El sereno Oporto de ?lvaro Siza
La Fundaci¨®n Serralves marca la ruta por la obra del arquitecto portugu¨¦s
Alvaro Siza ten¨ªa quince a?os cuando se celebr¨®, en 1948, el Primer Congreso Nacional de Arquitectura. Aquel concili¨¢bulo le sali¨® rana al salazarismo, pues rechaz¨® los postulados de una arquitectura nacionalista para abrirse a las corrientes internacionales. Siza, que hab¨ªa nacido en Matosinhos, a escasos kil¨®metros al norte de Oporto, se matricul¨® en la Escuela de Bellas Artes de la ciudad portuguesa; all¨ª tuvo como profesor a Fernando T¨¢vora, uno de los pilares de la llamada escuela de Oporto, y con el que m¨¢s tarde colabor¨®. Siza realiz¨® en 1954 su primer proyecto con estudio propio: unas viviendas en su pueblo, Matosinhos. Ten¨ªa entonces 21 a?os.
Para ser profeta en su tierra a¨²n tendr¨ªa que llover bastante. Tendr¨ªan que llegar (como suele ocurrir) los reconocimientos de fuera. Distinciones acad¨¦micas y premios, entre otros, el Pritzker, considerado como el Nobel de arquitectura. El reconocimiento oficial en su pa¨ªs vendr¨ªa con el encargo de reconstruir el barrio lisboeta del Chiado, asolado por un incendio en 1988, y la comisi¨®n de sendos pabellones de Portugal para la Expo de Lisboa (1998) y Hannover (2000). En Espa?a es un creador apreciado, sobre todo en Galicia: all¨ª ha realizado el Museo de Arte Contempor¨¢neo y la Facultad de Periodismo de Santiago. Tambi¨¦n ha trabajado en Barcelona, Alicante y en Madrid, donde su proyecto Trajineros ha ganado el concurso para la remodelaci¨®n del eje Prado-Recoletos.
Es m¨¢s f¨¢cil reconocer a simple vista una obra de Siza que tratar de definir su estilo. Se le ha relacionado con el organicismo n¨®rdico de Aalto y Utzon, el racionalismo holand¨¦s de Oud, los principios de la Neue Sachlichkeit, con Le Corbusier y con Wright. En lo que todos coinciden es en el respeto profundo por el lugar donde va a intervenir, adapt¨¢ndose sin prejuicios al enclave, as¨ª como en su conciencia social; construye para gente concreta, no delirios abstractos. Tambi¨¦n se le reconoce un¨¢nimemente su amor por la textura y calidad de los materiales, el acabado artesano y un alto sentido po¨¦tico que inunda su obra de serenidad. "Mi arquitectura", dice Siza, "no tiene un lenguaje preestablecido, ni establece de por s¨ª un lenguaje. Es una respuesta a un problema concreto, una situaci¨®n de transformaci¨®n en la que yo participo (...). Un lenguaje preestablecido, puro y hermoso, no me interesa".
A Matosinhos acude much¨ªsima gente, por dos motivos diversos: para pedir favores a un Cristo muy milagroso que tall¨®, dicen, Nicodemo, o para comer marisco churrascado. Pocos van por las playas, estropeadas con la presencia del puerto de Leixoes y una refiner¨ªa en la vecina Le?a da Palmeira. Precisamente delante de ella se encuentra la primera obra importante de Siza, y esto s¨ª que est¨¢ empezando a atraer peregrinos ilustrados mientras las autoridades ponen su granito de arena al iniciar una remodelaci¨®n del paseo litoral. Siza realiz¨®, entre 1958 y 1963, una Casa de Ch¨¢ (restaurante) llamada Boa Nova y una piscina. Es un proyecto reducido, aunque con toda la irradiaci¨®n de lo germinal. Sobre las rocas pulidas por las mareas asent¨® su edificio plano y blanco, con un resultado chocante: la construcci¨®n es lo que resulta natural, mientras que las rocas, que se recortan sobre el blanco, parecen artificiales, hasta el punto de que un arquitecto japon¨¦s pregunt¨® si eran de poli¨¦ster.
Son muchas las cosas que pueden distraer al turista en Oporto. A los amantes del arte y la arquitectura no les pasa inadvertido el fuerte car¨¢cter de esta ciudad de granito -algo que entendi¨® muy bien, en el siglo XVIII, Niccolo Nassoni, haciendo dialogar la piedra y la cal con una sensibilidad cercana a los postulados de ?lvaro Siza.
Barrio radiante y vanguardista
Los incondicionales de Siza tienen tres obras importantes que visitar, relativamente cercanas entre s¨ª. La primera en construirse (entre 1986 y 1996) es la Facultad de Arquitectura en la zona de Campoalegre, un barrio donde florece el Oporto radiante y vanguardista, con el nuevo teatro de Campoalegre, el Planetario y varias facultades de dise?o. La facultad realizada por Siza se asoma al Duero y posa en la pendiente dos alas blancas que convergen en un patio-jard¨ªn; en la parte alta, dedicada a usos administrativos, se ubica la biblioteca, uno de los mejores logros del arquitecto.
Cerca tambi¨¦n del Duero, un bloque de oficinas en la calle Aleixo (1993) impone a la mirada el sello inconfundible de Siza. Pero la obra m¨¢s espectacular es, sin duda, el nuevo pabell¨®n de la Fundaci¨®n Serralves. Ocupa un amplio terreno de jardines, y guarda las colecciones de arte moderno en un sobrio edificio art d¨¦co de los a?os treinta. Entre 1991 y 1999, Siza levant¨® un pabell¨®n independiente y alejado de aqu¨¦l, que sirve ahora de entrada y alberga salas de exposici¨®n, biblioteca y oficinas. Todas las claves y virtudes del arquitecto est¨¢n en este precioso edificio, articulado en varios vol¨²menes y niveles que se adaptan a las pendientes y parecen secuestrar la luz, para introducirla de manera generosa en un edificio que se acopla y forma parte del paisaje.
La ruta de ?lvaro Siza podr¨ªa completarse rebuscando obras dispersas en un radio de pocas decenas de kil¨®metros. Hacia el sur, la biblioteca de la Universidad de Aveiro (1988), la sala de exposiciones de Revigr¨¦s, en ?gueda (1993); la sucursal bancaria Pinto & Sotto Mayor, en Oliveira de Azemeis (1971), y la casa Vieira de Castro, en Vila Nova de Famali?ao, esta ¨²ltima al norte de Oporto.
Una excursi¨®n que no debe omitirse es la que lleva a Marco de Canavezes, cerca de Pe?afiel, en un valle ancho y feraz del r¨ªo T¨¢mega. Marco es un destino tur¨ªstico por muchos motivos, entre otros, sus bodegas de vinho verde y las ruinas de una vasta ciudad romana, hasta ahora poco conocidas, pero que est¨¢n siendo debidamente acondicionadas. En esta poblaci¨®n, ?lvaro Siza levant¨® la iglesia de Santa Mar¨ªa (1996), un edificio basado (como otros suyos) en la dualidad: sobre una cripta funeraria semienterrada se eleva el lugar de la asamblea, vertical y luminoso; el plano terrenal queda acentuado por un ventanal corrido a la altura de los ojos, que mete literalmente el valle dentro del templo, mientras que los muros blancos y pulidos se abocinan formando un espacio et¨¦reo que se pierde en las alturas.
El binomio cuerpo-alma, tierra-cielo parece disolver sus contradicciones en una experiencia espacial cargada de emoci¨®n. Es algo que caracteriza, en general, a toda la obra de Siza, esa dimensi¨®n suave, humana, que evita a sus edificios cualquier arrogancia program¨¢tica o estil¨ªstica. Olhar e ver (mirar y ver) es el lema y programa de este arquitecto que quiere ante todo comprender, respetar las exigencias y el latido de enclaves y personas. "Organizamos el espacio", ha dicho, "para que el hombre viva. Si se ignora al hombre, la arquitectura es innecesaria".
GU?A PR?CTICA
C¨®mo ir
- TAP (901 11 67 18) ofrece cuatro vuelos diarios entre Madrid y Oporto, a partir de 182 euros.
- Iberia (902 400 500) tambi¨¦n vuela a diario a Oporto, desde 172,38. Los principales accesos por carretera son la A1, IP1, A3 y A4; desde Espa?a se puede acceder por Zamora o por Salamanca, desde donde la carretera es mejor.
Dormir
- Porto Carlton Hotel (00351 223 40 23 00. Pra?a da Ribeira,1). Situado en el casco viejo, junto a las terrazas que animan los cais del r¨ªo frente a las bodegas de Vilanova de Gaia.
- Hotel Ipanema Park (00351 225 32 21 00. Rua de Serralves, 124). Algo alejado del centro, pero al lado de la Fundaci¨®n Serralves. Un cinco estrellas con magn¨ªficas vistas sobre el Duero y el mar.
Comer
- Boa Nova (00351 995 17 85. Le?a da Palmeira). Es todo un lujo comer dentro de esta obra primeriza de ?lvaro Siza, sentados entre rocas pulidas por el mar. Cocina marinera, unos 30 euros.
- Brasserie de l'Entrec?te (00351 225 32 12 70. Rua do Passeio Alegre). Con vistas sobre la Foz (desembocadura del r¨ªo). Este local es famoso porque s¨®lo se sirve un plato: entrec¨® de solomillo a la brasa. Unos 20 euros.
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