Ben Stiller vuelve a ganar como el rey de los perdedores

Pocos pierden como Ben Stiller, humillado una y otra vez en la pantalla con los momentos m¨¢s vergonzosos, desde pillarse con la bragueta hasta dejar que su esperma le cuelgue de la oreja o sufrir los peores retortijones siempre en medio de la cita m¨¢s rom¨¢ntica. Pero quiz¨¢ por eso mismo este neoyorquino apocado y de poca talla ha crecido hasta convertirse en el rey de los perdedores. No es que todo lo que toque se convierta en oro, pero por muy absurdas que sean sus comedias, incluso cuando parecen un caso perdido, acaban arrancando las carcajadas al p¨²blico.

Y si hab¨ªa alguna duda, el inesperado ¨¦xito de Dodgeball en la taquilla estadounidense ha demostrado su val¨ªa. Una pel¨ªcula que la cr¨ªtica lleg¨® a describir con epitafios al estilo de "no es que sea el final del cine americano pero casi" de puro absurda y que el p¨²blico ha condecorado con m¨¢s de 30 millones de d¨®lares de recaudaci¨®n en su estreno, casi el doble que el otro filme de ese mismo fin de semana, la ¨²ltima producci¨®n de Steven Spielberg, The Terminal.

"La audiencia quer¨ªa hacer unas risas, pura y simplemente", resumi¨® el encargado de distribuci¨®n de los estudios Fox, Bruce Snyder, en referencia a este inesperado triunfo. Una comedia que vuelve a reunir a Stiller con parte de su equipo habitual, Vince Vaughn entre ellos, en una historia centrada en torno a algo tan absurdo como partidos profesionales de "bal¨®n prisionero", juego t¨ªpico de recreo infantil, donde el humorista es el malo de la pel¨ªcula, con un moreno permanente de bote y un peinado exagerado de los a?os setenta.

Un ¨¦xito que ha vuelto a demostrar el dominio que tiene Stiller entre una audiencia principalmente masculina y por debajo de los 25 a?os, aunque tambi¨¦n cuenta con un gran atractivo entre las mujeres. "Con Ben uno es capaz de sentir su verg¨¹enza, te puedes imaginar en una situaci¨®n similar... y dar gracias de que no te pasa a t¨ª", resume el director y guionista John Hamburg. Junto a ¨¦l, Stiller trabaj¨® en Y entonces lleg¨® ella, otra de sus comedias que sorprendieron con su ¨¦xito este a?o. Un a?o prol¨ªfico, porque, junto con estas dos cintas, Stiller ha estrenado en Estados Unidos Starsky & Hutch y Envy, adem¨¢s de participar con un peque?o papel en Anchorman, mientras ultima la continuaci¨®n de Los padres de ella, titulada Meet the fockers. En ella, el c¨®mico de 38 a?os ha reunido a Dustin Hoffman y Barbra Streisand para interpretar a sus padres en una pel¨ªcula que podr¨ªa convertirse en la comedia de este invierno.

Como buen rey de los perdedores, Stiller tambi¨¦n cuenta con grandes fracasos en esta d¨¦cada, en la que, como asegura la cr¨ªtica, el actor ha basado su carrera en un complicado equilibrio entre sus mejores instintos y sus m¨¢s bajas pasiones, entre el buen gusto y el oportunismo comercial. DreamWorks ha aprendido la lecci¨®n, con dos proyectos de Stiller el mismo a?o, Dodgeball y Envy. Vendi¨® el primero y se qued¨® con el segundo. Una pena, ya que el primero fue el que dio dinero y el segundo el que se hundi¨® en el fracaso.

Stiller tambi¨¦n ha fracasado como actor serio, algo que intent¨® hace a?os con Permanent midnight, y con la direcci¨®n, en el mayor fiasco de Jim Carrey, Un loco a domicilio. Pese a todo, y lejos de su mejor criterio, Stiller quiere volver a intentarlo, y su sue?o es llevar a la pantalla What makes Sammy run?, la novela de Budd Schulberg sobre el ascenso de un magnate de Hollywood, una historia que promete enfurecer a la comunidad jud¨ªa a la que pertenece y proyecto que su propio padre, Jerry Stiller, considera un craso error. Al menos hasta que sorprenda a todos en la pantalla con otro explosivo ¨¦xito.