El peronismo, en el div¨¢n
El acceso de antiguos montoneros a puestos secundarios del Gobierno argentino acent¨²a las divisiones en el justicialismo
La designaci¨®n para cargos secundarios del Gobierno argentino de dirigentes que a comienzos de los a?os setenta militaban en la llamada Tendencia Revolucionaria, brazo pol¨ªtico de la organizaci¨®n armada Montoneros, ha provocado la reacci¨®n de los portavoces de sectores vinculados a la derecha econ¨®mica, civil y militar, que difunden amenazas y advertencias. El conflicto ideol¨®gico que hace 30 a?os puso al pa¨ªs al borde de una guerra civil aumenta la tensi¨®n y los riesgos de fractura y divisi¨®n en el interior del peronismo.
La crisis de la ¨²nica estructura que subsiste y funciona como tal, despu¨¦s del derrumbe pol¨ªtico y econ¨®mico de fines de 2001, se hab¨ªa manifestado ya en las pasadas elecciones, cuando el Partido Justicialista se present¨® por primera vez con tres candidatos distintos en las elecciones generales. Los debilitados sindicatos tuvieron esta semana que coincidir tambi¨¦n en una conducci¨®n tripartita para poder unir los sectores disidentes de lo que fue la columna vertebral del peronismo.
S¨®lo tres ministros participaron el 1 de julio en un pat¨¦tico acto de homenaje a Per¨®n
Nadie debate sobre la cuesti¨®n clave: que la riqueza est¨¢ ahora peor repartida que nunca
El pasado 1 de julio, al cumplirse 30 a?os de la muerte del fundador del movimiento, el general Juan Domingo Per¨®n, los actos de homenaje revelaron la hondura de la grieta. El presidente N¨¦stor Kirchner estaba de visita oficial en China. S¨®lo tres ministros participaron de un pat¨¦tico acto convocado bajo la consigna Per¨®n vive, realizado en un teatro de propiedad del secretario de Medios de Comunicaci¨®n, en el que el actor V¨ªctor Laplace, caracterizado como Per¨®n, improvis¨® un discurso.
A su vez, diputados y senadores representantes de la provincia de Buenos Aires y los alcaldes de los populosos municipios de la periferia de la capital se reunieron, en una quinta que fue de Per¨®n y ser¨¢ reconvertida en museo, convocados por el ex presidente Eduardo Duhalde, para poner la piedra basal del futuro mausoleo al que ser¨¢n traslados los ata¨²des de Juan y Evita Per¨®n.
Duhalde, caudillo de los grupos m¨¢s conservadores, y Kirchner, militante del ala izquierda, se aliaron el a?o pasado para derrotar al ex presidente y representante del ala liberal, Carlos Menem, sospechoso de grav¨ªsimos actos de corrupci¨®n, reclamado por la justicia y exiliado en Chile. Ahora ambos, Kirchner y Duhalde, se preparan para la batalla pol¨ªtica decisiva por el control del peronismo que se librar¨¢ el pr¨®ximo a?o, antes de las elecciones parlamentarias, cuando tengan que armar las listas del partido en la provincia de Buenos Aires, el distrito electoral m¨¢s importante del pa¨ªs.
Carlos Kunkel, compa?ero de militancia del matrimonio Kirchner en la Universidad de La Plata, actual subsecretario general de la Presidencia y ¨²nico de los ex montoneros que admite haber participado en acciones armadas, encendi¨® la mecha en el polvor¨ªn y anunci¨® la candidatura futura por la provincia de Buenos Aires de la senadora Cristina Fern¨¢ndez, esposa del presidente Kirchner. La primera ciudadana, como prefiere que la llamen, ya se hab¨ªa enfrentado a la direcci¨®n partidaria y a la mujer del propio Duhalde en el ¨²ltimo congreso. Cristina Fern¨¢ndez defendi¨® la renovaci¨®n ideol¨®gica y el proyecto transversal que impulsa su marido, que se propone sumar a radicales disidentes, independientes y socialistas. Ya entonces, los micr¨®fonos de ambiente recogieron las palabras masculladas por la senadora en un tono bajo de voz, cuando dijo: "Y lo haremos a pesar del peronismo".
La derecha vinculada a los sectores militares y econ¨®micos siente a su vez que tiene una oportunidad para recuperar posiciones de poder perdidas. En ?El retorno de los miedos?, un art¨ªculo publicado el pasado jueves en el peri¨®dico La Naci¨®n de Buenos Aires, el profesor Eugenio Kvaternik, ex funcionario de la dictadura del general Ongan¨ªa en los a?os sesenta, a cargo de la c¨¢tedra de Teor¨ªa Pol¨ªtica de la Universidad Cat¨®lica de El Salvador, se preguntaba: "?Es mera casualidad que un Gobierno que tiene entre sus funcionarios a quienes hace 30 a?os violaban la ley y el orden con el argumento de que la violencia de arriba deb¨ªa ser enfrentada con la violencia de abajo, nos diga ahora, en forma sibilina, que aplicar la ley es fomentar el desorden, y no aplicarla es la ¨²nica manera de mantener el orden?".
La pasada semana, el capit¨¢n Juan Manuel Ferraro, del Regimiento de Patricios, acusado de enviar correos electr¨®nicos con amenazas al diputado Miguel Bonasso, del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD), que apoy¨® a Kirchner en las pasadas elecciones, fue detenido por la polic¨ªa y el Ej¨¦rcito de Tierra le mantiene en disponibilidad hasta que se dicte el fallo del proceso judicial.
Si resulta condenado a prisi¨®n ser¨¢ dado de baja definitivamente de la fuerza. En los correos se advert¨ªa a Bonasso: "Monto, te recuerdo que hace unos a?os tuviste que escaparte como una rata. Ya llegar¨¢ el tiempo de que lo tengas que hacer otra vez o sentir¨¢s tronar el escarmiento". Y, en otro mensaje, ¨¦l o los autores a?ad¨ªan: "Terrorista, montonero, mal parido, cre¨ªan que sus mentiras iban a durar mucho, pero la gente ya se dio cuenta de que son una basura deleznable que s¨®lo busca revancha despu¨¦s de 30 a?os".
El analista Rosendo Fraga entiende que "la influencia de ex montoneros es un tema abierto, que el Gobierno no niega. Es m¨¢s, Kirchner reivindica a la militancia peronista de los a?os setenta y se manifiesta como uno de ellos. El ministro del Interior del Gobierno de H¨¦ctor C¨¢mpora en 1973, Esteban Righi, fue nombrado ahora procurador general. Hace 30 a?os, los montoneros y la Juventud Peronista se enfrentaron con el peronismo tradicional. En alguna medida es lo que sucede hoy entre la transversalidad que proponen el presidente y el partido. Aunque hay excepciones, quienes 30 a?os atr¨¢s estaban con los montoneros, est¨¢n hoy con Kirchner, y quienes estaban contra ellos, tienden a estar m¨¢s con Duhalde".
El licenciado en Ciencia Pol¨ªtica Julio B¨¢rbaro, de 62 a?os, diputado peronista por primera vez en 1973, ex secretario de Cultura en el primer a?o de gobierno de Carlos Menem y actual funcionario del Ejecutivo, dice que "el peronismo es todav¨ªa la ¨²nica izquierda posible. Kirchner recupera el romanticismo, los sue?os de los setenta, no la violencia. Nadie en el Gobierno reivindica a los montoneros. Hablan de Kunkel, del diputado Bonasso, del periodista Horacio Verbitsky, y la verdad es que no tienen ninguna influencia. Yo no coincido con ellos, pero de todos modos son cuatro o cinco, como en el Frente Amplio uruguayo hay ex tupamaros o en el Gobierno de Lula hay ex militantes contra la dictadura".
"Todos los que en los setenta se enfrentaron violentamente", a?ade, "murieron como sujetos hist¨®ricos, los montoneros y las Fuerzas Armadas. En Argentina hay cad¨¢veres pol¨ªticos denostados por el conjunto de la sociedad, desde el ex presidente Menem hasta los jefes montoneros, Firmenich, Vaca Narvaja, Perd¨ªa, ni hablar de los comandantes o ide¨®logos de los militares...".
El conflicto de fondo, seg¨²n B¨¢rbaro, es que nadie quiere sostener el debate "sobre la distribuci¨®n de la riqueza, que est¨¢ en su momento de mayor desigualdad. ?se es un problema de toda la sociedad, no del peronismo. Todos hablamos de la disputa Kirchner-Duhalde porque nadie enfrenta lo esencial: que Dios le dio a este pa¨ªs riqueza para que todos trabajen y coman y hoy m¨¢s de la mitad no come ni trabaja ni vive en condiciones dignas".
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