R¨ªo de Oro
Creo que era Haro Tecglen quien hace unos d¨ªas hablaba de nuestro gran y horrible "campo de concentraci¨®n" actual. No est¨¢ claro, dec¨ªa, que todos los alemanes supieran de la existencia de Auschwitz. Pero es innegable que todos nosotros sabemos de la existencia de nuestro nuevo gran campo de concentraci¨®n: ?frica. En efecto, as¨ª es, aunque la afirmaci¨®n contenga su punto de demagogia. Guerras y hambrunas, genocidios, sida, tr¨¢fico de esclavos a¨²n hoy, emigraci¨®n-hu¨ªda masiva, todo eso nos suena a ?frica. Tambi¨¦n, es cierto, fortunas insultantes, dictadores can¨ªbales y ej¨¦rcitos privados..., de los que en Europa nos fuimos librando a duras penas a lo largo del XIX a base de revoluciones y de la organizaci¨®n del Estado de derecho, y, a¨²n a lo largo del XX, con la Gran Guerra Mundial (1914-1945). Cada cual se labra su destino. Tampoco es cosa de abundar en la mala conciencia del hombre medio europeo, atormentado por jornadas de trabajo crecientes, amenazado por el traslado de su empresa a otros pa¨ªses mientras se demuele la cobertura social que tanto cost¨® lograr. Es el punto de demagogia f¨¢cil que la primera afirmaci¨®n contiene.
Pero, como ciudadanos espa?oles, s¨ª tenemos una responsabilidad especial con las desventuras que hoy sufre una parte de la poblaci¨®n del S¨¢hara Occidental. (Resulta significativo, lo digo de paso, que sea en el Pa¨ªs Vasco, y entre los sectores m¨¢s vasquistas de ¨¦l precisamente, donde m¨¢s intensamente se sienta esa deuda espa?ola a trav¨¦s de asociaciones de solidaridad, acogida de ni?os, etc.)
Escuchaba esta ma?ana al representante del Frente Polisario en el Pa¨ªs Vasco, y sosten¨ªa, con raz¨®n, que, del mismo modo que Alemania se ha "hecho cargo" del Holocausto (o del bombardeo de Gernika), Espa?a tiene una especial responsabilidad por lo ocurrido en el llamado S¨¢hara espa?ol. Quienes viven en los campos de refugiados de Tinduf, una zona estrictamente des¨¦rtica, viven realmente en condiciones premodernas, unas condiciones que debieran ser insoportables en el siglo XXI.
Qu¨¦ diferencia con el S¨¢hara (Villa Cisneros, hoy Ad-Dajla) encontrado en los a?os veinte por Ignacio Hidalgo de Cisneros, vitoriano, general de aviaci¨®n y jefe de las FF AA durante la II Rep¨²blica. Ignacio encontr¨® un Villa Cisneros rico y con sobreabundancia de pescado. Como dandy que era, le maravill¨® la abundancia de marisco, percebes, bocas, ostras, etc., que se recog¨ªan a manotadas en R¨ªo de Oro. Los degustaban con los mejores vinos, licores y cervezas, que compraban a precios irrisorios en Las Palmas. Un mundo ex¨®tico y grato. Justo el contrario del que se encuentran los numerosos vitorianos que hoy se acercan por Tinduf.
Mientras esto ocurre, el presidente del Gobierno espa?ol zascandilea con Francia y Marruecos, bajo el padrinazgo de EE UU, sobre el futuro del S¨¢hara Occidental. Lo hace para ?superar el Plan Baker? Aqu¨¦l era un plan de m¨ªnimos. ?Qu¨¦ se espera conciliar ahora? Francia es mal consejero en estos asuntos. Hizo la peor de las descolonizaciones posibles en Argelia (guerra y torturas, crecimiento de la ultraderecha); apoy¨® en 1992 un golpe contra el FIS, ganador en las elecciones, lo que origin¨® una cruel guerra civil en ese pa¨ªs, hoy calmado pero no plenamente pacificado. ?Qu¨¦ explora Zapatero por esa v¨ªa?
Los designios del se?or son inescrutables, como lo son los de la pol¨ªtica exterior. El actual ministro de Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, es persona experta y sensible (a pesar de Arafat) en temas internacionales y sobre la periferia europea. Tiene cr¨¦dito. Dejar un final abierto bajo la direcci¨®n de la ONU y al amparo del principio de autodeterminaci¨®n (resoluciones 1.495 y 1.541 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas) puede ser interesante... quiz¨¢.
En lo que a nosotros toca, somos deudores de aquellos aperitivos a base de marisco y buen vino que nuestros progenitores tomaban d¨ªa s¨ª y d¨ªa tambi¨¦n en R¨ªo de Oro. En ¨¦se gran y discontinuo campo de concentraci¨®n que es ?frica, tenemos una deuda especial con aquellos desplazados de El Aai¨²n o Villa Cisneros, hijos de colegas de mariscada que hoy lo est¨¢n pasando verdaderamente mal. Algo deber¨ªan decir en los zascandileos de nuestro gobierno aquellos hijos de pescadores y mariscadores que hoy militan en el Polisario y tan mal lo est¨¢n pasando en pleno desierto.
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