El Altea impone su agilidad y econom¨ªa
Son la ¨²ltima evoluci¨®n de los monovol¨²me-nes compactos y buscan superar las carencias din¨¢micas de estos modelos ofreciendo un tacto de conduci¨®n y una estabilidad similar a los turismos. Sin embargo, mantienen unas medidas ajustadas para circular y aparcar en ciudad (unos 4,3 metros de largo), cinco buenas plazas y una generosa capacidad de carga para resolver las necesidades familiares.
En esta prueba se enfrentan el Ford C-Max y el Seat Altea, las propuestas de estas marcas entre los monovol¨²menes compactos, la categor¨ªa de moda en Europa que m¨¢s ha crecido en ventas en los ¨²ltimos a?os.
Motores turbodi¨¦sel y bajo consumo
Se han elegido las versiones turbodi¨¦sel m¨¢s asequibles, que combinan una potencia suficiente para viajar con desahogo, consumos muy comedidos y unos precios m¨¢s econ¨®micos que las motorizaciones m¨¢s potentes de gas¨®leo.
Por una parte est¨¢ el Ford C-Max, que comparte la base del Focus y es la propuesta de la marca estadounidense en esta categor¨ªa. La versi¨®n de la prueba monta el nuevo motor 1.6 TDCi de 109 CV con el acabado b¨¢sico Trend y se vende a partir de 20.510 euros. Pero hay otra alternativa m¨¢s barata con motor 1.6 de gasolina y 100 CV (18.350 euros). Y un 2.0 TDCi turbodi¨¦sel de 136 CV con cambio de seis marchas (desde 21.700 euros).
El Seat Altea es la interpretaci¨®n deportiva de los monovol¨²-menes compactos y aporta una l¨ªnea m¨¢s estilizada que estrena la nueva imagen de la marca espa?ola tras su entrada en el grupo Audi. La versi¨®n 1.9 TDi de la prueba tiene 105 CV y cuesta 18.990 euros en el acabado Reference. Pero hay tambi¨¦n un 1.6 de gasolina y 102 CV (16.990 euros). Y por encima se ofrecen dos versiones m¨¢s, el 2.0 FSi de gasolina con 150 CV (22.436 euros) y el 2.0 16v. TDi de 140 CV (22.732 euros).
Los dos modelos aportan una l¨ªnea m¨¢s estilizada y un comportamiento din¨¢mico m¨¢s ¨¢gil de lo habitual en los monovol¨²menes compactos. Y aunque no ofrecen las soluciones interiores m¨¢s completas para mover los asientos, aportan un interior amplio y una buena capacidad de carga.
CONCLUSI?N
ESTOS DOS COCHES ofrecen la amplitud interior de los monovol¨²menes compactos, con una l¨ªnea m¨¢s estilizada y una conducci¨®n m¨¢s manejable, divertida y cercana a la de los turismos.
El Ford C-Max y el Seat Altea son dos modelos de ¨²ltima generaci¨®n que intentan subsanar la limitada calidad de conducci¨®n de los monovol¨²menes, su principal inconveniente para muchos padres de familia, anteriores propietarios de modelos GTi, que echan de menos su car¨¢cter y virtudes din¨¢micas.
En esta prueba se impone el Seat Altea porque tiene unos precios m¨¢s ajustados, un comportamiento din¨¢mico m¨¢s estable y eficaz, as¨ª como un motor con m¨¢s fuerza y empuje que ofrece unas prestaciones algo superiores con un consumo inferior. Adem¨¢s, aporta una l¨ªnea muy original que le distingue.
El Ford C-Max, en cambio, tiene un interior m¨¢s amplio, m¨¢s alternativas para repartir el espacio y, sobre todo, un maletero m¨¢s grande que le convierten en el m¨¢s apropiado para quienes buscan el sentido pr¨¢ctico en el uso familiar. No es tan ¨¢gil y manejable como el Seat, pero se mueve con soltura, gasta poco y resulta m¨¢s c¨®modo para viajar. Sin embargo, tiene unos precios superiores, con un equipamiento de serie similar al del Altea, que le sit¨²an por detr¨¢s del Seat.
Dos familiares con mucho espacio interior y matices diferenciadores.
Ford C-Max 1.6 TDCi
M¨¢s grande y voluminoso por fuera, pero con un frontal atractivo y un techo descendente que estiliza la figura. El C-Max es un monovolumen moderno con personalidad.
Conducci¨®n: 42 puntos (2?)
El modelo de Ford tiene una carrocer¨ªa m¨¢s grande y un motor 1.6 turbodi¨¦sel con menos cilindrada que el Seat. Y lo acusa con unas reacciones menos ¨¢giles en carretera y una elasticidad inferior a bajo r¨¦gimen. Sin embargo, hasta la llegada del Altea era el monovolumen compacto m¨¢s ¨¢gil y manejable y sigue ofreciendo una conducci¨®n bastante similar a la de los turismos. Por fuera es m¨¢s alto y acusa m¨¢s que su rival las inercias y balanceos en las curvas, pero se conduce con facilidad, da sensaci¨®n de solidez y transmite seguridad y aplomo al conductor.
El nuevo motor 1.6 TDCi, desarrollado por Ford y Peugeot, ofrece un rendimiento sobresaliente. Tiene 109 CV, cuatro m¨¢s que su rival, pero las prestaciones reales son algo inferiores a las del Seat, en parte por el mayor tama?o de la carrocer¨ªa. Sin embargo, incluye un cambio de cinco marchas bien escalonado, llanea con mucha soltura y permite viajar a ritmos elevados. S¨®lo acusa su menor cilindrada cuando va cargado y en las subidas, aunque responde con menos fuerza por debajo de 1.500 vueltas y tarda m¨¢s en recuperarse en las marchas largas.
Los frenos, con ABS, funcionan muy bien y responden con mordiente. Y ofrece una buena calidad de conducci¨®n, aunque con un tacto menos deportivo y divertido que el Seat.
Vida a bordo: 54 puntos (1?)
Lo mejor del Ford. El tama?o de la carrocer¨ªa aporta un interior m¨¢s amplio y una sensaci¨®n de desahogo superior. Y est¨¢ mejor dotado para la vida familiar, porque ofrece algunas de las soluciones flexibles para repartir el espacio propias de los monovol¨²menes. No es el m¨¢s completo en este aspecto, porque los asientos traseros no son individuales ni se regulan en longitud e inclinaci¨®n. Pero se pueden plegar y sacar por partes para ampliar el maletero, que ofrece tambi¨¦n una capacidad (560 litros) bastante superior a la del Altea. Adem¨¢s aporta una soluci¨®n novedosa: el asiento central trasero se desplaza hacia atr¨¢s y permite adelantar en diagonal los dos de los laterales para alojar a dos adultos con m¨¢s desahogo.
La dotaci¨®n de huecos para objetos es correcta, aunque las bolsas de las puertas delanteras son peque?as y no tiene atr¨¢s. En cambio saca buen partido a la zona del freno de mano para integrar dos posavasos y dos repisas. Y tambi¨¦n incluye una guantera suplementaria sobre el salpicadero, portagafas en el techo, caj¨®n a la izquierda del volante, mesitas plegables en los respaldos...
El C-Max est¨¢ bien acabado, pero tiene un dise?o y materiales m¨¢s austeros que su rival, con
un ambiente m¨¢s fr¨ªo y pl¨¢sticos menos vistosos. Los asientos son algo duros y sujetan menos en las curvas, pero est¨¢ bien aislado y tiene unas suspensiones con m¨¢s recorrido que resultan m¨¢s c¨®modas en las viajes.
Seguridad: 14 puntos (2?)
Incluye de serie el mismo equipo que el Seat: seis airbags y ABS, con el ESP opcional (650 euros). Pero es menos ¨¢gil y eficaz.
Econom¨ªa: 24 puntos (2?)
El acabado Trend cuesta 20.510 euros, 1.500 m¨¢s que el Seat, y, aparte de los sistemas de seguridad, incluye un equipamiento de serie similar: aire acondicionado, elevalunas delanteros el¨¦ctricos, cierre con mando, radio-CD, volante regulable en altura y distancia, y todo lo habitual. Pero gasta un poco m¨¢s que el Altea: algo menos de siete litros a ritmos suaves, y entre ocho y nueve en ciudad y conducci¨®n r¨¢pida.
Seat Altea 1.9 TDi
Frontal afilado, una altura m¨¢s contenida de lo habitual para estilizar la figura y una zaga musculosa que afianza su car¨¢cter. El Altea es la interpretaci¨®n deportiva de los monovol¨²menes compactos y destaca por su agilidad y personalidad.
Conducci¨®n: 45 puntos (1?)
El punto fuerte del Altea. Tiene una carrocer¨ªa m¨¢s baja y menos voluminosa, y resulta m¨¢s divertido de conducir que el Ford porque se comporta casi como un turismo y no presenta las reacciones pesadas de los monovol¨²menes. Obedece al volante con m¨¢s precisi¨®n en las curvas; apenas acusa las inercias y balanceos laterales, y aporta un comportamiento m¨¢s eficaz y uniforme en todos los trazados, con un tacto m¨¢s deportivo, que recuerda a los GTi. Y aunque tiene unas suspensiones menos suaves y con recorridos m¨¢s cortos, circula con m¨¢s aplomo y da m¨¢s confianza al conductor.
El motor 1.9 TDi ofrece unas prestaciones oficiales algo inferiores al C-Max, pero en la pr¨¢ctica se recupera mejor en las marchas largas sin tener que reducir, en parte gracias a su mayor cilindrada. Y la ventaja aumenta a plena carga. Tambi¨¦n es m¨¢s el¨¢stico a bajo r¨¦gimen, tiene fuerza desde apenas 1.000 vueltas y se estira con alegr¨ªa por encima de 4.000 permitiendo viajar a buen ritmo, tanto en carretera como en autopista. El cambio de cinco marchas tiene un accionamiento m¨¢s deportivo y los frenos con ABS paran muy bien el peso. Y el conjunto ofrece una calidad de conducci¨®n superior, con mandos m¨¢s precisos y reacciones m¨¢s eficaces.
Vida a bordo: 50 puntos (2?)
Aunque en teor¨ªa es un monovolumen, el Altea tiene en la pr¨¢ctica un interior muy similar a un turismo con carrocer¨ªa break y no ofrece soluciones flexibles para mover los asientos. Aporta una mayor altura interior, pero las plazas traseras no son individuales y s¨®lo se pliegan por partes para ampliar el espacio de carga. Y tampoco se regulan en longitud e inclinaci¨®n, ni se pueden sacar. Adem¨¢s, el maletero (406 litros) es tambi¨¦n m¨¢s peque?o que el del Ford.
El Seat ofrece menos capacidad interior porque tiene un planteamiento m¨¢s deportivo, pero aporta accesorios pr¨¢cticos novedosos. As¨ª, la bandeja cubreequipajes lleva debajo una repisa con compartimentos para dejar objetos. Y bajo el piso del maletero oculta una bandeja tabicada para llevar de todo sin que se golpee. Adem¨¢s tiene unas bolsas grandes en las puertas, portagafas en el techo, dos posavasos y un apoyabrazos hueco delante; bolsas en los respaldos, y dos posavasos m¨¢s y una bandeja en los laterales de los asientos traseros.
El dise?o interior es m¨¢s vanguardista y original, y aplica un estilo deportivo (volante, cambio, pedales...) que refuerza su atractivo. Los materiales tienen m¨¢s presencia, con detalles metalizados y pl¨¢sticos m¨¢s vistosos, sobre todo el del salpicadero, que parece fibra de carbono. As¨ª, el Altea resulta m¨¢s moderno y llamativo por dentro, aunque menos pr¨¢ctico y espacioso que el Ford para la vida familiar. Por lo dem¨¢s, las suspensiones tienen recorridos m¨¢s cortos, pero est¨¢ bien insonorizado y permite viajar con comodidad.
Seguridad: 15 puntos (1?)
Viene de serie con seis airbags y ABS, aunque el ESP es opcional (445 euros). Pero tiene un comportamiento din¨¢mico m¨¢s eficaz.
Econom¨ªa: 27 puntos (1?)
M¨¢s asequible. Cuesta 18.990 euros, 1.500 menos que el Ford. Y el equipo de serie es casi id¨¦ntico: aparte de los elementos de seguridad, viene con aire acondicionado, elevalunas delanteros el¨¦ctricos, cierre con mando, radio-CD y todo lo habitual. Adem¨¢s, aunque los consumos oficiales son algo superiores a los del C-Max, en la prueba ha gastado medio litro menos. As¨ª, consume poco m¨¢s de seis litros a velocidades legales y apenas llega a ocho en conducci¨®n r¨¢pida y en ciudad.
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