El Olimpo a cuatro cent¨ªmetros
La pertiguista Dana Cervantes aspira a superar los 4,50 metros para llegar a la final de Atenas
Dana Cervantes (M¨¢laga, 1978) es hoy d¨ªa, una de las mejores deportistas de su tierra aunque todav¨ªa le falta el reconocimiento que se merece. Culpable de ello es la modalidad de atletismo en la que compite, el salto de p¨¦rtiga. "Esta claro que no es el deporte rey pero poco a poco se est¨¢ haciendo un hueco", afirma.
A abrir caminos est¨¢ contribuyendo ella misma. En enero logr¨® un nuevo r¨¦cord de Espa?a superando un list¨®n a 4,46 metros de altura. Una marca con la que consegu¨ªa la m¨ªnima exigida (4,40) para ir a los Juegos Ol¨ªmpicos de Atenas. No era la primera vez que hac¨ªa a?icos la estad¨ªstica nacional. La ha batido unas 39 veces, algo que conoce "por la prensa". A pesar de su nivel, necesitar¨¢ superar su propio registro en cuatro cent¨ªmetros para obtener plaza en la final, cuya marca m¨ªnima se estima en 4,50 metros.
La pertiguista cumple los 26 a?os el 18 de agosto, una vez iniciados los juegos. "Va ser el cumplea?os m¨¢s especial de toda mi vida. El mejor regalo me lo puedo hacer yo misma y ser¨ªa saltar la m¨ªnima para estar entre las 12 finalistas que para m¨ª es como si fuese una medalla", afirma.
Han pasado 13 a?os desde que se iniciara en pruebas de velocidad y salto de valla y un d¨ªa, como premio, le dejaran probar con la p¨¦rtiga fuera de las horas de entrenamiento. "Fue algo que me enganch¨®, me gust¨® m¨¢s que ninguna otra prueba". Con ella, pr¨¢cticamente se inici¨® la tradici¨®n del salto femenino en Espa?a. "Echamos a rodar mi entrenador y yo. ?l no estaba especializado pero fue madurando como preparador a medida que obten¨ªamos resultados".
Desde sus comienzos no ha cambiado de preparador. El binomio entre ella y Juanjo S¨¢nchez comenz¨® a dar sus frutos r¨¢pidamente. Prueba de su precocidad es que con 16 a?os ya fue campeona de Espa?a absoluta. Por esas fechas, usaba una p¨¦rtiga de 2,85 metros de longitud
en su club de Santa Rosa de Lima. Ahora su compa?era en el equipo Valencia Terra i Mar ha crecido hasta los 4,30, un aparato dif¨ªcil de transportar. Una vez en Bilbao, tuvo que atravesar la p¨¦rtiga en la cabina de un taxi que no ten¨ªa portaequipajes.
El camino no ha sido f¨¢cil en este deporte minusvalorado. "La gratificaci¨®n de obtener resultados despejan todas las dudas que te han podido surgir en el camino. Ha merecido la pena aguantar todas las penurias para conseguir el sue?o ol¨ªmpico".
Entre las zancadillas que le han puesto, Cervantes recuerda especialmente la acusaci¨®n por dopaje en diciembre de 1999 que le hizo perderse los juegos de Sydney. Un proceso marcado por las dudas sobre fallos en los aparatos de detecci¨®n. Tras recurrir a la justicia ordinaria, dos a?os despu¨¦s la Audiencia Nacional le dio la raz¨®n. "Vivir esa pesadilla sabiendo que era inocente, fue el peor momento no s¨®lo de mi carrera sino de mi vida personal".
A los juegos piensa llevar un peluche, que la ha acompa?ado esta temporada,
y una mu?equera "verde y mor¨¢", los colores representativos de M¨¢laga. "Con ella me siento m¨¢s cerquita de mi tierra". Sus padres viajar¨¢n con una bandera andaluza con la que poder festejar posibles triunfos.
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