Despu¨¦s de Barroso

Portugal ha entrado en una crisis pol¨ªtica. La designaci¨®n del hasta ahora primer ministro portugu¨¦s, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, como pr¨®ximo presidente de la Comisi¨®n Europea le llev¨® ayer a presentar formalmente su dimisi¨®n al presidente de la Rep¨²blica. Pese a que Barroso haya afirmado que acept¨® el cargo europeo porque la estabilidad pol¨ªtica y el crecimiento econ¨®mico estaban asegurados, se abre un periodo de incertidumbre en el que Portugal todav¨ªa se interroga sobre su autoestima, como expresa muy bien el contraste entre la derrota y el fulgor del Campeonato Europeo de F¨²tbol. El sucesor de Barroso al frente de su partido, PDS, de centro-derecha, el populista alcalde de Lisboa, Pedro Santana Lopes, que aspira a encabezar el Gobierno, es contestado entre sus propias filas. La salida que piden las izquierdas -especialmente los socialistas, crecidos tras su victoria en las europeas- y los sindicatos es la convocatoria de elecciones generales.

La ¨²ltima palabra sobre la continuidad o la convocatoria anticipada la tiene ahora el presidente Sampaio, que en este terreno goza de poderes efectivos que pretende ejercer con autonom¨ªa. No hay precedentes para un caso as¨ª. Barroso se va a Bruselas a preparar un mandato que comenzar¨¢ en noviembre con una popularidad en baja en su propio pa¨ªs. Ha sido un candidato de ¨²ltimo minuto para la Comisi¨®n Europea, por lo que tampoco se le puede responsabilizar de no haber preparado su sucesi¨®n en Lisboa. Pero su partido, al menos, deber¨ªa estar unido sobre el sucesor si quiere evitar el adelanto de las elecciones. Por debajo de esta crisis pol¨ªtica sobrevenida fluye una ola de descontento social. Las medidas de rigor presupuestario y austeridad introducidas por Barroso en momentos de recesi¨®n han resultado ciertamente impopulares.

Muchos electores parecen olvidar el desastroso estado en que dej¨® las cuentas nacionales la gesti¨®n del socialista Ant¨®nio Guterres. De las filas de este partido surge ahora con fuerza la figura de Eduardo Ferro Rodr¨ªguez, aunque puede tener un rival en el eficaz comisario europeo Ant¨®nio Vitorino, que tendr¨¢ que dejar Bruselas ante la llegada de Barroso. Hoy por hoy, los socialistas est¨¢n por delante en las encuestas, pero no han expuesto con claridad qu¨¦ pol¨ªtica econ¨®mica seguir¨ªan en caso de gobernar. En este clima, la decisi¨®n de Sampaio no resulta f¨¢cil ni evidente. Pero no debe demorarse.