Mancebo, en 'technicolor'
El abulense descubre su vena exhibicionista y usa el 'maillot' de campe¨®n de Espa?a m¨¢s llamativo
Apoyadas en las roulottes del control antidopaje, calent¨¢ndose al primer sol veraniego de este Tour, tres bicicletas -una Trek, una BMC, una Opera-, tres n¨²meros atornillados a los cuadros -1, 21, 71-, las bicicletas, los dorsales de, respectivamente, Armstrong, Hamilton, Mancebo, el podio que podr¨ªa so?ar un fan¨¢tico del de Navaluenga, "y no necesariamente en ese orden", que apostilla Eusebio Unzue con un punto de chirigota asom¨¢ndole por la nariz. "No vamos a ir cre¨¢ndonos pel¨ªculas a lo Spielberg tan pronto, que a¨²n no ha pasado nada en el Tour". Pero el hecho ah¨ª estaba: aunque no ha hecho m¨¦ritos para ello, para los controladores del Tour, al menos, Mancebo est¨¢ al nivel de los grandes.
Le cuesta, le cuesta al director del Baleares-Santander, un conjunto en el que la discreci¨®n es ley, asumir la nueva personalidad con la que ha acudido al Tour el l¨ªder de su equipo, el punto de exhibicionismo sano, las ganas de protagonismo de Paco Mancebo, un chaval amante de la discreci¨®n y el silencio toda la vida. Pero s¨²bita, inesperadamente, el silencio se hizo estruendo. Mancebo ha empezado a tomar decisiones muy alejadas de lo que se esperaba. "Es incre¨ªble", dice Unzue, "antes le gustaba estar escondido, no llamar la atenci¨®n, confundirse con el fondo del escenario, y ahora es todo lo contrario, le encanta salir en la foto, llamar la atenci¨®n. Ser ¨²nico. Sentirse diferente a los dem¨¢s".
Ayer, en el desayuno, bromeando, su compa?ero Txente Garc¨ªa Acosta se puso el maillot y el culotte de campe¨®n de Espa?a completamente rojo, amarillo y rojo, con Baleares y Santander en segundo plano, que el equipo encarg¨® para que Iv¨¢n Guti¨¦rrez, campe¨®n de Espa?a contrarreloj, disputara el pr¨®logo en la creencia, err¨®nea de que el reglamento le obligaba a ello. Pero no, quien deb¨ªa vestirlo era Mancebo, campe¨®n de Espa?a de fondo, y aunque le quedara un poco grande con ese conjunto corri¨® el pr¨®logo. Despu¨¦s lo guard¨® y en las etapas en l¨ªnea visti¨® el discreto maillot de campe¨®n dise?ado por el equipo, en el que el rojo, amarillo y rojo son unas pinceladas sin m¨¢s. Es la tradici¨®n de los equipos de Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri: lo primero es el patrocinador y lo segundo la t¨¢ctica de carrera; la distinci¨®n se puede a?adir al final sin distorsionar lo fundamental. As¨ª, Miguel Indurain, campe¨®n de Espa?a en 1992, luci¨® aquel Tour un maillot en el que s¨®lo las bocamangas, rojo, amarillo, rojo, denotaban tal condici¨®n. Tambi¨¦n discretos fueron los maillots nacionales de Chava Jim¨¦nez, Manuel Fern¨¢ndez Gin¨¦s o el brit¨¢nico Jeremy Hunt. Y discreto era el de Mancebo. Hasta que ayer viendo a Txente tan esplendoroso, e influido por el aire hipernacionalista de la jornada -14 de julio, toma de la Bastilla, la Marsellesa en las esquinas, y los franceses se toman muy en serio su d¨ªa y su bandera-, Mancebo dijo: "hoy me pongo ese maillot. Quiero que se me distinga bien".
"Esta es la expresi¨®n m¨¢s llamativa del Mancebo euf¨®rico del Tour 2004", se?ala un miembro del equipo. "Est¨¢ deseando que lleguen las dificultades, los momentos duros, quiere expresar su personalidad al m¨¢ximo sobre la bicicleta". Ayer, en el puerto de primera, en la llegada, se vio bien a Mancebo -era imposible no verlo, de todas maneras, con esa chillona combinaci¨®n- y se le vio delante. Termin¨® cuarto, superado por Kl?den y Zabel en el repecho final porque pensaba que los ¨²ltimos 200 metros eran m¨¢s llanos, y ya es d¨¦cimo en la general -y segundo espa?ol tras el valenciano Jos¨¦ Enrique Guti¨¦rrez-, a 43 segundos de Armstrong. Parec¨ªa suficiente para sentirse satisfecho, pero eso, quiz¨¢s, el Mancebo viejo, al que le daba igual ocho que 80; el nuevo, no. El nuevo quer¨ªa m¨¢s. "Bah, bah", dijo, "eso no ha sido nada, ni ataques ni nada, peque?os acelerones. Nadie se ha atrevido a moverse de lejos. Ya me habr¨ªa gustado que alguno lo hiciera. Habr¨ªa sido mi d¨ªa".
Y con ese ¨¢nimo, y no se sabe si con el maillot explosivo o con el discreto, Mancebo, ma?ana, se enfrentar¨¢ a los Pirineos, al Aspin y a la Mongie, so?ando quiz¨¢s con estar a la altura o por delante de Armstrong y Hamilton, y no s¨®lo en la roulotte del control.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.