Zapatero logra pleno apoyo para una ejecutiva integrada por su equipo y dirigentes regionales
La Comisi¨®n Ejecutiva Federal elegida ayer en el 36? congreso del PSOE, con el 96,10% de los votos de los 923 delegados, se parece bastante a la que su l¨ªder, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero -ratificado el d¨ªa anterior con el 95,81% de los sufragios-, ide¨® d¨ªas antes y concret¨® en la madrugada del domingo. Eso s¨ª, ha tenido que ceder a demandas de los l¨ªderes territoriales, y sobre todo ante el PSC, pero b¨¢sicamente se ha salido con la suya, y de los 30 hombres y mujeres de los que se rodear¨¢ (15 y 15), muchos son de elecci¨®n personal.
"Es una ejecutiva integrada, integradora y consistente", declar¨® el secretario general. En la direcci¨®n, integrada por cinco miembros m¨¢s que la anterior, convivir¨¢n parte del n¨²cleo que empez¨® con Zapatero, veteranos como Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra o Alfonso Perales -que se encargar¨¢ de las relaciones institucionales y la pol¨ªtica auton¨®mica- y un grupo de j¨®venes procedentes de ¨¢reas municipales y auton¨®micas.
El PSC no cedi¨® hasta que Jos¨¦ Montilla tuvo un puesto en la c¨²pula
Los barones s¨®lo aceptaron quedar fuera cuando Zapatero dijo que su decisi¨®n era firme
Blanco sigue como hombre fuerte y Alfonso Perales entra con un papel muy relevante
En la direcci¨®n convivir¨¢n el equipo de Zapatero, veteranos y j¨®venes del ¨¢mbito local
El l¨ªder socialista ha culminado el congreso con un respaldo absoluto y en un ambiente de gran optimismo. En menos de cuatro a?os, ha llevado el partido al Gobierno. El proyecto pol¨ªtico que ha salido del congreso no difiere en absoluto del elaborado para las elecciones de hace cuatro meses. De la asamblea no salen novedades pol¨ªticas, sino una configuraci¨®n del poder.
Y si no hubiera trascendido en los d¨ªas previos que Zapatero deseaba que los barones fueran al Consejo Territorial, y que s¨®lo pensaba mantener a un ministro en la ejecutiva, opini¨®n que luego tuvo que modificar, el congreso habr¨ªa sido el del aplauso y nada m¨¢s, despu¨¦s de a?os de crisis.
Se cuela Montilla
El c¨®nclave ha confirmado que Jos¨¦ Blanco, secretario de organizaci¨®n, refuerza sus poderes y coordinar¨¢ la labor de la ejecutiva, como n¨²mero dos del partido, aunque si por ¨¦l hubiera sido algunos de los miembros de la direcci¨®n escogidos por Zapatero no se sentar¨ªan en la ejecutiva. Adem¨¢s, como secretario de organizaci¨®n se lleva las culpas de lo que ha ocurrido con el PSC, es decir, de la pretensi¨®n frustrada de que Jos¨¦ Montilla, primer secretario del partido catal¨¢n, no estuviera en la direcci¨®n federal. Tampoco Zapatero contaba con Montilla. En conversaci¨®n con el representante del PSC, Miquel Iceta, le inform¨® de que en sus planes estaba que todos los l¨ªderes regionales, y tambi¨¦n el m¨¢ximo responsable del PSC, estuvieran en el Consejo Territorial y no en la ejecutiva. El l¨ªder socialista quiere dotar de una gran entidad al Consejo Territorial y s¨®lo quer¨ªa como excepci¨®n que Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra se sentara en la ejecutiva. El PSC mostr¨® su disconformidad. El criterio de llevar a los barones al Consejo no le cuadraba. El PSC no es una federaci¨®n, sino un partido federado con el PSOE, y como tal siempre ha estado representado en la direcci¨®n de Madrid.
Despu¨¦s de horas de tensi¨®n, en las que la delegaci¨®n catalana se prepar¨® para dar una respuesta contundente si su primer secretario era excluido -como renunciar a estar en la misma aunque les ofrecieran dos o tres puestos-, Zapatero, animado por Chaves y Rodr¨ªguez Ibarra, decidi¨® que Montilla estar¨ªa en la ejecutiva. Y as¨ª lo comunic¨® al resto de los barones, como una decisi¨®n firme. A?adi¨® que resultaba in¨²til que continuaran el pulso de las dos primeras jornadas con el argumento de que si Montilla estaba, ellos tambi¨¦n.
Lo cierto es que se not¨® el inter¨¦s general por preservar a Zapatero de cualquier cr¨ªtica por lo ocurrido, aunque tuviera que forzarse un poco la realidad de lo sucedido. Tanto Chaves como Blanco ofrecieron la versi¨®n de que "Montilla siempre estuvo en la ejecutiva" y el problema vino por la resistencia de algunos barones a aceptar que el catal¨¢n estuviera y ellos no.
Preocupaci¨®n vasca
El portavoz de la delegaci¨®n catalana, Miquel Iceta, con cierta sorna, se alegr¨® de que esa sea la versi¨®n que se quiere dar de lo ocurrido. Pero en el PSC se replica que saben muy bien lo que les hab¨ªan dicho al respecto Blanco y despu¨¦s Zapatero. Sin embargo,todos prefirieron olvidar los roces, incluso los m¨¢s levantiscos, que aseguraban que no pod¨ªan volver a sus territorios excluidos de la ejecutiva mientras Montilla se quedaba en ella.
Especial preocupaci¨®n demostraron los socialistas vascos, pero la tormenta amain¨® cuando Zapatero decidi¨® que su secretario general, Patxi L¨®pez, ser¨¢ el coordinador del Consejo Territorial. El balear Francesc Antich es un ejemplo de la actitud general cuando conoci¨® la decisi¨®n firme de Zapatero sobre las dos de la madrugada. "Acepto de buen grado", declar¨® con una sonrisa, "porque sobre todo soy zapaterista". A partir de ese momento, los representantes de federaciones se dedicaron a lo pr¨¢ctico, conseguir representantes en la ejecutiva y el comit¨¦ federal. "En este partido nadie puede tener problemas por expresar sus ideas y sus cr¨ªticas", proclam¨® Zapatero.
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