Qurei retira su dimisi¨®n tras alcanzar un acuerdo sobre seguridad con Arafat
El presidente palestino ordena al fiscal general que investigue las denuncias de corrupci¨®n
La crisis de liderazgo palestino, iniciada hace 11 d¨ªas con la dimisi¨®n del primer ministro Ahmed Qurei, concluy¨® ayer tras un acuerdo alcanzado por ¨¦ste y el presidente Yasir Arafat, que garantiz¨® a Qurei que respetar¨¢ los poderes de su cargo de acuerdo a la Ley B¨¢sica Palestina -una especie de Constituci¨®n- y el control sobre parte de las fuerzas de seguridad. Ambos escenificaron su reconciliaci¨®n con dos besos en la mejilla y un choque de manos, al tiempo que Qurei agradec¨ªa a Arafat "su insistencia en rechazar la dimisi¨®n y renovar su confianza".
La crisis ministerial estuvo a punto de dinamitar los cimientos de una fr¨¢gil Autoridad Nacional Palestina, cuando hace casi dos semanas el caos se apoder¨® de las calles en la franja de Gaza y amenaz¨® con extenderse por Cisjordania con la misma virulencia.
Ahmed Soboh, viceministro de Informaci¨®n, asegur¨® ayer que Arafat se compromete a "respetar la autonom¨ªa del Ministerio del Interior, como as¨ª lo estipula la Ley B¨¢sica, as¨ª como el control de ¨¦ste sobre las fuerzas de seguridad que le corresponden". De los distintos cuerpos policiales, Arafat, seg¨²n un paquete de reformas aprobadas el 15 de mayo de 2002 -cuando se enmend¨® la Ley B¨¢sica para introducir la figura del primer ministro-, deja en manos de Interior el cuerpo de la polic¨ªa (con 19.000 efectivos y cuyas tareas principales tienen que ver con el tr¨¢fico y la delincuencia com¨²n); la seguridad preventiva (se estima entre 2.000 y 3.000 los efectivos de este organismo, cuya labor principal tiene que ver con la seguridad interna en los territorios); y defensa civil (cuyas labores son las de Protecci¨®n Civil en Espa?a). Pero bajo el mandato de Arafat contin¨²an las fuerzas de Seguridad General, columna vertebral del poder en la ANP -calificadas por algunos analistas como un cuerpo paramilitar y que cuenta con unos 22.000 efectivos- y los servicios de inteligencia, fuerzas asignadas en la Ley B¨¢sica al presidente.
Adem¨¢s, el l¨ªder palestino se garantiza el control de las fuerzas a trav¨¦s de la presidencia del Consejo de Seguridad Nacional, que en la pr¨¢ctica abarca todos los cuerpos policiales -incluso aquellos que en teor¨ªa responden ante Qurei-, ahora unificados en polic¨ªa nacional, fuerzas de seguridad p¨²blicas y espionaje.
En las pr¨®ximas semanas, los legisladores palestinos observar¨¢n sobre el terreno si este anuncio del rais se queda de nuevo en agua de borrajas -como ya sucedi¨® en ocasiones anteriores en las que Arafat prometi¨® lo mismo- o las reformas comienzan a tomar forma a trav¨¦s de leyes y decretos. Por lo pronto, para agosto se espera una reestructuraci¨®n del Gobierno, donde una de las carteras que presumiblemente cambiar¨¢n ser¨¢ la de Interior, donde Qurei podr¨ªa situar alg¨²n hombre de confianza y retirar el ministro impuesto por Arafat, Hakam Balawi. De producirse, al menos formalmente, las reformas estar¨¢n en marcha.
Muchos analistas consideran que ser¨¢ dif¨ªcil que Arafat asuma estas reformas y ceda su poder, ya que, como dec¨ªa Daniel Rubinstein en el diario Haaretz hace unos d¨ªas, "la existencia completa de Arafat gira s¨®lo en torno a su actividad pol¨ªtica y ceder poder significa ceder parte de su vida. Contin¨²a mandando a la gente que est¨¢ a su alrededor, como lo hizo en el pasado, aunque formalmente haya cedido autoridad". Adem¨¢s, todo parece una nueva estrategia del veterano l¨ªder palestino para ganar tiempo m¨¢s all¨¢ de las elecciones presidenciales estadounidenses.
En cuanto a la soluci¨®n para poner freno a la corrupci¨®n, Arafat orden¨® al fiscal general palestino, Husein Abu Asi, que comience a abrir diligencias en los casos documentados de corrupci¨®n, que han ido llegando al Parlamento. A eso se a?ade un proyecto de ley que el presidente debe sancionar en los pr¨®ximos d¨ªas sobre la obligatoriedad de "dar cuenta de la procedencia de los ingresos".
Estas reformas son vistas por la comunidad internacional como necesarias para el avance democr¨¢tico de la ANP. Sin embargo, con la realidad actual de la ocupaci¨®n israel¨ª, muchas de las reformas no pueden ponerse en pr¨¢ctica, como denuncian algunos parlamentarios. Ejemplos como la imposibilidad de llevar armas de la polic¨ªa -pueden ser detenidos por el Ej¨¦rcito israel¨ª- o los l¨ªmites geogr¨¢ficos impuestos por las fuerzas militares israel¨ªes -no permiten seguir a un posible asesino o ladr¨®n a la fuga m¨¢s all¨¢ de los puestos de control- ilustran estos obst¨¢culos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.