?Qu¨¦ nos importa?
A las 10.37 del d¨ªa de ayer lleg¨® a todas las redacciones del mundo suscritas al servicio de Associated Press (AP) una foto que da mucho que pensar. En ella se ve al ministro de Asuntos Exteriores de Espa?a, Miguel ?ngel Moratinos, muy concentrado, escuchando por medio de auriculares un discurso, y tras ¨¦l al embajador espa?ol ante la OTAN, Juan Prat y Coll, haciendo otro tanto. Lo sorprendente no es que el ministro y el embajador utilizaran auriculares -muchas veces se hace porque mejora la ac¨²stica, incluso cuando se domina el idioma que utiliza el orador-, sino que no hiciera lo mismo, nada menos que durante la apertura de la trascendental cumbre de la OTAN en Estambul, nuestro presidente de Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.
Si es cuesti¨®n sabida que el presidente del Gobierno no es precisamente un pol¨ªglota, cabe preguntarse por los motivos de lo que dif¨ªcilmente puede interpretarse sino como desinter¨¦s. Si a esta imagen se a?ade la decisi¨®n de Rodr¨ªguez Zapatero de abandonar la cumbre de Estambul poco despu¨¦s de inaugurarse y sin esperar a la intervenci¨®n del presidente de Afganist¨¢n, Hamid Karzai, aut¨¦ntico protagonista de una vasta operaci¨®n en la que la Alianza Atl¨¢ntica se juega nada menos que su credibilidad, y con ella una buena parte de nuestra seguridad com¨²n, no hace falta siquiera acordarse de la retirada precipitada de Irak -antes del 30 de junio se dijo y fue 48 horas despu¨¦s de decirse- para preguntarse si no estaremos dando una impresi¨®n manifiestamente mejorable entre aliados y enemigos.
Nadie le est¨¢ pidiendo al presidente del Gobierno que demuestre tablas en el escenario internacional. Su af¨¢n viajero en el pasado ha sido menor si cabe que el que mov¨ªa al gobernador de Tejas hoy ya m¨¢s conocido -y algo m¨¢s viajado- como presidente de Estados Unidos. Pero si un cronista tan avezado como el corresponsal diplom¨¢tico de este peri¨®dico, Peru Egurbide, hace una directa relaci¨®n entre este mutis descort¨¦s y el "cansancio relativo con la actividad internacional que el propio Zapatero declaraba en una entrevista publicada ayer ", deber¨ªamos todos empezar a preocuparnos un poco por la indolencia que comenzamos a transmitir. Ya hemos sido el ¨²nico pa¨ªs que ha abandonado a sus aliados en un momento de m¨¢xima tensi¨®n en Irak. Puede que este hecho haya apuntalado la popularidad del presidente en esta democracia tan emocionalmente levitante que utiliza la palanca del humor o talante popular para acabar insultando a hombres de trayectoria tan brillante e intachable como Paco Rubio Llorente por atreverse a discrepar, desde el Consejo de Estado nada menos, de las soluciones imaginativas del Gobierno en materia de justicia. Aqu¨ª ya vale con hacer ambiente para lograr imponer las "soluciones imaginativas" m¨¢s yey¨¦s y callar la boca a todo aquel que intente recordar los beneficios probados de cierta ortodoxia en cuanto a leyes, normativas diversas, ordenamiento territorial o relaciones internacionales. Quien ose hacerlo es difamado de inmediato como miembro irredento de la banda de la caverna o, en el peor de los casos, como legionario de Cristo.
En Irak, mientras tanto, ayer se produjo el traspaso de poderes al Gobierno iraqu¨ª, el ya ex proc¨®nsul Paul Bremer se ha ido a Estados Unidos y comienza a cristalizar la idea de que son muchos m¨¢s los iraqu¨ªes que quieren una salida al conflicto como el esbozado frente a esos que por aqu¨ª tantos califican de gloriosa resistencia y que en gran parte no son siquiera ciudadanos del pa¨ªs. Por supuesto que todo es susceptible de empeorar en Irak y en todas partes, pero tras la resoluci¨®n de la ONU y el acto de traspaso oficial de soberan¨ªa de ayer existen tambi¨¦n posibilidades de que las cosas mejoren.
Si mejoran, los iraqu¨ªes y aquellos pa¨ªses que han estado hasta el final en este dur¨ªsimo proceso no tendr¨¢n nada que agradecernos. Tampoco Karzai, que buscar¨¢ en vano al presidente que se ha vuelto a Madrid a preparar una cumbre que todos los dem¨¢s, desde Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso a Jacques Chirac, Gerhard Schr?der a Silvio Berlusconi, han tenido tiempo de preparar antes para despu¨¦s poderse tomar la molestia de escuchar las intervenciones de una cumbre de la OTAN en un pa¨ªs que va a ser la piedra angular de nuestra seguridad en las pr¨®ximas generaciones.
Pero como nosotros somos tan soberanos y estamos dando lecciones al mundo con nuestra nueva doctrina, lo que suceda en Irak o lo que pueda decir Karzai sobre Afganist¨¢n nos importa lo mismo que a nuestro presidente el discurso no entendido en la Cumbre de Estambul.
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