Buenas emociones
Cuatro solos hilvanados por un v¨ªdeo acaso demasiado presente y pretencioso que m¨¢s que unir condiciona las piezas, las somete a un estilo que hoy por hoy la danza de vanguardia deja atr¨¢s como lenguaje superado. Son cuatro dramas que hablan de cuatro soledades y de muchos fantasmas: sociales, ¨ªntimos, amados y odiados. Pero lo importante es el aporte de los artistas, que tiene sus dos momentos m¨¢s elevados y potentes en el franc¨¦s Nicolas Rambaud y en la madrile?a Teresa Nieto. Los trabajos de Gabriela Solini y Guillermo Weickert parecen no estar concluidos, la primera queriendo ser t¨¦cnica y qued¨¢ndose en ejercicios poco construidos, y el segundo con un humor par¨®dico sin consecuci¨®n danc¨ªstica ni teatral.
Mapamundi
Programa de solos: To.do.: Gabriela Solini (Argentina) / Mauricio Corretj¨¦; Nicolas Rambaud (Francia) / A. Vivaldi y Natasha Atlas: Salocin; Guillermo Weickert (Espa?a) / Nick Cave y Portonuovo: Descenso (Capricho); Teresa Nieto (Espa?a) / L. Bord¨®n, N. Paganini y Omar Faruk Tekbilek: Solipandi. Videocreaci¨®n: Octavio Iturbe. Teatro Pradillo. Madrid. Hasta el 1 de agosto.
Rambaud vuelve aqu¨ª a su registro de lirismo descarnado, y baila mucho y bien. Es como si la influencia benefactora y bals¨¢mica del ballet (su entrenamiento riguroso) le hubiera tocado en suerte, y es as¨ª que gira virtuosamente, se expresa hasta hacer el producto m¨¢s elaborado y transgresor de la velada, redondea un argumento de imaginer¨ªa pagana y nos muestra su ¨ªncubo de transformaci¨®n elegida, su deseo y esa soterrada angustia de insatisfacci¨®n que sus frases de baile no eluden mostrar.
Teresa Nieto se muestra potente, madura, comunicativa. En suma, experta y con una intencionada econom¨ªa de medios, a la vez que ofrece sus inveteradas referencias a Oriente y a la b¨²squeda de un asidero en ese ingrato espacio que se sugiere dom¨¦stico. Luego ella dedica breves secuencias de pasos a sus hijas, su hermana, sus amores, sus amigos, como si fuera (y de hecho lo es) el baile lo supremo y mejor que puede regalar un artista de la danza, pues en ello le van la vida, las energ¨ªas y la poes¨ªa interior de cada movimiento, su verdad. Y llena de verdad est¨¢ esta funci¨®n, de intentos de puentes diversos.
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