El simp¨¢tico se queda dormido

Con la de ayer van doce etapas, que no es poco. La fatiga cr¨®nica del deportista, tambi¨¦n conocida como s¨ªndrome de sobreentrenamiento, acecha a la vuelta de la esquina. Algunos, los que llegaron al Tour muy en forma, posiblemente tienen los primeros s¨ªntomas: agujetas, que ya no se quitan hasta Par¨ªs, malestar general y sensaci¨®n de decaimiento. Y, sobre todo, falta de fuerzas.

Parad¨®jicamente, aunque se habla de s¨ªndrome y es una situaci¨®n desagradable, no tiene nada de insana. M¨¢s bien es una respuesta auto-protectora a la que recurre el organismo para prevenir males mayores. Cuando el cuerpo se somete a esfuerzos demasiado intensos y consecutivos, d¨ªa tras d¨ªa, puede peligrar el equilibrio u homeostasis de sus tejidos. Sobre todo, de los m¨²sculos y del coraz¨®n. As¨ª, el organismo tiende a defender su integridad generando una situaci¨®n de fatiga cr¨®nica y de incapacidad para exprimirse al m¨¢ximo. Una respuesta saludable, pero que l¨®gicamente limita mucho el rendimiento del ciclista.

Quiz¨¢s la mejor prueba de que la fatiga cr¨®nica tiene como fin proteger al cuerpo es que se manifiesta casi siempre del mismo modo: en los momentos claves de la etapa, cuando m¨¢s lo necesita el ciclista para rendir a tope, su coraz¨®n se niega a trabajar al m¨¢ximo. Por ejemplo, el corredor que suele subir los puertos a una frecuencia cardiaca de 185 latidos por minuto, apenas pasa de 170. A pesar de su voluntad de darlo todo. Y es que el sistema simp¨¢tico, un componente inconsciente o involuntario de nuestro sistema nervioso que se activa en situaciones de estr¨¦s soltando adrenalina a la sangre, se halla adormecido o atenuado para evitar que el coraz¨®n se desgaste. Algo parecido le ocurre al organismo en uno de los entornos m¨¢s inh¨®spitos posibles: la cima del Everest. Por encima de 8.000 metros peligra el aporte de ox¨ªgeno al coraz¨®n. Sobre todo, si a ¨¦ste se le forzase a trabajar a tope. Por eso el cuerpo opta entonces por la respuesta m¨¢s sabia: evitar que la frecuencia cardiaca pase de 120 ¨® 130 latidos por minuto.

Existen muchas teor¨ªas para explicar el origen exacto del sobreentrenamiento. No obstante, casi todos los estudiosos coinciden en una cosa: comienza cuando al cuerpo se le enciende la luz roja de la reserva. Es decir, cuando empiezan a agotarse sus dep¨®sitos de energ¨ªa. Por ejemplo, porque el sistema inmune est¨¢ exigido al m¨¢ximo. O porque el ciclista no ingiere suficientes calor¨ªas. En un d¨ªa con etapa de alta monta?a el organismo puede llegar a gastar 8.000 kilocalor¨ªas: es decir, 3 ¨® 4 veces m¨¢s de las que gasta una persona sedentaria. Consumir tantas calor¨ªas en 24 horas no es f¨¢cil ni para un comil¨®n.

Alejandro Luc¨ªa es catedr¨¢tico de la Universidad Europea de Madrid.