La gota malaya
Pese a las estad¨ªsticas que est¨¢n lloviendo, o precisamente por las borrascosas estad¨ªsticas sobre la pr¨¢ctica juvenil del aborto en Espa?a que acaba de hacer p¨²blicas el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas, don Fernando Sebasti¨¢n, arzobispo de Pamplona y segundo de a bordo del buque pilotado por el cardenal Antonio Mar¨ªa Rouco Varela, no perdi¨® la ocasi¨®n de que las autoridades civiles tengan que pasar por la parroquia del santo patr¨®n -cosas de la inmemorial e inamovible tradici¨®n, que sin embargo no convierten a las autoridades de levita en lev¨ªticos parroquianos-, para recordar a los concurrentes qu¨¦ es lo que va a misa en esa materia: lo que Dios mande, con o sin un pan bajo el brazo.
Si en la boda de Estado Rouco no renunci¨® a hacer labor pastoral, no iba a privarse su segundo
Si el propio Rouco, en un acontecimiento como la boda de Estado, no perdi¨® ocasi¨®n para hacer labor pastoral, no iba a privarse su segundo de a bordo de hacer cuarto y mitad de lo mismo en las fiestas patronales.
En estos sanfermines -el tiempo, agradable, fresquito, como el rosado del ¨²ltimo Hemingway- se respira un enorme mimetismo: si la alcaldesa de la plaza embellece el lugar y reparte abanicos como Ruiz Gallard¨®n, el arzobispo sigue la pauta del cardenal. Eso cuando no imita al propio Pont¨ªfice de Roma. De igual manera que el Pont¨ªfice aprovech¨® un acto diplom¨¢tico para amonestar paternalmente al nuevo presidente del Gobierno espa?ol, el arzobispo Sebasti¨¢n no desperdici¨® en v¨ªsperas sanfermineras una visita de cortes¨ªa del nuevo delegado del Gobierno, para mostrarle su inquietud por la ola de laicismo que azota al pa¨ªs.
En su homil¨ªa sanferminera, am¨¦n de reclamar el derecho de Rouco y sus hermanos a entrar como Pedro por su iglesia en los asuntos del pa¨ªs, Sebasti¨¢n aludi¨® de nuevo a "la perniciosa religi¨®n del laicismo". Por m¨¢s que los diccionarios digan lo contrario, queda establecido que el laicismo es una religi¨®n. El orden de perniciosidad de las religiones ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil de fijar, pero por lo que dicen algunos hermanos de Rouco y Sebasti¨¢n -entrando de nuevo en contradicci¨®n con los diccionarios-, el laicismo es, al menos en la Espa?a de hoy, la peor de las religiones. M¨¢s exactamente, dicen que el laicismo es un fundamentalismo, por mucho que los diccionarios insistan en definir el fundamentalismo como las ganas exacerbadas de regir la vida social por medio de la intransigencia doctrinal. Pues, aparte de con intransigencia doctrinal, ya nos dir¨¢n Rouco y dem¨¢s familia con qu¨¦ podemos rebajar las preocupantes estad¨ªsticas del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas en materia de aborto juvenil: con qu¨¦ medidas educativas, informativas y preventivas, propias -c¨®mo no- del ¨¢mbito de decisi¨®n de los pastores eclesiales, atajamos la situaci¨®n.
Pese a lo inmemorial e inamovible de la tradici¨®n sanferminera que lleva a las autoridades a pasar por la parroquia, algunos concejales han optado este a?o por prescindir de ese tr¨¢mite ceremonial. Tr¨¢mite enojoso por la incorregible persistencia pastoral en pontificar doctrinalmente sobre no muy festivas cuestiones.
Otros, de levita, pero no lev¨ªticos, escuchan con la atenci¨®n de quien oye llover. O de quien oye caer regularmente una gota obstinada, inclemente, pertinaz: la gota malaya.
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