Moratinos y su 'n¨²mero dos' buscan acercar puntos de vista entre Marruecos y el Polisario

Gestos. En esta nueva etapa de la relaci¨®n que ha iniciado con Marruecos, el Gobierno espa?ol multiplica los gestos. Uno de ellos es la presencia del titular de Asuntos Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, en el festival cultural que organiza su hom¨®logo marroqu¨ª, Mohamed Benaissa, en su ciudad natal, Arcila, a 46 kil¨®metros al sur de T¨¢nger. En paralelo a esta cita, el brazo derecho del ministro, Bernardino Le¨®n, se desplazar¨¢ hoy hasta la zona de Tinduf, donde Argelia acoge al Polisario, con el prop¨®sito de contribuir a acercar puntos de vista sobre el S¨¢hara.

Cuando recibi¨® la invitaci¨®n de Benaissa, Moratinos acept¨® retrasar 48 horas el inicio de sus vacaciones para atenderla. Su viaje a Arcila, la ciudad de la que es alcalde el ministro marroqu¨ª y en la que empez¨® hace 26 a?os a organizar un festival veraniego, reviste car¨¢cter privado. Mientras Moratinos visite Arcila, el n¨²mero dos de la diplomacia espa?ola, Bernardino Le¨®n, pasar¨¢ la jornada de hoy en ese pedazo del suroeste argelino prestado al Frente Polisario. Ser¨¢ su segunda visita a los campamentos de refugiados saharauis. Como la anterior, no suscitar¨¢ protestas por parte de Rabat, algo inimaginable en otros tiempos.

"El 11-M ha puesto a¨²n con m¨¢s crudeza sobre el tapete la urgente necesidad, para Espa?a y el sur de Europa, de fomentar la unidad del Magreb y el desarrollo regional", explica Le¨®n en una conversaci¨®n telef¨®nica. "Pero para eso hay que superar el escollo del S¨¢hara". "De ah¨ª esta intensa actividad" diplom¨¢tica, recalca.

Le¨®n lleva tiempo dedic¨¢ndose a la antigua colonia espa?ola. El mes pasado estuvo en Washington, con William Burns, secretario de Estado adjunto, y despu¨¦s vol¨® a Wyoming para reunirse con James Baker, el que fue, hasta su dimisi¨®n en junio, el enviado especial del secretario general de la ONU, Kofi Annan, para el S¨¢hara. Tambi¨¦n se entrevist¨® con su sustituto, el peruano ?lvaro de Soto.

En Tinduf, prosigue Le¨®n, "reiterar¨¦ al Polisario que no hay ning¨²n plan espa?ol para el S¨¢hara y que, pese a algunas interpretaciones malintencionadas, el plan de Baker sigue siendo la referencia" para la b¨²squeda de una soluci¨®n. "Pero necesita unos ajustes para que lo puedan aceptar todas las partes", precis¨®.

La propuesta que present¨® Baker, a principios de 2003, prev¨¦ para el S¨¢hara un periodo de autonom¨ªa de hasta cinco a?os tras el cual se celebrar¨ªa un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n con un censo te¨®ricamente favorable a Marruecos. Pese a ello, Rabat la desestim¨®, mientras que, tras algunas discusiones, Argel y el Polisario la aceptaron. El Consejo de Seguridad de la ONU la respald¨® por unanimidad.

?Cu¨¢l es el objetivo de la diplomacia espa?ola si no posee ning¨²n plan alternativo? "Hablar con las partes, sumar fuerzas con otros pa¨ªses interesados en resolver el contencioso como Francia y EE UU, para ayudar a De Soto" a aunar posiciones, contesta Le¨®n. El representante de la ONU efectuar¨¢ este mes una ronda de contactos.

Esta hiperactividad diplom¨¢tica de Moratinos y Le¨®n ha reportado algunos r¨¦ditos al Gobierno, como la espectacular mejora de la relaci¨®n con Marruecos, cuyos principales responsables agradecieron, hace diez d¨ªas, el nuevo enfoque espa?ol.

Pero, paralelamente, el Polisario ha expresado primero su desconcierto y, despu¨¦s, su disgusto. "Los intentos de esquivar la legalidad internacional y el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminaci¨®n no garantizar¨¢n la estabilidad de la regi¨®n", advirti¨®, el jueves, Brahim Gali, representante del Polisario en Espa?a.

Argelia ha sido m¨¢s cauta en sus reacciones, pero bajo cuerda sus diplom¨¢ticos recalcan que las intenciones del Gobierno espa?ol "son confusas y est¨¢n te?idas de ingenuidad" promarroqu¨ª.

La dificultad de la labor que desea desempa?ar la diplomacia espa?ola qued¨® ayer ilustrada por la cancelaci¨®n de la visita a Arcila del ministro argelino de Exteriores, Abdelziz Beljadem. Hace tan solo dos d¨ªas Mohamed VI hizo, sin embargo, un gesto hacia Argelia al anunciar la supresi¨®n de los visados para sus ciudadanos cuando viajen a Marruecos.

Rabat impuso esta medida tras el atentado de Marraquech, en 1994, que cost¨® la vida a dos espa?oles. Argel replic¨® sometiendo tambi¨¦n a los marroqu¨ªes al tr¨¢mite del visado y cerrando la frontera terrestre com¨²n. Argelia no hab¨ªa levantado ayer ninguna de estas dos restricciones.