PIB regional

El INE public¨® el pasado d¨ªa 30 la primera estimaci¨®n (por tanto, bastante provisional) de la Contabilidad Regional de Espa?a (CRE-95) de 2003. Esta estad¨ªstica estima para cada Comunidad Aut¨®noma el PIB a precios corrientes y constantes (sin desagregar por componentes de la demanda) y, por ramas de actividad, el valor a?adido bruto (VAB) a precios corrientes y constantes, la distribuci¨®n del VAB entre las remuneraciones de los asalariados y el excedente bruto de explotaci¨®n/rentas mixtas y el empleo total y asalariado. A nivel provincial, tambi¨¦n se calcula el PIB y el VAB (s¨®lo a precios corrientes y con menos desagregaci¨®n que a nivel auton¨®mico) y el empleo total y asalariado por grandes ramas. Esto se completa con otras estimaciones, que suelen publicarse a comienzos del oto?o, de la cuenta de rentas de los hogares a nivel auton¨®mico y provincial, si bien con datos referidos a dos a?os antes. La metodolog¨ªa es la del SEC-95, es decir, el sistema de cuentas com¨²n a todos los pa¨ªses europeos, lo que asegura que los datos sean homog¨¦neamente comparables con las estimaciones del resto de regiones europeas.

Quedan lagunas importantes para tener una visi¨®n econ¨®mica completa de las regiones

La informaci¨®n proporcionada por estas estad¨ªsticas es muy valiosa para los estudios de Econom¨ªa Regional y para los responsables de los gobiernos a todos los niveles, teniendo en cuenta el grado de descentralizaci¨®n pol¨ªtico-administrativo a que ha llegado (y parece que a¨²n llegar¨¢ m¨¢s) este pa¨ªs. No obstante, todav¨ªa quedan lagunas importantes para tener una visi¨®n econ¨®mica suficientemente completa de las regiones. Por poner algunos ejemplos, no se elaboran estimaciones de renta disponible nominal y en t¨¦rminos de paridad de poder adquisitivo (m¨¢s significativas que las del PIB como indicadores del nivel o bienestar econ¨®mico), no se sabe nada sobre la inversi¨®n privada y p¨²blica, tampoco sobre los flujos comerciales entre las distintas regiones y, sobre todo, no se elaboran las cuentas de las administraciones p¨²blicas, que permitir¨ªan llegar a las balanzas fiscales y, con ello, tener una buena base para el dise?o de los sistemas de financiaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas y para la pol¨ªtica de cohesi¨®n territorial a la que alude nuestra Constituci¨®n.

Si tomamos los datos de los ¨²ltimos cinco a?os (gr¨¢fico izquierdo), m¨¢s significativos que los de uno aislado, Murcia, con un 3,8%, se sit¨²a en cabeza en cuanto al crecimiento medio anual del PIB, seguida a poca distancia de Andaluc¨ªa (3,6%), Canarias, Extremadura, Navarra y Madrid (3,5% cada una). Claramente descolgadas de la media nacional (3,1%) se sit¨²an Baleares (2,2%) y Asturias (1,8%).

Claro que esta clasificaci¨®n no coincide con la puede realizarse tomando el crecimiento del PIB por habitante, dado que la poblaci¨®n no crece igual en todas las CC.AA. En esta clasificaci¨®n, Extremadura (3,2%), Pa¨ªs Vasco (3,1%), Cantabria (3,1%), Andaluc¨ªa (3%), Castilla y Le¨®n (3%), Navarra (2,9%) y Arag¨®n (2,8%) se sit¨²an claramente por encima de la media nacional (2,5%), mientras que Catalu?a (2,2%), La Rioja (2,2%), Comunidad Valenciana (2,2%), Asturias (2,1%), Ceuta y Melilla (1,8%), Canarias (1,1%)y Baleares (-0,1%) se sit¨²an por debajo. Se nota una cierta tendencia a que las comunidades con menor renta por habitante crezcan m¨¢s, aunque con excepciones y no de una forma suficientemente r¨¢pida, teniendo en cuenta las grandes diferencias que, seg¨²n las estimaciones de Eurostat (gr¨¢fico derecho), existen entre las m¨¢s ricas (Madrid y Navarra) y las m¨¢s pobres (Andaluc¨ªa y Extremadura).

?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).