Una Diada marcial y coral

La Diada de 2004 ser¨¢ distinta. Habr¨¢ un Onze de Setembre novedoso en el parque de la Ciutadella. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, acord¨® ayer con los representantes de los grupos parlamentarios la introducci¨®n de dos nuevos elementos. As¨ª, la celebraci¨®n en el Parlament, a la que est¨¢ invitada la sociedad civil, tendr¨¢ un pr¨®logo marcial: una parada de Mossos d'Esquadra. El presidente pasar¨¢ revista a la formaci¨®n policial y despu¨¦s habr¨¢ canto coral. Al ser preguntado el presidente del Parlament, Ernest Benach, sobre qu¨¦ tipo de piezas se interpretar¨¢n ante la C¨¢mara catalana respondi¨®: "Canciones que se acostumbran a cantar esos d¨ªas".

Esas propuestas marciales y corales gozan de acuerdo total. El presidente Maragall, en cambio, no ha hallado el consenso suficiente para unificar en una sola ofrenda floral toda la devoci¨®n a Rafael Casanova ni bastante rechazo para dejarla de hacer definitivamente. Es m¨¢s, sabedor del rechazo que su propuesta genera en un socio de Gobierno -Esquerra Republicana- y en la oposici¨®n convergente, Maragall ayer no volvi¨® a sacar el tema. As¨ª que este a?o se repetir¨¢n los silbidos a los partidos con un pedigr¨ª catalanista bajo, seg¨²n la sentencia que dictan los manifestantes, reunidos, a modo de tribunal, en torno a la estatua a Rafael Casanova. Ah¨ª volver¨¢ a primar el libre albedr¨ªo de los manifestantes -dispuestos a abroncar como todos los a?os a unos sacrificados ofertantes preparados, a su vez, para recibir los abucheos.

Los partidos catalanes se han tomado como un acto entre heroico y sentimental -pero siempre obligatorio- el hecho de depositar unas flores a los pies del que fuera conseller en cap de Barcelona, que muri¨® 29 a?os despu¨¦s del c¨¦lebre 11 de septiembre de 1714 en su casa pairal. Ya hist¨®ricamente, la Diada siempre ha sido fuente de interpretaciones diversas. El propio Enric Prat de la Riba escribi¨® en La Veu de Catalunya, diario de la Lliga, en 1899: "No somos de los catalanes que se detienen con preferencia en la ¨¦poca de nuestra historia simbolizada por esta fecha [11 de Setembre], ni tampoco en la guerra anterior de los Segadors. La historia de Catalu?a, para educar y fortalecer nuestro esp¨ªritu, tiene p¨¢ginas espl¨¦ndidas con h¨¦roes masculinos y bien equilibrados, h¨¦roes triunfadores que tienen el ¨¦xito por compa?ero". La Lliga se retir¨® de la comisi¨®n que preparaba los actos del Onze de Setembre en 1934.

Y qu¨¦ decir de lo que se cantaba ante la estatua. Ferran Agull¨® escribi¨® en La Veu de Catalunya que Els segadors era "un canto funerario, una expresi¨®n de impotencia". A todo esto, y a medida que avanzaba la revoluci¨®n de 1936, variaba el repertorio musical. En 1936 se cant¨® en castellano un aguerrido Hijos del pueblo, junto a Els segadors y a La Internacional. Con tanta variedad, ?qu¨¦ canciones de estos d¨ªas interpretar¨¢n las corales ante el Parlament el pr¨®ximo Onze de Setembre?