El gran elefante sonoro le¨ªdo desde Espa?a
LEER A Pablo Neruda es enfrentarse a la idea de la poes¨ªa como un monstruo capaz de engullir las distintas formas de la realidad y devolverlas convertidas en poema. Tambi¨¦n la de que la poes¨ªa puede con todo a la vez que todo se le escapa. Hay un cierto nerviosismo en la poes¨ªa de Pablo Neruda, un nerviosismo imaginativo que parece que le hace ir de un mundo sensual a otro, de un fogonazo verbal a otro, como si no fuera capaz de conformarse con el poema que est¨¢ escribiendo y escuchara, mientras lo escribe, el zumbido de un poema nuevo que escribir¨¢ en cuanto tenga un momento junto al zumbido de otro poema nuevo, y as¨ª sucesivamente. Quiz¨¢ porque su poes¨ªa pretende nombrar el mundo a contrarreloj, con la conciencia de querer abarcar lo que es inabarcable y porque Neruda se sabe due?o de un talento po¨¦tico omn¨ªvoro, lleno de apetencias y de posibilidades.
El propio Neruda escribi¨® que ten¨ªa la conciencia tranquila y la inteligencia intranquila. Yo creo que su poes¨ªa es tambi¨¦n intranquila, como su inteligencia, y que la tensi¨®n que se produce entre las corrientes de su imaginaci¨®n y lo que es capaz de fijar en el poema se resuelve siempre, aun en los ejemplos menos redondos, con una intranquilidad feliz.
A Neruda se le puede aplicar aquello que ¨¦l escribi¨® sobre Rub¨¦n Dar¨ªo de que "fue un gran elefante sonoro que rompi¨® todos los cristales de una ¨¦poca del idioma espa?ol para que entrara en su ¨¢mbito el aire del mundo". La figura de Neruda tiene mucho de gran elefante sonoro, por la opulencia de su poes¨ªa, y en sus poemas hizo entrar en el idioma el aire del mundo. Por eso no es extra?o que cuando lleg¨® a Espa?a en 1934, primero como c¨®nsul en Barcelona y posteriormente en Madrid o incluso meses antes, cuando coincidi¨® con Federico Garc¨ªa Lorca en Buenos Aires, ya desde ese momento, fuera recibido con naturalidad, como uno m¨¢s, entre los poetas del 27, porque sus proyectos de librar a la poes¨ªa de sus anclajes ret¨®ricos y de hacerle respirar el aire del mundo, eran coincidentes. Algunos de los poetas del grupo leyeron el manuscrito de Residencia en la tierra que Jos¨¦ Bergam¨ªn hizo circular entre ellos antes de su publicaci¨®n en Cruz y Raya, todos firmaron el escrito de adhesi¨®n y admiraci¨®n al poeta que acompa?a la edici¨®n de Tres cantos materiales, y muchos colaboraron en las p¨¢ginas de la revista Caballo Verde para la poes¨ªa, dirigida por Neruda e impresa por Concha M¨¦ndez y Manuel Altolaguirre con la idea de rescatar a la poes¨ªa de las manos de la pureza. Pero quiz¨¢ quien resume mejor la percepci¨®n que ten¨ªan los poetas del grupo de la poes¨ªa de Neruda, y probablemente de la poes¨ªa en general, fue Garc¨ªa Lorca cuando lo present¨® en la universidad en lo que dijo que no era una presentaci¨®n al uso sino una llamada de atenci¨®n: "Un poeta m¨¢s cerca de la muerte que de la filosof¨ªa, m¨¢s cerca del dolor que de la inteligencia, m¨¢s cerca de la sangre que de la tinta".
Leer a Neruda es tambi¨¦n sumergirse en una energ¨ªa creativa y no hacer pie. Por eso creo que es un poeta del que dif¨ªcilmente se pueden extraer lecciones del modo en que concibe y resuelve los poemas, del modo en que maneja guardando el equilibrio, como un paseo por una cuerda floja, esa especie de espontaneidad resbaladiza que es el fluido de su poes¨ªa y que es intransferible. Pero s¨ª creo que se pueden extraer lecciones concretas de c¨®mo un poeta tan poco te¨®rico como ¨¦l se coloca frente a algunas inercias cr¨ªticas: "Creo en el realismo y en el irrealismo y estas dos leyes son fundamentales en la creaci¨®n art¨ªstica", afirma en una entrevista de sus ¨²ltimos a?os. "El que suprime el realismo se aleja de la vida y llega a ser un espectro flotante y el artista que se niega al sue?o y al misterio naufraga a la mitad de la calle". Es ah¨ª donde probablemente se establecen los di¨¢logos sustanciales de la poes¨ªa, en el roce de lo visible con lo menos visible, en el contacto de la realidad con sus figuraciones.
Luis Mu?oz (Granada, 1966) es autor del libro Correspondencias (Visor). En agosto dirigir¨¢ el curso Neruda personal en los cursos de verano de la Universidad Complutense en El Escorial.
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