El 60% de los j¨®venes con VIH ya son mujeres

El 60% de las personas de menos de 25 a?os que viven con el VIH son mujeres, seg¨²n los c¨¢lculos de Onusida. Si ellas han sido desde el principio protagonistas en la lucha contra la enfermedad -dejan la escuela y el trabajo para cuidar a los afectados, se hacen cargo de la familia y tienen un papel activo en las acciones comunitarias contra la epidemia-, ahora les toca sufrirla en primera persona.

Ya son casi la mitad de los 37,8 millones de personas que viven con VIH en el mundo (en 1985 eran el 35%), y en la zona m¨¢s golpeada por la epidemia, el ?frica subsahariana, representan ya el 57% de los casos. Esta situaci¨®n obliga a replantearse las pol¨ªticas de prevenci¨®n, advirtieron ayer Onusida, los fondos de Naciones Unidas para la Poblaci¨®n (Unfpa) y para el Desarrollo de la Mujer (Unifem).

La primera de las iniciativas que hay que tomar es cambiar las pol¨ªticas de prevenci¨®n. "El ABC [A de abstinencia, B de be faithful (ser fiel, en ingl¨¦s) y C de condones] no es suficiente", ha dicho la directora de Unfpa, Thoraya Obaid. "La abstinencia no significa nada para una mujer violada o a la que su pareja fuerza a tener relaciones; la fidelidad le ofrece muy poca protecci¨®n si su marido ha tenido relaciones sexuales sin protecci¨®n antes de casarse, tiene varias mujeres o frecuenta prostitutas; y el uso de los condones requiere que el hombre colabore", lo que no siempre sucede, ha a?adido Obaid.

La soluci¨®n es dif¨ªcil, se?alan las tres organizaciones en el documento Haciendo frente a la crisis. El motivo no es s¨®lo biol¨®gico (las mujeres tienen mayor probabilidad de infectarse si mantienen relaciones con un hombre con VIH que al rev¨¦s). Ellas forman parte del tri¨¢ngulo pobreza- ignorancia-discriminaci¨®n en mayor medida que los hombres. No se reconoce su trabajo a favor de las personas que enferman, tienen peor acceso a los medicamentos y reciben menos informaci¨®n sobre la enfermedad.

Estos factores permiten pronosticar que en el futuro la situaci¨®n de ?frica se trasladar¨¢ a otras regiones, empezando por Asia. Pero tambi¨¦n apuntan las soluciones: tolerancia cero con la violencia, educaci¨®n, reconocimiento y sistemas de prevenci¨®n espec¨ªficos, como microbicidas vaginales o condones femeninos.