarse el derecho a entrar en el Borussia Dortmund. Comparte vestuario con Rosicky, que irrumpi¨® hace tres a?os en la Bundesliga. Y el joven portero Cech, de 22 a?os, ya ha acumulado experiencia en la Liga francesa (el Rennes) y va camino del Chelsea. Dicen que va a ser el mejor portero del mundo.
- Holanda. Desde Johan Cruyff, los holandeses son unos n¨®madas impenitentes. Tienen fama de adaptarse a cualquier circunstancia y consideran Espa?a y, sobre todo, Barcelona como una segunda residencia. Nueve son los jugadores que han pasado por el Bar?a. Tres de sus delanteros son o han sido bandera de tres de las Ligas m¨¢s poderosas de Europa: Van Nistelrooy en Inglaterra, Makaay en Alemania y Kluivert en Espa?a. De los que siguen en Holanda, dos joyas tienen las horas contadas en el Ajax: Van der Vaart y Sneijder. Hasta el veterano Van Hooijdonk, de 34 a?os, ha decidido alargar su carrera en el Fenerbahce turco. Por probar que no quede. El ¨²ltimo ser¨¢ el zurdo Robben, de 20 a?os, atado por el magnate ruso del Chelsea, Roman Abramovich.
- Grecia. Emigrar es una tradici¨®n reciente en el f¨²tbol griego, pero empieza a dar frutos. La experiencia en el exterior le ha otorgado un oficio del que carec¨ªa. Y que se traduc¨ªa en un fracaso tras otro en las grandes competiciones: no hab¨ªa ganado ni un solo partido hasta llegar a Portugal. Ocho son los chicos de Otto Rehhagel que juegan en clubes for¨¢neos. Ninguno triunfa de manera rotunda, pero al menos les ha servido para algo. El central Dellas, por ejemplo, est¨¢ siendo una torre pese a que apenas ha participado en el Roma. Antes estuvo en el Sheffield y en el Perugia. El lateral zurdo Fyssas ha confirmado su buena temporada en el Benfica. El centrocampista Karagounis, autor del primer gol del torneo ante Portugal, ven¨ªa de ser irrelevante en el Inter; y lo mismo el delantero Charisteas, con dos tantos, in¨¦dito en el Werder Bremen, a la sombra de Ailton. Tambi¨¦n el habilidoso Vryzas, que estaba en la Serie B italiana: el Fiorentina, reci¨¦n ascendido. Y el lateral derecho Seitaridis, que cambia el Panathinaikos por el Oporto: ocupar¨¢ la vacante de Ferreira, que se va al Chelsea.
- Portugal. Los portugueses se lo piensan dos veces para marcharse. Pero, cuando lo hacen, son pieza clave all¨¢ donde van. Figo, Rui Costa y Couto, campeones juveniles en 1989 y 1991, representan una generaci¨®n exitosa en sus clubes. Lisboeta de 32 a?os, Rui Costa sali¨® de los juveniles del Fafe, se afianz¨® en el Benfica y salt¨® a Italia en 1994: pas¨® siete cursos en el Fiorentina antes de fichar por el Milan y conquistar la Copa de Europa y la Liga. Otro lisboeta de casi 32, Figo, vive hace nueve a?os en Espa?a. El Bar?a lo fich¨® del Sporting de Lisboa en 1995 y, cinco a?os despu¨¦s, el Madrid se lo llev¨® pagando 37 millones. Tambi¨¦n procede del Sporting Cristiano Ronaldo, de 19 a?os, que fascin¨® en un amistoso al t¨¦cnico del Manchester United, Alex Ferguson, que lo contrat¨®. Ahora cautiva a todo el planeta. El imitador de Panenka en los cuartos de final ante Inglaterra, el delantero Postiga, de 21 a?os, no logra adaptarse al Tottenham. Pauleta, en cambio, natural de las islas Azores, se curti¨® en Espa?a (Salamanca y Depor) antes de triunfar en Francia (el Burdeos y ahora el Paris Saint Germain).
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