L¨ªo de papeles

La desclasificaci¨®n de documentos secretos por el Gobierno implica siempre un dif¨ªcil equilibrio entre transparencia y responsabilidad. La decisi¨®n anunciada ayer constituye un batiburrillo que no facilitar¨¢ la labor de la comisi¨®n parlamentaria de investigaci¨®n del 11-M. Hay documentos que se desclasifican directamente, casi todos de Interior. Otros a los que tendr¨¢ acceso en sesi¨®n secreta, sin posibilidad de fotocopiarlos, la comisi¨®n del 11-M. Unos terceros que se ver¨¢n en la Comisi¨®n de Secretos Oficiales, formalmente de gastos reservados, del Congreso, cuyos integrantes, distintos de los de la primera, tienen obligaci¨®n de guardar silencio sobre la informaci¨®n que reciban. Y finalmente otros seis del CNI (Centro Nacional de Informaci¨®n), que no se desclasifican pues ata?en a servicios de informaci¨®n extranjeros o a su funcionamiento interno. Es verdad que el Gobierno ha atendido, como afirma, a "la pr¨¢ctica totalidad" de peticiones de la comisi¨®n, pero de forma poco operativa.

La decisi¨®n prima la ley del CNI de 2002, m¨¢s restrictiva, sobre la de Secretos Oficiales de 1968, reformada en 1978. ?sta se?ala que el Congreso y el Senado no se ver¨¢n afectados por la declaraci¨®n de materias clasificadas y "tendr¨¢n siempre acceso a cuanta informaci¨®n reclamen". En definitiva, ha pesado en el Gobierno el criterio de Defensa, de quien vuelve a depender el CNI y cuya credibilidad se intenta preservar.

En la lucha contra el terrorismo de diversas clases, este pa¨ªs necesita de la colaboraci¨®n de las fuerzas de seguridad y los servicios extranjeros. Esta necesidad justifica que algunos papeles del CNI no se desclasifiquen. Pero tambi¨¦n es perentorio saber en qu¨¦ fallaron los servicios, para poder mejorar la prevenci¨®n de atentados como el del 11-M. A este respecto, la comisi¨®n ha de dilucidar si la informaci¨®n y los an¨¢lisis disponibles fluyeron suficientemente entre la Polic¨ªa, la Guardia Civil, el CNI y en general todos los ¨®rganos implicados.

La prioridad es que la comisi¨®n del 11-M aclare lo que pas¨®. El l¨ªo sobre las diferentes clases de acceso a los papeles no parece la mejor forma de proceder. Pero este ejercicio contrasta con la irresponsabilidad del Gobierno de Aznar, que, en funciones, desclasific¨® documentos del CNI solamente para justificarse pol¨ªticamente. La Comisi¨®n de Secretos Oficiales tendr¨¢ al menos acceso a las evaluaciones del CNI sobre las supuestas armas de destrucci¨®n masiva de Sadam Husein antes de la guerra. Sus conclusiones deber¨ªan ser p¨²blicas. Es el m¨ªnimo derecho de una ciudadan¨ªa que se opuso radicalmente a una guerra fabricada, ilegal e injustificada.