Que se pongan el casco, que no da calor
El uso de casco protector es obligatorio en el ciclismo. Menos mal, porque no hay norma m¨¢s efectiva para defender la integridad f¨ªsica de los ciclistas.
La misi¨®n del casco es reducir las fuerzas de deceleraci¨®n que sufre la cabeza al impactar contra una superficie tan dura como el asfalto, una valla, o una piedra al borde de la carretera. Todos los cascos modernos, como los que llevan los corredores en el Tour, est¨¢n muy bien dise?ados para tal prop¨®sito, revestidos como est¨¢n de polietileno u otros materiales muy absorbentes. As¨ª, reducen mucho las citadas fuerzas de deceleraci¨®n: de m¨¢s de 400 g, a menos de 250 ¨® 300. Y con ello disminuye claramente el riesgo de lesiones cerebrales graves e irreversibles. Por supuesto, el casco no siempre salva la vida. Pero disminuye significativamente el riesgo de fallecimiento. Que de eso se trata, pues en esta vida no hay ninguna actividad con riesgo cero, por muchas medidas de seguridad que se tomen.
A pesar de todo, el casco tiene algunos detractores entre los propios profesionales. Aunque su peso es bien peque?o, de menos de 300 gramos, a muchos les resulta inc¨®modo. Sobre todo, su sistema de retenci¨®n, es decir, las cintas a la altura de la barbilla y de la zona occipital (encima del cuello) que impiden que el casco se mueva sobre la cabeza y por tanto le ayudan a absorber mejor los impactos. Adem¨¢s, algunos piensan que el casco les da calor y por tanto perjudica su rendimiento en d¨ªas calurosos. Si la meta est¨¢ en la cima de un puerto, todos se lo quitan antes de afrontar la ¨²ltima subida. (De hecho es la ¨²nica ocasi¨®n en que la UCI lo permite).
?Da calor el casco? La respuesta objetiva es "no". Parte del calor que genera un deportista mientras hace ejercicio se disipa a trav¨¦s de su cabeza. De hecho, las muertes por golpe de calor que a veces ocurren en el f¨²tbol americano se deben en parte al casco cerrado y a la verdadera armadura protectora, de casi 7 kilos de peso, que llevan estos deportistas. Su manto de grasa, que sirve de aislante t¨¦rmico, tampoco les ayuda. Ni su enorme cuerpo, mucho mayor en proporci¨®n que la superficie de su piel. (Los humanos perdemos calor alrededor de la piel). Proporcionalmente, los ciclistas, mucho menos corpulentos y m¨¢s delgados, tienen mayor superficie cut¨¢nea por donde disipar calor: a trav¨¦s de la evaporaci¨®n del sudor, o de las corrientes de aire que enfr¨ªan su piel. Y los cascos modernos, con sus numerosos orificios de ventilaci¨®n, no afectan ambos procesos, como demuestran algunos estudios cient¨ªficos.
Madrid.
Alejandro Luc¨ªa es catedr¨¢tico de la Universidad Europea de
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.