Un¨¢nime PSC
El d¨¦cimo congreso del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) se cerr¨® ayer con euforia y bajo el signo de las unanimidades por doquier, que no suelen ser precisamente expresivas de un debate de ideas enriquecido, ni de la vitalidad de un partido. Pero sus principales mensajes pol¨ªticos son coherentes con las demandas de la actual coyuntura. El intento de cicatrizar heridas internas escenificado por el presidente del PSC, Pasqual Maragall, y por el secretario de organizaci¨®n del PSOE, Jos¨¦ Blanco, busca satisfacer a un electorado que jam¨¢s perdona las crisis organizativas de las formaciones pol¨ªticas. Las naturales tensiones entre dos partidos federados que responden a cuerpos electorales diferenciados deber¨¢n encauzarse de forma m¨¢s fluida que hasta ahora.
La pretensi¨®n estrat¨¦gica de apertura al centro catalanista para dotar a los electores hu¨¦rfanos de referentes por el desconcierto y el creciente radicalismo de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Catalunya deber¨ªa alertar a los nacionalistas hasta hace poco moderados sobre los peligros que supone para su supervivencia el abandono del terreno del centrismo y la moderaci¨®n. As¨ª, el claro apoyo del PSC a la Constituci¨®n Europea, sin ocultar sus insuficiencias, resultar¨¢ clave tambi¨¦n para el examen de credibilidad de las fuerzas catalanas.
Las decisiones m¨¢s preocupantes son las organizativas. La recuperaci¨®n de Josep Maria Sala -condenado por financiaci¨®n ilegal del PSOE en el caso Filesa- para la ejecutiva satisfar¨¢ quiz¨¢ a todo el aparato del partido: pero ni a un solo ciudadano m¨¢s. La categor¨ªa personal de Sala, quien prefiri¨® cumplir prisi¨®n que pedir el indulto por considerarse ayuno de culpa, no es irrelevante. Pero m¨¢s relevante es el p¨¦simo signo que supone su nombramiento. Asimismo, el reenv¨ªo a la ejecutiva de las medidas sobre los asuntos m¨¢s conflictivos (grupo parlamentario propio, incompatibilidades de cargos) traduce una abrumadora tendencia piramidal, impulsada por un aparato omnipotente que proclama la apertura a la sociedad y la necesidad de evitar la complacencia tras los triunfos electorales pero que contradice con sus actos los buenos prop¨®sitos.
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