Los fantasmas del pasado acechan en Per¨²
El pa¨ªs andino vive una situaci¨®n social explosiva y la popularidad del presidente Alejandro Toledo no supera el 8%
Per¨² tiene dos mundos tan distantes como desconectados. Poco saben los siete millones de residentes en la capital, Lima, de los problemas de los 18 millones que viven en las regiones. El ¨²ltimo conflicto social se registra estos d¨ªas en Ayacucho, con una ola de saqueos a ra¨ªz de una huelga de maestros. El mes pasado, el linchamiento de los alcaldes de dos localidades peruana y boliviana por vecinos enardecidos que los acusan de corrupci¨®n sac¨® a la luz las amenazas y la violencia en territorio ind¨ªgena aimara, donde el Estado brilla por su ausencia. Esta situaci¨®n no se ha revertido a pesar de que Per¨² tiene por primera vez un presidente cholo (de origen indio), Alejandro Toledo, quien llega hoy a Espa?a en visita de Estado.
No faltan analistas que vaticinan un rebrote de la violencia terrorista
La Defensor¨ªa del Pueblo peruana present¨® recientemente su tercer informe sobre conflictos de distinta intensidad -48 en lo que va de a?o- entre la poblaci¨®n y autoridades locales y regionales, que incluyen agresiones y retenci¨®n de personas. En las ¨²ltimas semanas otros tres alcaldes estuvieron a punto de ser linchados. La Confederaci¨®n General de Trabajadores de Per¨² (CGTP) ha convocado para el pr¨®ximo d¨ªa 14 una huelga general y reclama una Asamblea constituyente.
El centralismo lime?o y el abandono del interior alimentan las tensiones. "Las potencialidades est¨¢n en todo el territorio del pa¨ªs, pero las decisiones clave se toman en la capital", se?ala Pilar Arroyo, soci¨®loga del Instituto Bartolom¨¦ de las Casas.
Los estallidos de violencia popular en distintos puntos de Per¨², como ahora en Ayacucho y antes en Arequipa y Cuzco, son de car¨¢cter espont¨¢neo y obedecen m¨¢s a la indignaci¨®n ante condiciones de vida deplorables que a directrices de partidos pol¨ªticos o grupos subversivos, pese a que el Gobierno acusa a Sendero Luminoso. En el Per¨² profundo, en los departamentos andinos o en la selva amaz¨®nica, el Estado est¨¢ tan ausente y la poblaci¨®n tan olvidada como hace 20 a?os. ?se fue el caldo de cultivo que permiti¨® el surgimiento de Sendero Luminoso, que lleg¨® a imponer su ley en amplias zonas de Per¨² por la v¨ªa del terror.
La ira popular contra autoridades locales que ha degenerado en linchamientos ha sido comparada por algunos medios con la irrupci¨®n de la violencia senderista a partir de 1980. Veinte a?os de guerra interna dejaron m¨¢s de 69.000 muertos, seg¨²n el informe de la Comisi¨®n de la Verdad y Reconciliaci¨®n. Sendero Luminoso es un triste recuerdo que hoy s¨®lo deja su huella a trav¨¦s de pintadas. La mayor¨ªa de sus dirigentes y militantes est¨¢n en la c¨¢rcel condenados a cadena perpetua. Como el l¨ªder m¨ªtico Abimael Guzm¨¢n, presidente Gonzalo, que renunci¨® hace a?os a las armas. Pero no faltan analistas que vaticinan un rebrote de la violencia terrorista con las mismas o nuevas siglas.
Con Alejandro Toledo, millones de peruanos de origen indio que hist¨®ricamente han sido los grandes olvidados del poder pol¨ªtico en manos de los blancos albergaron la esperanza del cambio. Hoy se ha desvanecido y el sentimiento predominante es de frustraci¨®n. No en vano la aceptaci¨®n popular del presidente no supera el 8%, seg¨²n las encuestas. Como ocurre con otros pa¨ªses de la regi¨®n, Per¨² presenta buenos ¨ªndices macroecon¨®micos que no han tenido efecto en la calidad de vida de sus habitantes. Pese al crecimiento del PIB del 4%, la inflaci¨®n controlada, el d¨¦ficit fiscal manejable y la mejor¨ªa de las exportaciones, sobre todo del sector minero (11,3% del PIB), la situaci¨®n social es explosiva. La distancia entre los recursos y la realidad socioecon¨®mica es abismal. Per¨² es el segundo pa¨ªs pesquero despu¨¦s de China, tiene abundante miner¨ªa y una capacidad tur¨ªstica por desarrollar.
La corrupci¨®n impregn¨® el aparato del Estado durante la d¨¦cada del presidente Alberto Fujimori. El Congreso, la justicia y las Fuerzas Armadas actuaron al dictado del todopoderoso jefe de espionaje de la ¨¦poca, Vladimiro Montesinos, brazo derecho del presidente. Aquel siniestro personaje est¨¢ preso en un penal de m¨¢xima seguridad de Per¨². Pero la lucha contra la corrupci¨®n, que fue el caballo de batalla del Gobierno provisional del presidente Valent¨ªn Paniagua, ha perdido eficacia en el mandato de Toledo, seg¨²n reconocen ex ministros y fuentes judiciales.
Desarmar la red gigantesca tejida por el fujimontesinismo, como se denomina en Per¨² al anterior r¨¦gimen, no fue tarea f¨¢cil. La actuaci¨®n de un grupo de jueces y fiscales anticorrupci¨®n fue decisiva para descubrir y detener a los responsables de graves delitos. Pol¨ªticos, empresarios, banqueros, jueces y generales fueron a parar a la c¨¢rcel. Fueron momentos de euforia en los que muchos peruanos creyeron ver el fin de la impunidad. Pero el castigo para la mayor¨ªa de los responsables no llega. Los procesos avanzan hoy con una lentitud irritante y muchos ciudadanos sienten que el esfuerzo de los primeros tiempos se ha desvanecido.
Los seguidores del anterior r¨¦gimen conservan una significativa capacidad de entorpecer las reformas en las instituciones del Estado. Pero no es tan grande como aseguran las nuevas autoridades, que tienden a culpar a "la mafia fujimontesinista" de todos los males, incluidos los propios.
Cooperaci¨®n espa?ola para combatir la pobreza
Espa?a es el tercer pa¨ªs del mundo que aporta m¨¢s ayuda oficial al desarrollo (AOD) a Am¨¦rica Latina, despu¨¦s de Estados Unidos y Jap¨®n, y por delante de la Comisi¨®n Europea. Dicha cooperaci¨®n sobrepasa el 40% de la ayuda total bilateral, y de ese porcentaje una buena parte va destinada a Per¨².
Con motivo de la visita del presidente Alejandro Toledo, la jornada hispano-peruana que se celebrar¨¢ ma?ana en la Casa de Am¨¦rica pondr¨¢ el ¨¦nfasis en la lucha contra la pobreza, tanto en la exposici¨®n de la Cooperaci¨®n Espa?ola en el pa¨ªs andino como en las conferencias organizadas. El 54,4% de la poblaci¨®n peruana vive en condiciones de pobreza y el 24,4% en la indigencia. El 41,9% tiene las necesidades b¨¢sicas insatisfechas.
La Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional (AECI), en coordinaci¨®n con el Estado peruano, coejecuta un conjunto de proyectos de desarrollo en diversos campos. La AOD en Per¨² supuso en el a?o 2002 un desembolso de 35,5 millones de euros. Espa?a tiene comprometidos en la mesa de cooperaci¨®n internacional con Per¨² (periodo 2002-2004) 204 millones de euros en programas financieros y nueve millones en conversi¨®n de deuda. M¨¢s de 100 organizaciones no gubernamentales (ONG) desarrollan actividades de cooperaci¨®n en Per¨², canalizan el 42% del total de la cooperaci¨®n bilateral, y 30 de ellas tienen delegaci¨®n permanente en el pa¨ªs andino.
Los 19 proyectos que tiene en marcha la AECI en Per¨² incluyen, entre otros, el fortalecimiento institucional del Ministerio de Salud, alfabetizaci¨®n y educaci¨®n b¨¢sica de adultos (hay dos millones de personas iletradas), fortalecimiento de pol¨ªticas educativas en educaci¨®n biling¨¹e, desarrollo del turismo, mejora de los recursos hidrol¨®gicos, desarrollo del sector pesquero, conservaci¨®n de patrimonio cultural, fondos para cr¨¦ditos dirigidos al microempresariado (el 96% de establecimientos formales son microempresas), red de centros de innovaci¨®n tecnol¨®gica, cooperaci¨®n interuniversitaria, ayuda alimentaria, centros de formaci¨®n agr¨ªcola, defensa y respeto de los derechos de los pueblos ind¨ªgenas, proyectos de conservaci¨®n del medio ambiente en Arequipa y la Amazon¨ªa -Per¨² ocupa el cuarto lugar entre los 12 pa¨ªses que concentran el 70% de la biodiversidad del planeta-, fortalecimiento de capacidades para el proceso de descentralizaci¨®n, e instalaci¨®n y mantenimiento de 1.000 hect¨¢reas de cultivo de palmito.
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