El festival de Ortigueira arranca con la teatralidad celta de K¨ªla
El grupo irland¨¦s presenta su disco 'Luna park'
La peque?a poblaci¨®n marinera de Ortigueira (A Coru?a) se transforma desde hoy y hasta el domingo en epicentro europeo para las m¨²sicas de inspiraci¨®n c¨¦ltica. El cada vez m¨¢s popular Festival do Mundo Celta alcanza su vig¨¦sima edici¨®n con la perspectiva de superar, a poco que acompa?e el tiempo, la barrera de los 100.000 espectadores. El cartel re¨²ne a varios favoritos mundiales del g¨¦nero: Capercaillie, La Bottine Souriante, Alan Stivell, The Chieftains junto a Carlos N¨²?ez, con las mejores propuestas gallegas de la temporada -Susana Seivane, Os Cemp¨¦s, Quempallou- y un concierto inaugural a cargo del septeto dublin¨¦s K¨ªla.
Con su sexto ¨¢lbum, Luna park, el grupo K¨ªla se consolida como una de las m¨¢s originales y pujantes de la isla esmeralda. Dos sagas familiares, los Hogan y los ? Snodaigh, suman cinco de los siete integrantes del grupo. He aqu¨ª sus mejores bazas: percusiones contundentes, composiciones propias de largo desarrollo y una fascinaci¨®n por la teatralidad, un gusto casi circense que alcanza a esa atracci¨®n ferial de sillas voladoras que reluce en la portada de su nuevo disco.
"La teatralidad es una manera de a?adir estados de ¨¢nimo a lo que ya sugiere la m¨²sica", apunta Rossa ? Snodaigh, responsable de flautas, clarinetes y percusiones varias en la banda. "Cuando fundamos el grupo, ten¨ªamos tantos amigos desempleados que se pusieron a colaborar con nosotros de forma desinteresada. En 1991, nuestra primera gira ya empleaba juegos de sombras, un proyector de objetos raros, un cortometraje y una serpiente gigante. Nadie gan¨® un solo c¨¦ntimo, pero resultaba tan divertido...".
Desde entonces, K¨ªla ha conjugado su buen humor sobre las tablas con un ideario sonoro cada vez m¨¢s sofisticado. "Otros grupos de nuestra generaci¨®n, como nuestros amigos de Dervish o L¨²nasa, aportan melod¨ªas asombrosas, pero le prestan menos atenci¨®n al acompa?amiento. Nosotros preferimos arreglos cada vez m¨¢s sutiles y complejos", apunta el flautista y guitarrista Colm ? Snodaigh. Luna park es el fruto m¨¢s evolucionado y minucioso de esa apuesta.
Sin abandonar en ning¨²n momento los sonidos ac¨²sticos, K¨ªla se decanta ahora por textos de intencionalidad social y unos desarrollos musicales que en ocasiones sobrepasan los 10 minutos de duraci¨®n. "Empezamos a alargar los temas para que la gente pudiera seguir bailando durante m¨¢s tiempo", confiesa Rossa, "pero luego lo asumimos como un desaf¨ªo. Nos fascina devanarnos los sesos para que un tema extenso mantenga su inter¨¦s hasta el final. Aprendimos de gente como Fela Kuti, que era capaz de tocar durante 20 minutos a partir de unos pocos compases".
Otro rasgo diferencial de K¨ªla es el enorme poder¨ªo de sus percusiones, un elemento nada com¨²n en la tradici¨®n celta. "Al principio s¨®lo toc¨¢bamos bodhran y huesos, como todo el mundo. Por entonces no sab¨ªamos ni lo que era un djemb¨¦", admite Colm ? Snodaigh. "Pero un buen d¨ªa alguien lleg¨® al estudio con unos bongos y nos fascin¨® mezclar el timbre de las diferentes percusiones. Fue un proceso de entusiasmo por el sonido, no un mero empe?o por resultar diferentes".
Convencidos como est¨¢n de sus posibilidades, estos siete m¨²sicos han creado su propio sello para dar salida a Luna park. Reivindican el legado de sus paisanos Thin Lizzy y U2, se proclaman partidarios de las emisoras piratas ("aunque en Irlanda las clausuran enseguida") y conf¨ªan en Internet como alternativa de difusi¨®n. "En nuestro pa¨ªs es casi imposible sonar en la radio, pero no hay que desesperar. David Gray vendi¨® en Irlanda 350.000 ejemplares de White ladder, un disco que hab¨ªa grabado en su habitaci¨®n. Es una excepci¨®n, pero tambi¨¦n un argumento para la esperanza", concluyen.
Babelia
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