Buscar hogar a los ochenta

Galapagar

Los 30 ancianos que habitan en la residencia privada Bego?a, en Galapagar, tienen que buscar un nuevo lugar donde vivir antes de que finalice julio. La residencia cierra sus puertas tras veinte a?os de servicio, debido a que el propietario del chal¨¦ donde se ubica quiere recuperarlo. Tras un a?o de pleitos, el juzgado ha dado un plazo de un mes al director de la residencia para que la desaloje.

Los ancianos, que en muchos casos llevan a?os en la residencia, esperan impotentes su traslado. "Esto es como si fuera mi casa", comenta apenada Manoli Mart¨ªnez, una madrile?a de 68 a?os. "Por eso estoy muy disgustada, y cuando me dijeron que me ten¨ªa que ir no pod¨ªa parar de llorar". Manoli se ir¨¢ a vivir en breve a una residencia de Colmenarejo.

La residencia Bego?a es un chal¨¦ de dos plantas, situado en la carretera que une Torrelodones con Galapagar. "Alquil¨¦ el inmueble y hasta ahora todo hab¨ªa marchado bien", explica Rafael Moya, gerente del centro. Hace un a?o el contrato de arrendamiento tocaba a su fin. Moya intent¨® renovarlo, pero el due?o del inmueble le comunic¨® su intenci¨®n de recuperarlo. "Al principio me dio la opci¨®n de adquirirlo por 900.000 euros. Pero tan s¨®lo me dio un plazo de diez d¨ªas para formalizar la escritura. No pude conseguirlo, y ahora, tras la decisi¨®n del juzgado, no tengo m¨¢s remedio que cerrar y marcharme de aqu¨ª", aclara el gerente.

En cuanto a la posibilidad de abrir otra residencia, Moya duda que pueda hacerlo: "Tendr¨ªa que encontrar un local adecuado, y luego conseguir las licencias, que tardar¨ªan como m¨ªnimo un a?o".

El director est¨¢ ahora ayudando a los familiares de los residentes a buscar otros lugares en los alrededores donde instalar a sus mayores.

Uno de los internos, Jos¨¦ Fern¨¢ndez, regidor de escena de 82 a?os, opina que el problema se solucionar¨ªa si todas las residencias fueran p¨²blicas. "No es normal que yo haya pedido plaza hace cuatro a?os en Parla y que no haya manera de entrar", se queja.

Marga tambi¨¦n opina, mientras lleva a su madre de 93 a?os al jard¨ªn en una silla de ruedas, que no hay derecho a cerrar una residencia. En cuanto a encontrar otra indica que "hay muchas, todo es cuesti¨®n de dinero".

Un portavoz de la Consejer¨ªa de Familia y Asuntos Sociales explica que no pueden hacer nada en casos como ¨¦ste: "Son residencias privadas, y los contratos entre las partes son tambi¨¦n privados". No obstante, la Comunidad ofrece a los familiares de los ancianos afectados por este cierre un servicio de asesoramiento sobre los centros cercanos que existen.

"La solicitud yo ya la he rellenado", recuerda Teresa L¨®pez, que necesita una silla de ruedas desde hace dos a?os para desplazarse. "Pero siempre me faltan puntos. ?Qu¨¦ puntos me pregunto yo?", se queja.