Zapatero y la defensa de la ciudadan¨ªa

Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero no hizo ayer, quiz¨¢s, el discurso que esperaba la mayor¨ªa de los delegados del 36? Congreso Federal del PSOE. Se notaba que los delegados quer¨ªan "ca?a" y un discurso alegre y entusiasta por la recuperaci¨®n del Gobierno y el triunfo del 14 de marzo. Pero Zapatero les ofreci¨® un discurso muy distinto, con un hilo conductor serio y muy poco dado a provocar las alegr¨ªas de los cuadros de mando de cualquier partido pol¨ªtico.

Una parte del discurso, la m¨¢s extensa, consisti¨® en la revista pormenorizada, puntillosa, de lo que ha hecho su Gobierno en este "pr¨®logo" de menos de cien d¨ªas. Pero otra, la m¨¢s interesante, incluy¨® el resumen pr¨¢ctico de su propia filosof¨ªa: no hay que tener miedo a la profundizaci¨®n de la democracia, al di¨¢logo entre grupos parlamentarios, a la voluntad de hacer votar en el Congreso decisiones que se podr¨ªan adoptar en solitario, no hay que tener miedo a renunciar a algunos privilegios ejecutivos si a cambio se establecen reglas democr¨¢ticas que sirvan tambi¨¦n en los periodos de oposici¨®n...

Zapatero parece tan obsesionado como antes de llegar al Gobierno con la idea de la ciudadan¨ªa; una ciudadan¨ªa a la que considera claramente mejor fuente de inspiraci¨®n pol¨ªtica que cualquier partido, incluido el suyo. Escuch¨¢ndole, se aprecia que ¨¦se es el tema que realmente le apasiona y en el que se encuentra m¨¢s c¨®modo. Quiz¨¢s los delegados del congreso se sienten menos atra¨ªdos que ¨¦l por ese tema y por eso ayer, pese a estar alegres, entraron poco en ebullici¨®n. Zapatero lleg¨® incluso a pedirles que presten m¨¢s atenci¨®n a lo que pasa en la calle que a lo que piensan ellos mismos, y que le sirvan esa informaci¨®n, en lugar de ser un simple eco del Gobierno.

Como en todos los congresos de los partidos pol¨ªticos, una parte importante de la funci¨®n se desarrolla en los pasillos. Ayer, el principal tema de charla en los corrillos era la posici¨®n de los socialistas catalanes y su exigencia de que Jos¨¦ Montilla, primer secretario del PSC y ministro, entre en la nueva ejecutiva y no s¨®lo en el Consejo Territorial. Daba la impresi¨®n de que la mayor¨ªa de los delegados no ten¨ªa problema con la figura de Montilla, un pol¨ªtico muy apreciado tambi¨¦n en el PSOE, sino con la idea de que el PSC pueda estar reclamando el pago de sus "facturas", algo que se mira con bastante disgusto. La atenci¨®n se fija ahora en la llegada del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, que tiene previsto intervenir hoy ante los delegados.

Diga lo que diga Maragall, los socialistas catalanes parecen haberse convertido ya en los protagonistas de este "congreso tranquilo" porque, adem¨¢s del tema Montilla, han planteado tambi¨¦n su incomodidad con dos p¨¢rrafos de la ponencia marco, del apartado "El fortalecimiento de la Espa?a de las autonom¨ªas". La frase "reforzaremos nuestra cohesi¨®n territorial como la ¨²nica manera estable de garantizar que el principio incuestionable de la unidad de Espa?a convive con el reconocimiento de la diversidad...." ten¨ªa ya ayer por la tarde otra redacci¨®n posible. No parece, por el contrario, que nadie est¨¦ dispuesto a cambiar la referencia textual al "marco de la Constituci¨®n" como exigencia para las reformas estatutarias.