Buenos tiempos para la l¨ªrica
Cuando se piensa en Brecht no se le evoca como poeta, al menos, no en primer lugar. Se le conoce como el autor dram¨¢tico por excelencia del siglo XX, el genial art¨ªfice y te¨®rico del teatro did¨¢ctico y musical. Sin embargo, como poeta no fue menos prodigioso, ni menos prol¨ªfico. M¨¢s de dos mil poemas de todas las formas y estilos, desde la insolencia de las canciones para guitarra de 1918, pasando por el antisentimentalismo de los poemas de amor -de los que se tradujo una sugerente selecci¨®n en 1998 (Hiperi¨®n)- o los contestatarios poemas pol¨ªticos de los a?os treinta y cuarenta, hasta la amarga sabidur¨ªa de las Eleg¨ªas de Buckow de los a?os cincuenta. Bertolt Brecht (1898-1956) fue un poeta de una versatilidad y una vitalidad creativa s¨®lo comparable a Goethe. Adem¨¢s, de f¨¢cil acceso (casi parece un contrasentido, trat¨¢ndose de poes¨ªa alemana), inteligible, coloquial, incluso en metro y¨¢mbico, con mensajes inmediatos: "Si dur¨¢ramos para siempre / todo se transformar¨ªa / pero como somos finitos / queda mucho como era".
POEMAS DEL LUGAR Y LA CIRCUNSTANCIA
Bertolt Brecht
Selecci¨®n, traducci¨®n, pr¨®logo y notas de Jos¨¦ Mu?oz Millanes
Pre-Textos. Valencia, 2004
160 p¨¢ginas. 14,45 euros
Jos¨¦ Mu?oz Millanes se ha propuesto reflejar en su somera selecci¨®n la evoluci¨®n y los m¨²ltiples cambios de la trayectoria po¨¦tica de este cl¨¢sico universal. El t¨ªtulo Poemas del lugar y la circunstancia, de todos modos, no define bien su labor, pues todos los poemas de Brecht responden al empuje de las circunstancias y son, literalmente, poemas de ocasi¨®n. Fuese para cambiar las maneras de pensar, incidir con propuestas de acci¨®n en la sociedad o se?alar la bofetada de la historia en la cara del individuo, Brecht escrib¨ªa siempre impulsado por vivencias concretas, propias y ajenas, o para formular una cr¨ªtica a la realidad. As¨ª, en 1934, cuando Hitler recorta las pensiones para duplicar los gastos de armamento, surge 'La compradora', el mon¨®logo de una anciana que ya no puede comprar pan y verduras, pero que acude a diario a las tiendas para demostrar su indigencia a los parroquianos: "si todos los que no tenemos nada / dejamos de aparecer donde se exhibe la comida / podr¨ªan pensar que no necesitamos nada. / Pero si venimos y no podemos comprar nada, / se sabr¨¢ c¨®mo est¨¢n las cosas".
A trav¨¦s de los lugares mencionados en su poes¨ªa, se puede seguir la "historia interna" del poeta de Augsburgo, tal como ¨¦l exig¨ªa que deb¨ªa ser una antolog¨ªa. Valgan como ejemplo las casas homenajeadas en sus versos para ilustrar la accidentada peripecia vital, una sucesi¨®n de huidas y mudanzas iniciada tras la toma de poder nacionalsocialista. 'Cuando me hice rico' recuerda la se?orial casa cerca de Augsburgo que Brecht disfrut¨® apenas unas semanas, en febrero de 1933, antes de exiliarse en Dinamarca; all¨ª le acogi¨® el 'Refugio' de Svendborg, una casa "que tiene cuatro puertas para salir huyendo" (y por donde tuvo que escapar); poco despu¨¦s invocaba a los alemanes hambrientos en 'Despensa finlandesa, 1940'; en el exilio californiano reflexion¨® 'Sobre el riego del jard¨ªn'; quince a?os m¨¢s tarde se mud¨® con escepticismo a 'Una nueva casa' en Berl¨ªn, tampoco la vivienda definitiva. Dedic¨® su ¨²ltimo fervor de inquilino, expresado en 'El jard¨ªn de flores' y 'El invernadero', a la casa de campo de Buckow.
Cabe destacar de estos Poemas del lugar y la circunstancia la cuidadosa edici¨®n biling¨¹e -sin apenas erratas en el texto original- y las informativas notas, donde se explica el origen de algunos textos: cuando a su amigo Charles Laughton se le derrumba su elaborad¨ªsimo jard¨ªn, Brecht reconstruye su armon¨ªa en 'Garden in progress'; o en qu¨¦ ocasi¨®n y para qui¨¦n escribe el tan prosaico y conmovedor poema amoroso 'Comprando naranjas'. Desgraciadamente, la ingravidez maravillosa de estos poemas ha encontrado en Mu?oz Millanes un traductor demasiado personal. Su trabajo se empa?a con no pocos errores ('Acerca de la primavera' o 'Los accesorios de la Weigel') pero, sobre todo, con las muchas libertades tomadas sin necesidad, de las que s¨®lo se?alo una: ?por qu¨¦ cambiar al tuteo el respetuoso "usted" con que el poeta se dirige a su ama de llaves en 'Agradecimiento a Mari Hold el 5 de octubre de 1934', cuando esta forma revela la relaci¨®n que manten¨ªan?
Con todo, los propios poemas permiten dar la vuelta al famoso lamento de Brecht; mientras escrib¨ªa este incansable inconformista, corr¨ªan buenos tiempos para la l¨ªrica: "Y yo siempre he pensado que las palabras m¨¢s sencilla / deben ser m¨¢s que suficientes. Con decir lo que est¨¢ pasando / a cualquiera se le tendr¨ªa que romper el coraz¨®n".
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