Viaje a Mercurio
La nave 'Messenger' ser¨¢ la primera, en 30 a?os, que se dirija al planeta m¨¢s pr¨®ximo al Sol
La exploraci¨®n del sistema solar con naves autom¨¢ticas va a dar un paso adelante importante con el viaje de la nave Messenger que la NASA va enviar a Mercurio. S¨®lo una sonda hasta ahora ha pasado cerca de ese planeta, la Mariner 10, que lo sobrevol¨® en 1974 y 1975. Mercurio es el planeta m¨¢s cercano al Sol y es interesante porque, junto a Venus, la Tierra y Marte, forma el vecindario pr¨®ximo a la estrella y los cuatro deben de compartir caracter¨ªsticas comunes en su formaci¨®n, hace unos 5.000 millones de a?os. Los especialistas han tardado mucho tiempo en superar los retos tecnol¨®gicos de una misi¨®n como Messenger. Ahora est¨¢ todo listo para el lanzamiento, fijado para el pr¨®ximo lunes desde la base de Cabo Ca?averal (Florida).
La superficie de Mercurio tiene planicies, cr¨¢teres y largas paredes rocosas
La sonda llegar¨¢ a su destino en 2011 y trabajar¨¢ all¨ª durante un a?o terrestre
La nave Messenger seguir¨¢ un recorrido muy largo para llegar a Mercurio y ponerse en ¨®rbita en marzo de 2011; est¨¢ previsto que trabaje all¨ª durante un a?o terrestre, hasta marzo de 2012. En el viaje recorrer¨¢ 7.900 millones de kil¨®metros. La sonda de la NASA saldr¨¢ de la Tierra a bordo de un cohete Delta II (en un plazo de 13 d¨ªas a partir de la primera oportunidad de lanzamiento el pr¨®ximo lunes) y con sus siete instrumentos cient¨ªficos deber¨¢ cumplir una exploraci¨®n integral de aquel planeta observando la superficie, el interior, la atm¨®sfera y la magnetosfera.
Hace tres d¨¦cadas, la Mariner 10, tambi¨¦n de la NASA, s¨®lo fotografi¨® el 45% de la superficie de Mercurio. Por otra parte, es dif¨ªcil estudiar ese planeta con telescopios desde la Tierra, ya que su proximidad al Sol dificulta mucho las observaciones.
Desde Mercurio, cuya distancia media al Sol es de 58 millones de kil¨®metros, la estrella parece casi tres veces m¨¢s grande que vista desde aqu¨ª y es 11 veces m¨¢s brillante. En la superficie expuesta al Sol se alcanzan los 450 grados cent¨ªgrados (algo inferior a Venus, donde el intenso efecto invernadero hace que se superen los 480 grados). Pero en Mercurio el contraste t¨¦rmico entre el d¨ªa y la noche es enorme, y la temperatura cae en la zona de sombra hasta los 200 grados bajo cero.
Ese mundo abrasado es el segundo planeta m¨¢s peque?o de los nueve, s¨®lo superior a Plut¨®n y poco m¨¢s grande que nuestra Luna. En Mercurio, un d¨ªa completo (el tiempo transcurrido entre un mediod¨ªa y el siguiente en un punto) dura 176 d¨ªas terrestres y es m¨¢s largo que el a?o all¨ª. Esto se debe a que el planeta gira sobre su eje cada 59 d¨ªas terrestres, pero cumple una ¨®rbita alrededor del Sol cada 88 d¨ªas de los nuestros (es el planeta que va m¨¢s r¨¢pido, a una velocidad media de 48 kil¨®metros por segundo).
Mercurio es muy poco conocido por los cient¨ªficos y para esta misi¨®n se han planteado buscar respuesta a un pu?ado de preguntas clave: ?Por qu¨¦ tiene una densidad tan alta? ?Est¨¢ esto relacionado con su proximidad extrema al Sol? ?Ha tenido vulcanismo? ?C¨®mo es la din¨¢mica de su tenue atm¨®sfera? ?Y su magnetosfera, parecida a la de la Tierra? ?El campo magn¨¦tico de Mercurio es debido a una capa externa fluida del n¨²cleo?
Tambi¨¦n son intrigantes los extra?os dep¨®sitos que se han detectado dentro de los cr¨¢teres en las zonas polares mercurianas mediante observaciones con radar. ?Pueden ser dep¨®sitos de agua helada protegidos en la sombra permanente de las paredes de los cr¨¢teres, como sugieren algunos cient¨ªficos, o son compuestos de azufre, como sostienen otros?
La superficie de Mercurio es una combinaci¨®n de planicies, cr¨¢teres y largas paredes rocosas, con monta?as de hasta 3.000 metros de altura. Su enorme n¨²cleo de hierro supone el 60% de la masa total del planeta, el doble que el terrestre. Como consecuencia, su densidad es alt¨ªsima en comparaci¨®n con su tama?o, ya que es casi igual a la de Marte, que es mucho m¨¢s grande. La tenue atm¨®sfera mercuriana contiene hidr¨®geno, helio, ox¨ªgeno, sodio, potasio y calcio.
Para cumplir su misi¨®n cient¨ªfica, la Messenger lleva a bordo un sistema para captar im¨¢genes tanto fijas como en v¨ªdeo; cuatro diferentes espectr¨®metros para detectar los elementos qu¨ªmicos de la superficie, los minerales de la corteza, los compuestos atmosf¨¦ricos y las part¨ªculas cargadas de la magnetosfera; un alt¨ªmetro l¨¢ser para tomar medidas topogr¨¢ficas de la superficie y determinar si existe all¨ª un n¨²cleo fluido, y un magnet¨®metro para estudiar el campo magn¨¦tico.
Para llegar a Mercurio, la nave de la NASA ir¨¢ tomando impulso gravitatorio en la Tierra una vez (2005); en Venus, dos veces (2006 y 2007), y en el propio planeta de destino, tres veces (en 2008 y 2009). Estos tres pasos previos por las proximidades a Mercurio servir¨¢n, adem¨¢s, para recabar informaci¨®n que facilite a los cient¨ªficos de la misi¨®n planear con exactitud la labor de reconocimiento que se har¨¢ luego durante un a?o en ¨®rbita. Durante esos 12 meses terrestres de trabajo, la distancia de la nave a la Tierra estar¨¢ entre 87 millones de kil¨®metros y 212 millones.
Esos sobrevuelos planetarios para tomar impulso son clave en la misi¨®n. De hecho, la NASA ha explicado que en los a?os setenta no se sab¨ªa c¨®mo poner una nave en ¨®rbita de Mercurio contando con los sistemas de propulsi¨®n disponibles entonces y que s¨®lo en los ochenta se descubri¨® c¨®mo utilizar la asistencia gravitatoria de Venus y Marte para llegar.
"Durante casi 30 a?os nos hemos hecho preguntas que no pod¨ªamos contestar, hasta que la tecnolog¨ªa y el dise?o de la misi¨®n se han unido a nuestro deseo de regresar a Mercurio", ha comentado Sean C. Solomon (Carnegie Institution, Washington), principal investigador de la misi¨®n Messenger. El desarrollo y responsabilidad de la misma recaen en el Laboratorio de F¨ªsica Aplicada de la Universidad John Hopkins (Maryland) por encargo de la NASA.
El coste total de la misi¨®n, incluidos desarrollo, construcci¨®n, lanzamiento, operaciones y an¨¢lisis de datos, asciende a 427 millones de d¨®lares (354 millones de euros), y se clasifica entre las misiones baratas de la agencia espacial estadounidense.
Aproximadamente cuando Messenger est¨¦ en la ¨®rbita de Mercurio, podr¨ªa salir de la Tierra otra misi¨®n con destino a ese planeta. Ser¨ªa la Bepi Colombo de la Agencia Europea del Espacio (ESA) en colaboraci¨®n con Jap¨®n. Es un programa muy ambicioso a¨²n en fase de proyecto preliminar. De momento, se piensa que la misi¨®n podr¨ªa estar integrada por dos naves orbitales: una para levantar un mapa completo del planeta, incluyendo su descripci¨®n mineral¨®gica, y otra para investigar su magnetosfera.
El nombre Bepi Colombo honra al matem¨¢tico e ingeniero italiano Giuseppe (Bepi) Colombo, que dise?¨® y sugiri¨® a la NASA la trayectoria de vuelo para enviar la Mariner 10 a sobrevolar Mercurio hace 30 a?os.
Una sonda con sombrilla
La sonda Messenger pesa 1.100 kilos de los que 600 son combustible, es decir, es peque?a en comparaci¨®n con los sat¨¦lites habituales de comunicaciones, que rondan las cuatro toneladas. Mide 1,42 metros de alto, 1,85 de ancho y 1,27 de fondo.
Lo m¨¢s extra?o que lleva la sonda es la sombrilla en forma de teja de 1,8 por 2,5 metros. Es un parasol hecho de materiales cer¨¢micos como los utilizados en algunas zonas de protecci¨®n de los transbordadores espaciales, que la resguardar¨¢ del Sol abrasador en el entorno. Gracias a esta protecci¨®n t¨¦rmica, los instrumentos de a bordo, a la sombra, funcionar¨¢n a "temperatura ambiente en una habitaci¨®n", dicen los ingenieros, que han podido prescindir as¨ª de sistemas electr¨®nicos especiales.
Los responsables de la misi¨®n destacan tres retos que han tenido que superar para poner una nave en ¨®rbita de Mercurio: la sonda ten¨ªa que ser ligera (para llevar el combustible necesario para reducir dr¨¢sticamente su velocidad al acercarse al planeta y ponerse en ¨®rbita), ten¨ªa que ser ligera para poder salir de la Tierra en un cohete convencional no muy caro y ten¨ªa que ir protegida contra el Sol y del calor procedente de la superficie de Mercurio para trabajar all¨ª en ¨®rbita.
Otro recurso para evitar el exceso de calor ha sido el dise?o del recorrido de la nave, minimizando el tiempo que permanecer¨¢ expuesta a las temperaturas m¨¢s altas. La Messenger investigar¨¢ mercurio, cuando llegue, desde una ¨®rbita muy el¨ªptica acerc¨¢ndose hasta 200 kil¨®metros a la superficie del planeta y alej¨¢ndose 15.193 kil¨®metros.
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