100 d¨ªas de pol¨ªtica de I+D+i

Transcurridos los primeros cien d¨ªas del nuevo Gobierno, de la pol¨ªtica de investigaci¨®n cient¨ªfica, desarrollo e innovaci¨®n tecnol¨®gica (I+D+i) se puede decir poco. Frente a las expectativas creadas por el programa electoral del PSOE sobre investigaci¨®n e innovaci¨®n, el Gobierno nos ha ofrecido muchas dudas, vacilaciones y silencios.

La relevancia que las nuevas autoridades han otorgado a la investigaci¨®n ha sido escasa, especialmente por parte del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia, responsable de la pol¨ªtica de I+D+i. Ha salido a la luz la batalla entre ¨¦ste Ministerio y el de Industria, Turismo y Comercio por la delimitaci¨®n del territorio y el reparto del presupuesto del extinto Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa. El ganador, el Ministerio de Industria, entra con fuerza en la pol¨ªtica de innovaci¨®n tecnol¨®gica. En el lado positivo, el Ministerio de Sanidad y Consumo parece haber hecho de la investigaci¨®n biom¨¦dica uno de los ejes centrales de su actuaci¨®n.

La idea de mantener unidas las pol¨ªticas de I+D e innovaci¨®n tecnol¨®gica, dirigidas a organismos p¨²blicos de I+D y empresas, que esbozaba el Real Decreto de reestructuraci¨®n de los departamentos ministeriales, ha pasado a mejor vida.

En su lugar, tenemos una pol¨ªtica de I+D+i m¨¢s fragmentada. Al menos tres Ministerios (Industria, Educaci¨®n y Sanidad) est¨¢n implicados en la definici¨®n de las pol¨ªticas de I+D e innovaci¨®n. Los presupuestos de la Funci¨®n 54 (I+D) se han distribuido: el 60-65% en Industria, el 25-30% en Educaci¨®n, el 4% en Sanidad y el 8% en Defensa. Ahora hay mayores necesidades de coordinaci¨®n pol¨ªtica y administrativa, pero no se trata de incrementar los organismos de coordinaci¨®n (CICYT, Comisi¨®n Delegada del Gobierno, etc¨¦tera) sino definir su papel y dotarles de medios para hacer su trabajo de ¨¢rbitro.

El Gobierno debiera reconocer ya que habr¨¢, al menos, dos pol¨ªticas diferenciadas de I+D e innovaci¨®n tecnol¨®gica, e intentar ordenar el trabajo de los ministerios. El Ministerio de Industria estar¨¢ a cargo de la pol¨ªtica de innovaci¨®n tecnol¨®gica, e incluso de muchas actuaciones para la I+D en las empresas. Deber¨¢ centrarse en actualizar los instrumentos para la mejora de la competitividad de las empresas y para elevar los niveles de productividad del pa¨ªs. Industria cuenta con recursos e instrumentos, como el CDTI, que deben ser puestos a trabajar.

La situaci¨®n del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia (MEC) es m¨¢s complicada, puesto que parece no tener planes claros en I+D y cuenta con menos recursos, por lo que debe crear sus capacidades organizativas para actuar (el Ministerio de Industria cuenta ya con el Centro para el Desarrollo Tecnol¨®gico e Industrial, CDTI). Primero debe redefinir sus funciones en materia de pol¨ªtica tecnol¨®gica: concentrarse en la pol¨ªtica de transferencia de tecnolog¨ªa, reelaborar los instrumentos de colaboraci¨®n p¨²blico/privado, promover el empleo de investigadores en las empresas, apoyar la creaci¨®n de centros de I+D empresariales y promover las empresas de base tecnol¨®gica. Para alguna de estas tareas debe contar con el Ministerio de Industria y el CDTI.

Segundo, en materia de financiaci¨®n de la investigaci¨®n p¨²blica, el MEC no puede olvidar el desaf¨ªo central -segundo compromiso del programa electoral del PSOE, tras la subida del 25% de los cap¨ªtulos 1 a 7 [Funci¨®n 54] de los presupuestos- de poner en marcha una Agencia de Financiaci¨®n de la Investigaci¨®n (al estilo de los Research Councils en Europa o de la NSF en EE UU) que: 1) mejore las condiciones de gesti¨®n de la pol¨ªtica de I+D hacia el sector p¨²blico; 2) aumente la capacidad del sistema pol¨ªtico para definir los objetivos y prioridades de investigaci¨®n; 3) refuerce el papel y la autonom¨ªa de los investigadores en la gesti¨®n de la I+D y 4) consolide la responsabilidad de los investigadores respecto de la sociedad que les financia. Sorprende que la Ministra de Educaci¨®n y Ciencia apoye la creaci¨®n del Consejo Europeo de Investigaci¨®n, como agencia de la financiaci¨®n competitiva de la investigaci¨®n fundamental a escala Europea, y -con su silencio- asuma que la financiaci¨®n de la I+D debe realizarse desde las estructuras burocr¨¢ticas de su Ministerio.

Por ¨²ltimo, en la reforma del CSIC parece haber ideas, objetivos e impulso pol¨ªtico. Veremos si los hechos avalan las intenciones. Del resto de los Organismos P¨²blicos de Investigaci¨®n no hay noticias, salvo que alguno lleva meses sin director.

En pol¨ªtica el tiempo es vital; las oportunidades surgen y desaparecen sin contar con los responsables pol¨ªticos. Hay que ponerse manos a la obra para afrontar las reformas. Se puede decir que el Gobierno, en los cien primeros d¨ªas, en pol¨ªtica de I+D+i no progresa adecuadamente y tiene tareas de recuperaci¨®n para septiembre. El pr¨®ximo examen de esta materia: la presentaci¨®n de los Presupuestos Generales del Estado para 2005.

Luis Sanz Men¨¦ndez es investigador del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) y, actualmente, director de la Unidad de Pol¨ªticas Comparadas del CSIC.