Lecciones de Maragall
Como Maragall en su visita a La Moncloa tuvo la coherencia y delicadeza de defender los intereses de la Comunidad Valenciana, quisiera, en la medida de lo posible, contrarrestar la falta de elegancia e inteligencia que se ha dado al ignorar, tanto la opini¨®n p¨²blica como la publicada, la actitud de solidaridad que Maragall despleg¨® con nosotros. No dudo que los que no han superado el complejo anticatalanista tendr¨¢n alguna explicaci¨®n miserable para lo solicitado por el presidente de Catalu?a en La Moncloa, pero lo cierto es que:
a) Pidi¨® expl¨ªcitamente que el Gobierno central se implicara a fondo en la Copa del Am¨¦rica, a la que deportiva y econ¨®micamente equipar¨® a sus Juegos Ol¨ªmpicos, y tuvo la elegancia de no referirse a las acusaciones que meses atr¨¢s el PP le hizo desde aqu¨ª, que hab¨ªa hecho gestiones para que Barcelona arrebatara a Valencia la organizaci¨®n de la prueba.
b) Puso en primer lugar de la lista de peticiones de Catalu?a el eje ferroviario de alta velocidad y ancho europeo entre Valencia, Barcelona y Montpellier. Valoremos el hecho: el Barcelona-Frontera Catalu?a ya lo tiene, la parte gala es algo que los franceses ven con poca simpat¨ªa y lo que se acaba pidiendo desde Catalu?a al Gobierno central es algo cuya gran beneficiaria es la Comunidad Valenciana, incluida la competitividad del puerto de Valencia frente al de Barcelona. Lo cierto es que, casualidad o no, 48 horas despu¨¦s, uno ve¨ªa recompensado alg¨²n esfuerzo, cuando el GIF asum¨ªa la ampliaci¨®n de la estaci¨®n en la provincia de Tarragona, cuyo principal objetivo es hacer de intercambiador real entre los dos grandes ejes ferroviarios del Estado: el corredor mediterr¨¢neo y la l¨ªnea de alta velocidad Madrid-Barcelona. Si se resuelve adecuadamente, la superaci¨®n de la frontera del ancho de v¨ªa y los problemas pendientes para el enlace ferroviario de la Comunidad Valenciana con la frontera francesa v¨ªa Catalu?a empezar¨ªan a vislumbrarse.
c) Nos pregunt¨® impl¨ªcitamente por el papel que las capitales valencianas van a jugar en la descentralizaci¨®n del Estado; ¨¦l acababa de conseguir para Barcelona la sede de la Comisi¨®n del Mercado de las Telecomunicaciones. Que nadie piense que es una pieza espectacular (una plantilla de menos de 200 trabajadores, 9 en pr¨¢cticas y 14 becarios) pero es el fuero no el huevo. Por fin parece que el PSOE asume la obviedad de que Madrid alberga una larga serie de organismos que no necesariamente tendr¨ªan por qu¨¦ estar radicados all¨ª, que el modelo es la situaci¨®n de equilibrio entre ciudades que se autoimpuso Alemania como Rep¨²blica Federal. Tanto se lo crey¨® que el propio Zapatero, horas despu¨¦s, prometi¨®, con mi sana envidia, para su Le¨®n natal el primer Instituto Nacional de las Tecnolog¨ªas de la Comunicaci¨®n. Madrid alberga instituciones, existentes o futuras, de importancia variable que deber¨ªan estar distribuidas en otras ciudades. Maragall ha sostenido con raz¨®n que "no hay ning¨²n pa¨ªs de la UE donde se d¨¦ la concentraci¨®n de poder que se da en Madrid".
Con estas condiciones: ?volver¨¢n a fallar nuestros pol¨ªticos? Para que no todo quede en el debe de Camps y su equipo, recuerdo un reciente parr¨¢fo en este peri¨®dico, cuyo autor no cito para no ser tildado de pelota: "Ante las exigencias de los ciudadanos, es hora que el PSPV se pronuncie claramente en sus documentos sobre la necesidad del minitrasvase del Ebro a trav¨¦s del canal Xerta-C¨¤lig hasta Sagunto por mucho que moleste a sus compa?eros catalanes; del mismo modo que resulta exigible que apuesten por el modelo de Estado que prefieren y por la necesidad de mantener el trasvase Tajo-Segura, aunque el PSOE castellano-manchego est¨¦ en contra".
?Revindicamos lo que debemos? Uno, que s¨®lo es de ciencias, est¨¢ cada vez m¨¢s cerca de la soledad de las soledades suecanas de nosaltres els valencians, pero no va a caer en el des¨¢nimo y ah¨ª van dos propuesta para los valencianos si Zapatero se cree su proceso de descentralizaci¨®n del Estado: una ya existente, la Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos, y otra que vendr¨¢ en unos meses, la Agencia de Tr¨¢fico. Si alg¨²n grupo pol¨ªtico se decide a reclamarlas para esta parte del mapa, el argumentario est¨¢ en a su disposici¨®n.
Gregorio Martin es catedr¨¢tico de Ciencias de la Computaci¨®n de la Universitat de Val¨¨ncia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.