Obra de arte y lesi¨®n de Zidane

Una obra de arte, tres goles de gran ejecuci¨®n y poco m¨¢s. Poco m¨¢s o poco menos, seg¨²n se vea la botella medio vac¨ªa o medio llena. El Madrid solvent¨® su ¨²ltimo tr¨¢mite japon¨¦s sin despeinarse, como era obvio, y gole¨® al Verdy Tokio, otro rival menor, de ¨¦sos que dif¨ªcilmente sirven para medir la fortaleza del equipo de Jos¨¦ Antonio Camacho. Hubo detalles dignos de menci¨®n, como el hecho de que el conjunto mostrara cierto criterio al juntar sus l¨ªneas y manejar el partido. En ese sentido result¨® loable la labor de Beckham, quien por una vez mostr¨® algo m¨¢s que su habitual derroche f¨ªsico. Helguera, el otro medio centro, ni se meti¨® en l¨ªos ni perdi¨® nunca el sitio, lo que ya es noticia. Y el Madrid firm¨® un primer tercio del partido m¨¢s que decente.

Pero fue una acci¨®n individual, de dibujos animados, la que dispar¨® al equipo blanco. Por la izquierda se fue Ronaldo con el bal¨®n, a la espera de la llegada de alg¨²n compa?ero al ¨¢rea. Lleg¨® Zidane. Control¨® ¨¦ste la pelota, regate¨® a un sorprendido japon¨¦s girando sobre s¨ª mismo, bailando casi, y cuando se vio ante el portero se invent¨® una bicicleta y toc¨® con suavidad. Una obra maestra fue aquello, para jolgorio de un p¨²blico entregado a la causa madridista.

La espectacular acci¨®n dio paso a unos momentos de buen f¨²tbol. Beckham y Helguera presionaban muy arriba y en su auxilio acud¨ªan Figo y Solari. El esforzado Verdy, ya de por s¨ª limitado t¨¦cnicamente, se ve¨ªa incapaz de salir del laberinto donde le hab¨ªa encerrado un Madrid que, adem¨¢s, corr¨ªa. Palabra.

Animado como estaba, Beckham recuper¨® el en¨¦simo bal¨®n en el centro del campo y ote¨® el desmarque de Ronaldo. Su env¨ªo, perfecto, lo aprovech¨® el brasile?o para marcar tras regatear al portero. No sufr¨ªa el Madrid en la defensa, donde Samuel se anticipaba una y otra vez ayudado por un Pav¨®n al que se ve m¨¢s relajado si tiene al argentino a su vera.

Baj¨® el ritmo el Madrid y comenz¨® a mostrar esos s¨ªntomas de relajaci¨®n que tanto da?o suelen hacerle. Una entrada de Hayasi a Zidane provoc¨® la lesi¨®n y la airada reacci¨®n de ¨¦ste, que dio un pu?etazo en la espalda al nip¨®n antes de retirarse al vestuario. Seg¨²n el parte, sufre una artritis traum¨¢tica en un dedo del pie izquierdo.

El carrusel de cambios redujo a¨²n m¨¢s el ritmo del partido. Sin embargo, en el tramo final se desperez¨® el Madrid, que volvi¨® a la carga. Una combinaci¨®n entre Beckham y Guti la culmin¨® un Figo que sigue con ganas. De inmediato, Morientes pon¨ªa la r¨²brica a un contragolpe de manual llevado por Guti, Figo y Ra¨²l, que tocaron, una, dos, veinte veces, mientras los japoneses miraban aquello con delectaci¨®n y, por qu¨¦ no, con unas enormes ganas de aplaudir.