Saramago descubre el pensamiento arquitect¨®nico escondido en su obra
Jos¨¦ Joaqu¨ªn Parra explora en un libro la interacci¨®n de los personajes con sus hogares
Una explicaci¨®n de la arquitectura de las casas en la obra de Jos¨¦ Saramago. Eso es lo que ofrece el ensayo Pensamiento arquitect¨®nico en la obra de Jos¨¦ Saramago (Aconcagua Libros), de Jos¨¦ Joaqu¨ªn Parra, que ayer present¨® la obra junto al Nobel de Literatura. El autor portugu¨¦s no ocult¨® el escepticismo que a¨²n le invade cuando piensa en la posibilidad de que sus obras escondan un pensamiento arquitect¨®nico.
"En mis sue?os he so?ado y sigo so?ando muchas veces con grandes edificios. El sue?o arquitect¨®nico me acompa?a desde joven". As¨ª explica Jos¨¦ Saramago que se haya podido escribir Pensamiento arquitect¨®nico en la obra de Jos¨¦ Saramago, que ayer present¨® acompa?ado por Jos¨¦ Joaqu¨ªn Parra, autor de la obra, y Juan Miguel Hern¨¢ndez de Le¨®n, presidente del C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid.
Pensamiento arquitect¨®nico en la obra de Jos¨¦ Saramago se centra en la arquitectura de la casa en la obra de Saramago, "porque la casa justifica a los personajes y viceversa", seg¨²n Hern¨¢ndez de Le¨®n. La frase "mirarse era la casa de ambos" resume la idea de hogar presente en la obra de Saramago, seg¨²n explic¨® Parra.
"En la obra de Saramago, en su novela, algo en su poes¨ªa y su teatro, bastante en sus cr¨®nicas de viaje, hay arquitectura de suficiente inter¨¦s como para dar lugar a este libro", explic¨® el autor. "No hay fotos ni dibujos porque conf¨ªo en la capacidad de la palabra para imaginar, proyectar y construir todo el proceso arquitect¨®nico", a?adi¨® Parra.
Pensamiento arquitect¨®nico en la obra de Jos¨¦ Saramago "es un texto literario que discurre sobre otro, el m¨ªo, en el marco de un pensamiento arquitect¨®nico", seg¨²n Saramago.
Las dos especialidades coinciden, seg¨²n el autor de La caverna, en que "al igual que los arquitectos ponen un ladrillo al lado del otro para construir sus edificios, los escritores colocamos una palabra al lado de la otra para construir nuestras obras". Pensamiento arquitect¨®nico en la obra de Jos¨¦ Saramago discurre, entre otros, acerca del concepto de puerta en la obra de Saramago, "que aparece como un himen que rompemos una y otra vez, constantemente, cada vez que la atravesamos", seg¨²n Parra.
El autor explora las ideas de soledad y felicidad en las obras de Saramago a trav¨¦s de la interacci¨®n de sus personajes con sus hogares. Los conceptos de casa deshabitada y habitada, por ejemplo, son revelados al lector a trav¨¦s de citas textuales y del estudio de los protagonistas de Saramago.
"No se me pasaba por la cabeza, ni como remota posibilidad, que hubiera pensamiento arquitect¨®nico en mi obra. Cierto que se puede escribir un libro sobre el pensamiento filos¨®fico o sociol¨®gico de un autor, pero sobre el arquitect¨®nico era cuanto menos sorprendente", explic¨® ayer Saramago.
Cuando Parra se puso en contacto con el autor portugu¨¦s para anunciarle que quer¨ªa doctorarse en arquitectura con una tesis sobre el pensamiento arquitect¨®nico en su obra, en 1995, el autor luso se mostr¨® esc¨¦ptico. "Fue tal su desconfianza", record¨® Parra ante la sonrisa del Nobel, "que hasta vino a la lectura p¨²blica de la tesis".
El escritor portugu¨¦s acab¨® admitiendo que "todos tenemos algo de arquitectos, fil¨®sofos, pol¨ªticos... y como la obra literaria est¨¢ hecha de la propia experiencia, un lector privilegiado puede ver en ella ciertos elementos de los que el autor no es consciente". Ante las dudas de Saramago, "el libro se ha convertido en una justificaci¨®n del t¨ªtulo", seg¨²n Parra. "Los libros de Saramago deber¨ªan estar en todas las bibliotecas de arquitectura", a?adi¨®. Aquella tesis, ya con su autor convertido en doctor, se present¨® ayer bajo forma de libro, "despojado del aparato erudito y acad¨¦mico", seg¨²n Juan Miguel Hern¨¢ndez de Le¨®n.
Parra anunci¨® ayer que prepara un libro que vaya m¨¢s all¨¢ de la arquitectura de la casa. Mientras tanto, Saramago record¨® que en su hogar, "simplemente se puede vivir. No es como la casa de Neruda en Isla Negra. No creo que Matilde, su mujer, tuviera ni voz ni voto en ella. Aquello era un museo, algo cursi y kistch. Desde luego, no acabar¨¢ habiendo tours de visitas a mi casa", concluy¨®.
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